Mis pies no podían alejarme de Hyukjae lo suficientemente rápido, mientras tanto, todo en mi interior —especialmente mi pecho—, me rogaba que me diera la vuelta y regresara, que lo agarrara, lo besara y aprovechara lo que sea que él me estaba ofreciendo.
La cosa era que, eso probablemente terminaría con mi corazón roto.
Además, Hyukjae era un hijo de puta muy terco, por lo cual me estaba persiguiendo de todas formas.
—¡Donghae! ¡Espera! —Pero yo seguí moviéndome, seguí caminando hasta llegar al ascensor, el que por supuesto se tardó toda la vida en llegar —.
Hey, ¿qué estás haciendo? ¿Por qué corriste?
—Me besaste —le dije, como si eso no fuera obvio.
—Sí, estaba allí también.
—También se supone que eres heterosexual.
—Eso tampoco me impidió casarme contigo.
Tenía un punto con eso, pero, aun así. —No puedo hablar de esto aquí abajo. También necesito que te lo tomes en serio. Es... —Era diferente para mí.
—Lo sé —respondió, pero ¿lo sabía? Si es así, ¿qué significaba que nunca hubiese mencionado que sabía cómo me hacía sentir? ¿Y por qué lo estaba haciendo algo ahora?
El ascensor finalmente bajó. Las puertas se abrieron, un grupo de muchachos salió y nosotros entramos. No hablamos en todo el camino hasta nuestro piso.
Cuando llegamos a la habitación, entré primero. Me dirigí a la ventana, observando el océano. Estaba tan oscuro que parecía negro.
Cerré los ojos cuando Hyukjae apareció detrás de mí y presionó la frente contra mi hombro, sosteniéndome por la cintura.
—No sé qué me pasó. Me mató el verte bailar con él. Sé que es estúpido, pero no podía dejar de pensar en que... eras mío... mi marido, mi Donghae, y en que esta es nuestra luna de miel.
Lo cual entiendo que es jodidamente desquiciado. Y se suponía que ibas a casarte con otro hombre. Esto no es nuestra luna de miel. Yo solo estoy aquí para pasarla bien.
Abrí la boca para contrarrestar lo que dijo, pero Hyukjae se anticipó, levantó el brazo y presionó sus dedos contra mis labios.
—Shh, no he terminado. Odiaba a Sungjeass y no precisamente porque hubiese hecho algo mal a excepción de tenerte.
Me mataba tener que apoyar tu matrimonio, ser tu padrino. No podía entender lo que estaba mal conmigo, solo sabía que se sentía mal. Porque te sentías como si fueras mío.
Mi corazón latía tan fuerte que comenzaba a preocuparme que fuera a atravesarme el pecho. Suspiré. ¿Cuántas veces había deseado que me dijera algo así? Había esperado y rezado para que Hyukjae me quisiera...
—Es porque estás celoso, no porque realmente me quieras. Te sentías inseguro porque no sabías lo que implicaría mi matrimonio para nuestra amistad, y eso hizo que tuvieras problemas con Sungje.
Ahora... no lo sé. Estás manejando muchos sentimientos confusos, eso es; Ah, y está el hecho de que estamos casados. Pero, todo eso no significa que quieras comenzar a besarme cuando ni siquiera te atraen los hombres.
—Me atraes tú.
Puse los ojos en blanco, aunque él no podía verme. —Soy un hombre, Hyukjae. Así no es cómo funcionan las cosas.
Él se apartó. —Lo sé. Joder, ¿crees que no lo sé? Me estoy volviendo loco, Hae. Todo lo que sé es que me he estado sintiendo... extraño acerca de todo desde hace un tiempo, me siento posesivo contigo y herido cuando estabas con otros y... Como te dije, esta noche seguía pensando en ti como mi esposo y que debería haber sido yo quién bailara contigo.
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Casado con mi mejor amigo- EunHae
RandomDonghae ha sido mi mejor amigo desde que teníamos dos años. Hacemos todo juntos, y es por eso que me sentí... extraño cuando a los dieciséis me enteré de que él era gay. ¿Cómo puede ser Donghae algo que yo no soy?