Capitulo 10.

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-Cielito, date una ducha, saldremos.

Sunoo suspiró resignado, su madre había entrado sin siquiera llamar. Se acurrucó entre sus sábanas, con ganas de seguir durmiendo.

-No quiero salir, mamá. - susurró somnoliento.

-Solo será un rato, iremos a cenar con la familia Yang. Ese chico, Jungwon, es tu compañero ¿cierto? No te aburrirás.

El corazón del rubio al oír "Yang" ya había comenzado a golpear fuertemente su pecho. Se levantó casualmente, fingiendo enojo.

-Como sea.

Su madre se retiró y pudo respirar tranquilamente, corrió a su armario para ver qué podría ponerse. Se quería ver guapo, se mentía a sí mismo diciendo que solo era para estar a la altura. En el fondo sabía perfectamente la razón.

El pantalón de colegio podía ocultar muchas cosas y Sunoo lo sabía. Su uniforme era grande, no podía hacer notoria su cintura pequeña y muslos grandes. También sabía que no era muy famoso entre las chicas por su actitud mandona, su apariencia no era la más masculina pero a él le gustaba ser así.

La primera vez que vio a Jungwon no había siquiera imaginado que éste era gay, no parecía serlo. Pero cuando lo vio con Ren no le cupo duda alguna. Si fuese un simple hetero curioso le daría asco ¿verdad?

Tampoco es como si lo supiera, él jamás había estado en una situación parecida.

Se apresuró en ducharse para luego vestirse y ver si había quedado bien.

Esos jeans eran tan ajustados y se veían tan bien en él. Se giró lentamente para apreciar su parte trasera y se rió al notar lo abultado de sus nalgas. Ese cuerpo no iba para nada con esa cara. Maquilló su rostro y ahora sus labios estaban en un rosa pálido, tenían un efecto hinchado.

Quizá besables.

Sunoo ahogó un grito de frustración al darse cuenta de lo que inconscientemente hacía. Estaba tratando de impresionar a Jungwon, eso le enojaba. ¿Cómo podía ser tan tonto? Aún recordaba la forma tan brusca con la que le había tratado, incluso pareció tenerle asco. Entendía a Jungwon, él mismo sabía que a veces llegaba a ser muy molesto, pero ya era así, era parte de su forma de ser, no podría cambiar ni aunque lo quisiera

Bufando fue con sus padres y hermana para partir. Al principio creyó que irían a la casa de los Yang otra vez, pero le desilusionó saber que simplemente se encontrarían en un restaurante.

Su hermana iba en el auto, contándoles los planes que tenía su prometido, tan ilusionada y sus padres tan contentos. Rodó los ojos y se concentró en mirar la ventana.

Le empezaba a causar envidia ya que él parecía ser el único solo a su alrededor.

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Risas, chistes, sonrisas y demás provenían de esa mesa. Sus padres parecían llevarse muy bien, al menos eso era bueno.

Sunoo jugaba con el delicado mantel, con la cabeza gacha mientras esperaban el postre. Jungwon estaba más alejado y su rostro inexpresivo estaba intacto. Lo miró de reojo solo para comprobar una vez más esa marca roja que tenía en la parte más baja de su oreja, estaba muy bien oculto.

"¿Acaso está saliendo con alguien?" se preguntó internamente.

De todos modos, eso no era de su incumbencia.

Le molestó que el pelinegro ni siquiera le haya mirado, sólo le lanzó un saludo rápido que parecía ser por obligación. Se sintió iluso por pensar que éste lo miraría más de la cuenta, bien sabía que no lo haría.

"𝗣𝗮𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora