A la mañana siguiente desperté y Sergi estaba desnudo, pues la noche anterior lo único que hizo fue dejarse el calzoncillo encima pero no se lo llegó a poner. Yo estaba empalmado, porque además de que me acaba de despertar, con solo acordarme de lo que pasó la noche anterior...
Cuando todos se despertaron, nos vestimos y salimos a dar un paseo. Después nos sentamos los 5 a desayunar juntos.
— ¿Os lo pasasteis bien anoche? —preguntó Ari y viendo nuestras cara de confusión, añadió—: Os vi en el bosque y os vi meteros a los 3 en la misma tienda de campaña.
La única respuesta fue una risilla de parte de Julio.
—Anda que se os ocurrió avisar —dijo Sandra—. Yo quiero también.
—Seguro que anoche estabas haciéndote una paja cuando estabas sola en tu tienda —le replicó Sergio.
—Pues sí, pero no es lo mismo hacerlo sola que acompañada de 3 tíos.
—Yo te recompenso un día de estos —dijo Julio de broma mientras le guiñaba un ojo.
—¿Y por qué no ahora? —preguntó Sandra ya no tan de broma.
Al final una cosa llevó a la otra y acabamos los 5 detrás de la tienda de campaña de Julio y su hermana. Ari también se unió porque realmente lo que hace es criticar las pajas de su hermano irónicamente. Estábamos encima de unas mantas, no estábamos directamente en el suelo, obviamente.
Ari metió las manos dentro de sus pantalones y empezó a tocarse suavemente. Al ver eso, Sergi se empalmó, pues ya desde el día anterior estaba poniéndose tonto con ella, así que empezó a tocarse la polla por encima del pantalón, solo recorriendo la extensión.
Ari se acercó a él y se agachó a su altura mientras le miraba de forma provocativa y le pasaba la mano por el pantalón. Vi a mi amigo con cara de excitación absoluta, sé que a él más que la penetración, le gusta el juego.
Mientras tanto, Julio estaba haciendo lo mismo con mi otra amiga Sandra, pero él ya le había metido la mano dentro de la ropa interior.
—Estás mojada eh —le dijo.
—Me dejasteis con las ganas anoche —respondió.
Por sentir que hacía algo útil, me acerqué a Julio y Sandra y comencé a tocar a Julio, que no opuso resistencia. Me coloqué en su espalda y le toqué la polla desde atrás, rodeando su cuerpo con los brazos.
—¿Qué te parece si me das mientras le hago el oral a ella? —me preguntó Julio. Sinceramente, no existía mejor propuesta que esa. A mí me gusta más "meter" que "que me la metan", hablando bruto.
Cogí un condón que me estaba ofreciendo Julio. Aunque de pronto pareció acordarse de que su hermana estaba detrás de nosotros y la miró dubitativo.
—Venga, no pasa nada —dijo Sandra, es totalmente normal que tengas sexo.
—Pero no con mi hermana delante.
—Yo no te miro, no te preocupes —se burló su hermana. Ella y mi amigo habían llegado al siguiente paso, ya estaba mi amigo tumbado y ella lo estaba cabalgando. Estaba desnuda de cintura para abajo y mi amigo había metido las manos por debajo de su camiseta para tocarle los pechos.
— No se corta un pelo —dijo Sergi con la voz agitada.
—Mira quién fue a hablar, el que no tiene vergüenza alguna —le dije.
Finalmente, Julio se quitó los pantalones y los calzoncillos. No tenía la polla erecta, pero sí tenía lo que empezaba a ser una erección. Mi amiga estaba tumbada en el suelo y él a cuatro patas con la cabeza entre sus piernas. Estaba a punto de hacerle un oral, pero de momento le estaba metiendo los dedos, tal y como yo iba a hacerle.
Yo intentaba dilatar un poco su entrada para poder metérsela sin hacerle daño. Con saliva le metí un dedo y estuve un rato dándole placer.
—¿Alguna vez te han dado por detrás? —le pregunté.
—Sí, alguna que otra vez.
—Entonces no hará falta que te dé mensajes de tranquilidad mientras te dilato —dije riendo—. Qué raro que nunca se la hayas chupado a un tío pero sí te hayas dejado penetrar por un tío.
—Lo sé, soy raro.
Mientras tanto, se escuchaba de vez en cuando gemir a Sandra y de fondo se escuchaban las respiraciones a aceleradas de mi Sergi y Ari.
Cuando estuvo suficientemente dilatado, Sandra me ayudó a ponerme el condón y se la metí lento. Una vez dentro estuve quieto hasta que se acostumbró.
Empecé a penetrarlo y el dejó de meterle los dedos a mi amiga para chuparle el coño.
Al cabo de un rato Sandra se corrió.
—Más rápido julio, ya casi estoy.
Finalmente ella se corrió y se quedó tumbada boca arriba. Sin habernos dado cuenta, tanto sergi como Ari ya se habían corrido también (aunque ellos empezaron antes que nosotros). Sergi tenía puestos los calzoncillos y Ari seguía desnuda.
Julio aprovechó para tumbarse y cambiar de posición, pues ya estaba cansado de la postura de 4 patas. Mientras lo penetraba se masturbaba el pene. Ya casi estaba.
En pocos minutos me avisó de que se corría.
—Me corro ya.
—Córrete —le dije—. Intento correrme al mismo tiempo que tú.
Y así fue, nos corrimos casi al mismo tiempo.
Y hasta aquí el final del capítulo anterior. Es un poco más corto, pero es que no pasó gran cosa, fue un polvo sin más. Nos vemos :)