La escena qu narró hoy, ocurrió hace unos días, así que la recuerdo perfectamente. Cabe destacar que me masturbo todos los días, así que tengo experiencias de sobra que contar. No obstante, la mayoría de las veces son pajas que no tienen nada especial. Y por si alguien se lo pregunta, todo lo que escribo es real. Al ser una cuenta falsa, nadie me conoce y no me da vergüenza contar nada jajajajaja.
Mis padres se habían ido de viaje y mis hermanos habían aprovechado para irse a unas pijamadas con los amigos, así que yo me quedé con la casa sola todo el día. Aproveché para hacer cosas que con mi familia de por medio no habría hecho.
El otro día registrando entre las cosas de mi hermano mayor descubrí un juguete sexual, al principio no lo identifiqué como tal, pero al no saber qué era, investigué un poco en Internet. Se trataba de una especie de gorrito que se coloca en la punta del pene y vibra. Obviamente, lo primero que hice al quedarme solo fue ir a por el gorrito, yo quería probarlo. También busqué más cosas por su habitación, por si escondía más juguetes, pero no encontré nada más.
Me metí en mi cuarto, porque pajearme en la cama es mucho más cómodo. Me desnudeñé por completo, ya que es algo que no puedo hacer todos los días y me tumbé en la cama con las piernas totalmente estiradas y ligeramente abiertas. Ya tenía el pene en semierección de pensar en todo lo que iba a hacer ese día. Además, para disfrutarlo ese día más, los días anteriores no me masturbé (algo totalmente inusual en mí).
Encendí el móvil y busqué unos cuantos vídeos concretos que ya tenía buscados de antes. Sí, el día anterior había buscado vídeos porno para el momento y no me había tocado, un suplicio. Estuve excitándome mientras veía porno, ya tenía la polla dura pero aún así la dejé estar. Al cabo de un rato, mi polla daba leves respingos, estaba tan excitado que quería tocarme pero en lugar de eso, decidí grabar un corto vídeo de esos respingos y se lo mandé a un amigo. Conocí a mi amigo por Internet, nos masturbamos a menudo juntos. Él tiene bastante libertad sexual, sus padres le dejan solo en la habitación y no le molestan a cada rato, por lo que puede pasarse el día tocándose si quiere.
Al instante, me respondió con una foto de un bulto grande en el calzoncillo. En el pie de foto ponía:
—Son las 8 de la mañana, imbécil. Imagínate que entran mis padres a mi habitación y me encuentran con este bulto.
(he corregido los errores ortográficos de los mensajes y los he unido en uno solo para que no se haga pesada la lectura)
—Voy a usar un vibrador para la punta del pene —le dije cuando le mandé una foto del juguete. Y luego le pregunté —: ¿quieres verlo en acción?
—Tío, me acabo de despertar y ya me estás poniendo cachondo.
Me puse el aparatito en la punta de la polla, por ese entonces ya me empezaba a doler de lo excitado que estaba. En cuanto empezó a vibrar me sentí en el cielo. Tuve la tentación de correrme en ese mismo instante, pero me acordé de mi amigo. Le grabé un video, no contuve ningún gemido.
—Te juro que por un momento me he sentido tentado de correrme nada más ponérmelo —le dije entre jadeos en el vídeo que le envié.
—Me cago en tu vida, joder. No puedes ir por ahí poniéndome cachondo cundo quieras.
—No te pongas cachondo, yo solo te mando vídeo de lo que estoy haciendo para informarte —lo provoqué—. Si te vas a unir, rápido que me corro.
Y no mentía, desde que me puse el cacharro ese, solo sentía necesidad de correrme. Llevaba un rato luchando para no correrme tan pronto.
—Ya me he unido —me envió un vídeo acariciando su extensión en silencio. Su polla creo que es un poco más corta de la mía, me dio tanta curiosidad que le pregunté.
—Oye tío, mídete la polla que me da curiosidad, quiero ver el metro al lado que sino no me fío —le dije.
—Ahora me estoy tocando, ¿qué más te da eso ahora?
Igualmente al rato me mandó una foto donde sale su pene erecto al lado de una cinta de medir. Su polla acaba donde marca 15 cm y medio. Yo hice lo propio y le mandé una foto mía. Me levanté y con ese movimiento casi se me sale la leche. Me quité el gorrito vibrador y alcancé la cinta de medir. La punta de mi polla llegaba hasta los 16 y pico. No tengo una polla gigantesca, pero me sirve para lo que quiero.
—Tremendo titán de 3 cm —me dijo.
Decidí no ponerme otra vez el gorrito, con eso puesto cuesta mucho luchar para no correrse. Seguí subiendo y bajando mi mano, recorriendo todo el pene, desde la base hasta la punta.
—Me voy a correr —le dije —. En mi defensa diré que cuesta mucho no correrse con el gorrito ese.
—Cabrón, que no llevas ni 15 minutos.
Por ese entonces sentía tanta presión en el pene que pensaba que si no dejaba salir la leche, me explotaría. Puse a grabar la cámara de mi móvil. Se escuchaban mis jadeos y gemidos junto con el sonido de mi mano con el líquido preseminal que se extendía por toda mi polla. Aún seguía saliendo líquido preseminal y yo seguía intentando retrasar lo máximo posible el orgasmo. Ahora, aunque quisiera, no podría parar de tocarme. Seguí pajeándome cada vez más rápido. Finalmente sentí cómo el placer inundaba todo mi ser. Salían chorros de semen por la punta de mi polla y gemidos altos por la boca. Cuando acabé, seguí acariciado mi pene y corté el vídeo.
Cuando volví a abrir el chat, me encontré un mensaje de mi amigo que decía: ¿has terminado de correrte, pillín?
Como respuesta le envié el video que acababa de grabar.
Pocos minutos después, recibí otro vídeo de su corrida. Guardé el vídeo para verlo cuando estuviera solo o para animarme la próxima vez.
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Y bueno, eso pasó hace unos días jajajajaja
En verdad soy tímido, pero como aquí no me conoce nadie... Jshkjkjakjskja
