Capitulo Tres Donghae

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Me iba a casar. Hoy. En unas pocas horas y.... creí que quizás debería sentirme más... algo al respecto. ¿Emocionado? ¿Ansioso? ¿Nervioso? ¿Como si estuviera dando un paso hacia el futuro que siempre había querido?

En lugar de eso, solo existía. Hice lo necesario, me mantuve ocupado y no sentí nada en absoluto.

Hyukjae había estado fuera la mayor parte del día de ayer, pero había vuelto cuando debía para el ensayo y la cena. Había sonreído y hecho reír a todo el mundo, y como mi padrino, se aseguró de ocuparse de todo lo que necesitaba. Incluso se portó bien con Sungje. No me susurró "Sungjeass", ni siquiera una vez.

Había sido igual esta mañana, corriendo como loco para asegurarse de que no hubiera ninguna catástrofe, yendo a buscar a Starbucks, e incluso trayendo una nueva maquinilla de afeitar cuando me di cuenta de que había dejado la mía en casa.

Hyukjae estaba haciendo su parte, al igual que mi familia y todos los demás, y, sin embargo, aquí estaba yo, sentado en la habitación donde se suponía que me estaba preparando, justo al final del pasillo del salón de baile donde me casaría, y de repente me sentí jodidamente mal del estómago.

¿Qué demonios estábamos haciendo en Las Vegas? Ni siquiera me gustaba mucho la ciudad, y era demasiado tacaño para apostar.

¿Por qué había accedido a casarme aquí? ¿Y por qué estaba enloqueciendo por esto ahora?

—Toc, toc —dijo Hyukjae, abriendo la puerta un par de centímetros—. ¿Estás decente?

—Sí. —Me empujé del asiento y caminé hacia donde había colgado mi esmoquin. Estaría bien. Podía hacer esto. Había querido casarme. Me gustaba mucho Sungje. Era divertido y sexy, y nos llevábamos bien y queríamos las mismas cosas: establecernos, casarnos y trabajar en nuestros trabajos estables en el sector tecnológico.

—Mamá B ya está llorando. No para de decirme que no puede creer que su bebé se vaya a casar y.... oye, ¿qué pasa?

—Ni siquiera te he mirado. ¿Cómo sabes que algo está mal?

—Porque te estás mordiendo las uñas, y solo haces eso cuando estás asustado por algo.

Bueno, mierda. Hae veces apestaba tener a alguien que te conociera tan bien. —No pasa nada.

—¿Por qué eres un mentiroso que miente7? Dijiste, ¿cómo sabes que algo está mal? No; ¿qué te hace pensar que algo está mal?

—¿Qué carajo, Hyukjae? Deja de ser tan... bueno.

Lo estaba mirando ahora, justo a tiempo para ver la sonrisa engreída que se dibujaba en sus labios.

—No puedo evitar ser bueno. Es algo natural. En serio, hombre. ¿Qué pasa?

—Este cerró la puerta y se acercó a mí.

—No lo sé. Nada. Es que... ¿por qué no estoy más emocionado?

—¿Porque te vas a casar con "Sungjeass"? Hablo en serio, él es tan aburrido.

—Hyukjae.

Levantó las manos en señal de rendición. —¡Lo siento! Estaba tratando de hacerte reír. Estoy seguro de que solo estás estresado. No has tenido mucho tiempo para sentir nada. Seguramente es como esas personas que adoran la Navidad y la esperan con ansias durante semanas. Luego llega el día y, no sé, se estrellan o algo así.

Lo que dijo Hyukjae tenía sentido, pero... se sentía mal. Esto no se sentía bien. Si tuviera que casarme con Sungje, ¿no se sentiría lo correcto? —Supongo...

—¿Qué quieres decir con que supones? Soy yo. Siempre tengo la razón

—Cuando no le miré, Hyukjae enganchó su pulgar bajo mi barbilla e inclinó mi cabeza hacia él—. Donghae... has estado esperando esto toda tu vida. Eres la persona más inteligente y preparada que conozco. Incluso cuando no entiendo por qué o cómo, siempre haces lo correcto, siempre sabes lo que hay que hacer. No habrías dicho que sí cuando Sungje te pidió que te casaras con él si no quisieras. Solo estás asustado.

Casado con mi mejor amigo- EunHaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora