POV Arthit:
No había terminado de gritar cuando caí de espaldas sobre algo pegajoso. Sentí que algo se quebró debajo mío. Abrí los ojos y vi el cielo... verde? Si, era verde con nubes negras. La posición del sol me indicaba que era mediodía, pero por la luz que daba parecían las siete de la tarde.
Me levante y mire sobre que había caído, y al verlo salté para atrás dando un grito.
Había caído sobre un cadáver en descomposición del que salía un líquido de color negro el cual tenía la textura de la sangre. Lo que había sentido quebrarse era un hueso de la criatura el cual ahora asomaba del cadáver.
No pude identificar que cosa era. Tenía escamas, por lo que supuse que era un reptil gigante, pero cambié de parecer cuando vi que esa cosa también tenía pelo al rededor de la cabeza, al igual que un león. Alcancé a ver sus dientes muy afilados. Estaban esparcidos irregularmente en su boca. Incluso estaban en su lengua.
Miré a mi alrededor y vi más cadáveres como este. Cabeza de león, cuerpo de león pero cubierto de escamas, alas de murciélago (no crean si no quieren, eso es lo que vi) y pude ver un ojo suelto (en ese momento casi vomito) rojo y con la pupila redonda y violeta.
*En donde carajos estoy?* pensé.
La máquina del tiempo, eso me trajo supongo que al futuro. Un futuro apocalíptico en donde el cielo es verde, el sol parece artificial y con criaturas en extremo extrañas y en mi opinión, escalofriantes.
Empecé a imaginarme lo peor. Quizás estaba en una época en donde los humanos se habían extinguido. Quizás los robots gobernaban el planeta. Quizás hubo un apocalípsis zombie, o peor, una invasión alienígena. No me había dado cuenta de que estaba pensando en voz alta.
-Si y no, chico- escuche que dijo una voz femenina detrás mío.
Pegué tal grito que podría haber despertado a los muertos, y admito que no fue un grito muy varonil que digamos.
-QUIEN ERES?!!
La voz provenía de una chica de cabello largo y negro trenzado en 2 trenzas con unos mechones rebeldes que se escapaban de su peinado. Su piel tenía un tono blanco un poco amarillento, lo cual resaltaba un tatuaje de dragón que tenía en la sien. No tendría más de 15 años. Sus ojos asiáticos y extrañamente violetas me observaban con curiosidad.
-Así que vienes del pasado? Increíble.
-No respondiste mi pregunta.
-Ah, perdón, soy Lēi Huang, encantada- dijo la chica extendiendome su mano amablemente.
-Un gusto- dije algo dudoso estrechando su mano -Yo soy Arthit D'angelo.
-Italiano?- me pregunto, seguramente por mi apellido.
-Si, mis abuelos paternos eran italianos, mi padre nació en Argentina y yo en Inglaterra.
-Espera, de que año vienes?- me preguntó.
-2015, por?
-Ah, todavía no ocurre.
-Que cosa?- ya me estaba asustando.
-La Unión Continental.
La mire con expresión confundida, a lo cual ella volteo levemente los ojos. Antes de que pudiéramos decir una palabra más escuchamos un chillido ensordecedor mezclado con rugido y aullido.
-Debemos ir al Refugio, ahí te explicaré todo- me dijo Lēi susurrando.
-Por qué susurramos?- le pregunté en el mismo tono.
-Su oído es increíblemente agudo.
-De quien?- pregunte, intentando ocultar el nerviosismo en mi voz.
-Te dije que te explicaré todo en el Refugio- respondió manteniendo bajo su tono de voz - Ahora tenemos que correr sin hacer ruido alguno- añadió tomando mi mano y empezó a correr arrastrándome con ella.
Lēi corría como si fuera un fantasma. Apenas se escuchaba cuando sus pies tocaban el piso. Saltaba los cadáveres con una increíble agilidad.
Yo iba atrás más lento y menos ágil. El atletismo nunca fue mi fuerte. Eso sí, se me da bien el salto en largo. Y no hacía mucho ruido, al menos no tanto como para que nos detectaran.
Llegamos frente a una roca gigante la cual supuse que cubría la entrada a una cueva. Y no estaba tan equivocado.
Lēi movió la roca como si no pesará más que empujar una puerta, y lo que vi adentro me impactó.
Pensé que iba a ser una cueva "normal", oscura, llena de tierra, polvo y algún que otro insecto, pero esa visión no se acercaba ni un poco a la realidad. Entramos a un laboratorio futuristico como de ciencia ficción iluminado con luz azul lo cuál impactaba aún más.
-Que es este lugar?- pregunte completamente asombrado.
-Bienvenido al Refugio niño- dijo mientras se desparramaba sobre una silla flotante, espera ¡¿flotante?! Ese lugar me sorprendía cada vez más.
-Ahora si vas a explicarme todo?
-Soo, baja unos niveles, no puedo explicarte todo de una, a demás si te digo tooodo sería más posible que te capturen para robar información.
-Quienes?- ya me estaba cansando de no entender nada.
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Atravesando el tiempo: salvando a la humanidad
Narrativa StoricaUn proyecto de ciencias mal ejecutado puede llegar a tener graves consecuencias... Eso es lo que aprenden Nin, Pensry, Chakri, Sunstra y Arthit cuando deciden crear una máquina del tiempo que obviamente no va a funcionar, o si? Desparramados en époc...