Una vez hubimos apartado los muebles del salón para dejarnos via libre a los tres, nos pusimos manos a la obra (nunca mejor dicho). Yo me bajé los calzoncillos ridículamente y me empecé a tocar un poco por la punta que ya la tenía mojada por el sueño que había tenido. Fue un sueño erótico que ojalá se cumpla algún día.
Ya tenía la polla empalmada por haber tenido el sueño pero al recordarlo se me puso más dura aún.
Vi que los chicos y las chicas también empezaban a tocarse.
— No recuerdo que nadie os invitara a la fiesta —dijo sergi de broma mirando cómo las chicas se tocaban por encima de la ropa interior.
—Aunque no te lo creas, no hace falta que nadie nos invite para masturbarnos —dijo Clara, que llevaba puesto un tanga negro muy sugerente. Si fuera hetero seguro que sería dueña de mis fantasías sexuales, pero vamos ya estaba Iván babeando por ella (y lo digo en todos los sentidos, creo que está pillado por ella).
— ¿y desde cuándo las chicas os masturbáis tanto? — preguntó Iván, que le gusta mucho picar a Clara.
— Aunque no te lo creas, las chicas también tenemos deseo sexual y nos tocamos muy a menudo —Respondió Clara.
— Además —añadió Sandra—, cuando le preguntes a una chica, te dirá que no se masturba o que lo hace muy de vez en cuando, pero es mentira, lo hace todos los días. Te lo aseguro.
Dicho esto Iván sonrió y siguió tocándose, probablemente pensando en lo muy cachondo que lo pone pensar en chicas masturbándose.
Esa noche soñé que queaba con mi crush (un chico al que podríamos llamar Mati, ya sabéis que me invento los nombres por eso del anonimato xD). En el sueño nos veíamos en su casa, me invitaba a pasar y nada más cruzar la puerta de su casa comenzaba a besar y a conducirme a su habitación. Obviamente no me negé en ningún momento. Llegamos a su habitación y me tumbó en la cama mientras me besaba el cuello y al mismo tiempo me tocaba el bulto de la polla que obviamente ya se me había formado en los pantalones.
— ¿Quieres hacerlo? — me preguntaba Mati en el sueño.
Yo asentía con la cabeza y le decía que sí a todo.
Comenzó a quitarse la ropa, empezó por la camiseta, dejando al descubierto un torso fuerte pero no musculoso. DIgamos que tenía el cuerpo fibroso pero no de gimnasio. Me quitaba la camiseta a mí también y luego los pantalones y los calzoncillos a la vez. Los zapatos me los quitaba yo.
Me lamía el cuello e iba bajando por el pecho, la barriga hasta llegar al pubis. Ahí se paraba y me miraba con una mirada lasciva. Me di cuenta de que yo estaba disfrutando pero su polla estaba dura dentro del pantalón, así que metí la mano debajo de su ropa y comencé a acariciar la erección como buenamente podía ya que mati estaba comenzando a lamer lo que venía siendo la base del pene por la parte de arriba, la que conecta con el pubis. Siguió lamiendo mientras yo le desabrochaba los pantalones y se los bajaba para poder tocar mejor su polla. Tenía la polla gruesa, de tamaño normal y muy dura. Justo como yo.
Cuando agachó la cabeza no pude sino dejar de tocarle y centrarme en no correrme, pues había comenzado mover ls lengua en círculos en la punta de mi polla. Mi glande se lo agradecía.
— Para que me corro — le decía. Él dejó de chuparme la polla, así que hice lo mismo que él, se la comencé a chupar lento y luego más rápido, ayundándome de la mano para poder recorrer toda su polla.
Cuando llevábamos un rato, tenía la polla mojada de mi saliva y de su líquido preseminal. Cuando notó que se iba a correr me dijo:
—Métemela entera — mientras tanto me entregaba un condón que me puse rápidamente. Le hice chupar mis dedos y se los metí por el culo para dilatar. Primero uno, luego dos y finalmente tres. Él estaba boca arriba con las piernas abiertas y solo viendolo a sí casi me corro.
Cuando lo vi listo, masturbé un poco mi polla para ponerla más dura, aunque realmente ya la tenía lo más dura que se podía tener. Se la metí despacio y una vez estuve dentro me estuve un momento quieto porque sino me corría. Al cabo de unos segundos se la empecé a meter y a sacar más rápido mientras le masturbaba la polla. Solo se escuchaban nuestras respiraciones, nuestros gemidos y el sonido de nuestros cuerpos chocando.
— Me corro me corro —decía. Y se corrió manchándose el pecho de semen.
A continuación me corrí yo, me sentí en el séptimo cielo (creo que se dice así). Pero por desgracia eso no había pasado porque me desperté con la polla dura y mojada de precum. Estaba listo para hacerme la paja de mi vida pero ya se encargaron mis amigos de recordarme que no me podía correr por lo del reto. Así que aquí estaba, intentando hacerme la paja de mi vida pensando en el sueño que tuve.
Mientras recordaba había tenido los ojos cerrados así que no pude ver que Iván ya se había corrido, no había eyaculado mucho ni muy lejos, así que aún podía ganar.
Abrí los ojos justo a tiempo para cer como Sergi se acercaba a la línea con la mano en la polla y masturbándose muy rápido eyaculó.Salió bastante más cantidad de semen y llego mucho más lejos que Iván. Tenía la polla roja de tanta sangre acumulada, al igual que yo. Iván ya tenía polla casi flácida, pero me encantaba así.
Me acerqué a la línea y yo también me iba a correr, aceleré la velocidad de la paja recordando cómo Mati se corría en el sueño y cómo Sergi se acababa de correr. Comenzaba a brotar la leche de la punta de mi polla, salían grandes chorros y yo apretaba para llegar más lejos que sergi. Y vaya si lo conseguí. No recuerdo haberme corrido tanto nunca (tampoco es que hubiera estado tanto tiempo sin correrme en mi vida).
— ¿Te has quedado a gusto? — preguntó sandra cagada de risa.
—No —dije mientras me masturbaba unos segundos más con fuerza porque notaba que aún quedaba leche por salir. Finalmente salió otro chorrito pequeño de semen —Ahora sí que me he quedado a gusto.
Finalmente el ganador fui yo, después sergi y el últio fue iván que aseguraba que sin querer se había corrido por la noche. Una de esas eyaculaciones nocturnas por haber tenido un sueño subido de tono (un sueño que no nos contó, por cierto). A mí me había pasado eso algunas veces, me había levantado con la polla mojada de semen o con el calzoncillo tieso por el semen seco, pero estoy casi seguro de que esta vez no se trataba de eso sino de una paja a escondidas que se había hecho iván. Pero bueno, igualmete perdió, así que da igual.
Y hasta aquí esta anécdota. Dije que íbamos a estar 3 semanas porque los familiares que nos dejaron en la casa habían tenido un problema y no iban a ir. Bueno pues al final no slucionaron el problema en todo el verano y nos dejaron estar allí los 3 meses de verano. Así que ya os contaré más cosas que pasaron. Y bueno, contando escribiendo eso me he puesto cachodo así que me voy a hacer una paja JAJAJAJJAJAJA hasta otro capítulo.
