CAPÍTULO 2: CAZADORES DE BRUJAS

3 1 0
                                    

El sonido de mi tono de llamada me despertó con un sobresalto. Gruñendo, doy manotazos a la mesilla intentando agarrar el teléfono.

—¡Buenos días, A...!
—Bella—digo—. Son las siete y media de la mañana y me tuviste trabajando hasta las cuatro ayer. Si no me das una buena razón para seguir jodiendo mi horario de sueño, juro que iré a tu casa y te cortaré la lengua.
—Por favor Apollito, no necesitas ser tan borde. Siempre tienes una actitud horrible por las mañanas...
—¿Qué coño quieres, Bella?
—Si sigues con esa actitud, jamás te echarás novia...
—BELLA
—Al menos yo no tendría como novio a alguien q...
—BE-LLA
—Ay, vale. Solo era una broma...—Puedo oírla mascar chicle y suspirar—. Quería preguntarte si sabes algo acerca del incidente 5-SJ-09.
—No mucho. Fue hace diez años, ¿Verdad? Yo era bastante joven por ese entonces...—Intento hacer que mi cerebro dormido haga algo de trabajo—. Si mal no recuerdo, fue este caso en el que un matrimonio fueron completamente descuartizados en frente de sus hijos.
—Exacto. Y ese caso tuvo un par de cosas muy raras.
—Sé que nunca encontraron al culpable, el arma del crimen, ni el medio por el que entró el culpable; pero supongo que no te refieres a eso—digo mientras me levanto para ir a hacerme un café.
—Bueno, eso también es raro; pero yo estaba pensando más en el hecho de que la hija pequeña del matrimonio salió completamente ilesa.
—Sí, eso es raro; pero agradecería que saltases directamente a la conclusión...No, de hecho creo que yo mismo saltaré a la conclusión. La hija pequeña es una bruja, ¿Verdad?
—¡Din, din, din!¡Premio para el señor Cronofilia!—Bella se ríe. Su risa casi me hace olvidar que me mata a trabajar durante semanas. Casi.
—Bueno, ¿Entonces cuál es el problema?—pregunto.
—¿Problemas?—pregunta ella, haciéndose la inocente.
—Bella, que nos conocemos.
—Bueeeenooo...Es que...Es posible...Que tooooodos los archivos sobre el caso hayan sido...¿Destruidos?
—...—Intento procesar lo que acabo de oír.
—¡Pero no es culpa mía!¡El inspector Hinsp estuvo a cargo del caso y destruyó cualquier tipo de información sobre ella!
—Vale, vale. Cálmate. ¿Tenemos fotos de cómo era la hija?
—¡Sí!¡Ahora mismo te las...!Espera. ¿Significa eso que...?
—Sí, Bella—digo sonriendo—. Sé que tu objetivo en la vida es resolver todos los casos que se dejaron sin cerrar antes de que existiese el Departamento de Asuntos Sobrenaturales. Y ya sabes que me encantaría ayudarte a cumplir ese sueño, así que cuenta conmigo.

Puedo oír sollozos desde el otro lado del teléfono. Podrá ser pesada, petulante y no dejar de incordiarme; pero aún así es mi compañera, mi amiga y una persona muy especial para mí. Supongo que, en el fondo, también me gusta ese lado pesadito suyo...

—¡Entonces te envío las fotos y quedamos luego, ¿Vale?!
—Claro. Nos vemos luego, Bella.
—Adios, Apollito. ¡Te quiero!

Bella cuelga. Sorbo mi café y pienso en lo último que me ha dicho:

—...“Te quiero”, eh...—Puedo notar como me va el corazón a mil. Maldita Bella—. En fin... Será mejor que me calme antes de que me de una taquicardia.

Ojos de BrujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora