Ojos de Bruja

CAPÍTULO 6: LA BRUJA, EL MAGO Y EL DEMONIO

Nevaba. Los copos danzaban a la luz del ocaso mientras una fina capa blanca cubría el suelo. Kay y yo esperábamos al inspector Iceman en nuestro punto de encuentro habitual, el callejón cercano al bar "El encuentro". Es otro de los puntos desde el que se puede acceder al Troia Hippos. Kay paseaba en círculos mientras observaba las huellas que dejaba sobre la nieve. Aunque sus manos y cara estaban rojos por el frío, a ella no parecía importarle. A diferencia de Diana, a Kay siempre le ha gustado el frío.

-¡Wyvern, Valkyrie!No me habéis estado esperando mucho tiempo, ¿Verdad?

El inspector Iceman llevaba una gabardina marrón larga que tan solo dejaba sus pies a la vista, que estaban embutidos en botas negras. Tiene la piel negra y un lustroso bigote que compensa su falta de pelo en la cabeza, ocultada por un sombrero "feridiora" del mismo color de la gabardina, cuyos botones trataban de contener la barriga del inspector, puesto que este se negaba a reconocer su existencia.

Nada más vernos, el inspector sonríe y nos da unas palmaditas en la cabeza, como cuando éramos niños.

-¡Feliz cumpleaños, señor Iceman!-dice Kay.
-Feliz cumpleaños, inspector-repito.
-Bueno, gracias.-El inspector se rasca la cabeza-. Aparte de Apollo, los del Troia Hippos sois los únicos que se molestan en acordarse de mi cumpleaños.
-¿No se lleva bien con nadie de la policía, señor Iceman?-pregunta Kay mientras empezamos a caminar.
-No desde que os ayudé en vuestro caso hace diez años. No hice nada malo, pero los demás me ven como una especie de traidor. Una panda de monos sin cerebro, eso es lo que son. Excepto Apollo, él es un buen chico. Una lástima...
-¿...?¿Lástima?-Kay ladea la cabeza.
-Conoció a esta chica... Belladonna Reficul.-El inspector frunce el ceño-. Un auténtico demonio. Se conocieron en el orfanato para víctimas de brujería y básicamente le comió el coco. Se aprovechó de él en su momento más bajo y le ha convertido en su secuaz en su pequeña cruzada contra las brujas... Os digo que algo está mal con ella, se notaba desde niña. Pero para Apollo es algo así como su salvadora, así que no hay manera de que lo vea. Un chico como él no debería estar el en departamento de asuntos sobrenaturales.
-Vaya...-Kay baja la cabeza-Eso es una pena... Pero de verdad hay malas personas en todos lados, ¿No...?
-Olvídalo, Kay.-Chasqueo la lengua con furia-. Gente así busca matar a las que son como tú, no merecen tu compasión.
-Tan inflexible como siempre, chaval-suspira el inspector. Pero no es mi culpa, empatizar con gente así solo hará que terminen matando a Kay.

Freno en seco. Nos siguen.
-Tenía que ser justo hoy...-murmuro.
-¿Cuántos son, chaval?
-Dos.-Me acerco lo más posible a Kay. Esta no dice nada, tan solo aprieta los labios con fuerza-. ¿No sabrá por casualidad quienes son?
-...Me lo imaginaba, pero no quería creerlo...De todos modos ya estaba preparado para este tipo de situación.
El inspector Iceman se gira.
-¡Apollo, Reficul!¡Las emboscadas en callejones ya están muy vistas!¡Salid de una vez!

Tras un breve instante, dos figuras salen de los callejones. Una pertenece a una chica pelirroja y la otra a un chico moreno. La chica sonríe alegremente mientras que el chico sostiene su cabeza con una mano con cara de cansancio.

-Inspector Iceman.-El chico, Apollo, comienza a hablar. Cada palabra está cargada con una nota de dolor, como si estuviese resistiendo algo con mucha fuerza-. No tenemos pensando decirle a nadie de su relación con la bruja, pero si interfiere con el arresto de Valkyrie Utopia nos veremos obligados a arrestarle por obstrucción a la justicia.
-¿Justicia...?¿Arrestar...?-Me rio secamente-. Vaya panda de chorradas. En todo caso hacéis trabajo de sicarios.
-A callar. Tampoco tengo nada en contra de los hijos de bruja, si cooperas podrás irte libremente-declara el cazador.
-Anda, que amable...-farfullo.
-¡Apolliiiitoooo!¡No me dejes fuera de la conversación!¡Yo también quiero decir frases guays!-chirría la cazadora.
Valkyrie se estremece. Hasta ese momento, había estado temblando de miedo, pero se repente puedo notar como una extraña furia brota de ella.
-...Parece que no podemos salir de está hablando tranquilamente, chaval.-Iceman suspira-¿Deberíamos activar el plan de escape?
-Sí. Ya sabes, Kay. Ve al Troia Hippos y Madame se encargará de que esta gente olvide todo sobre nosotros.

Kay asiente. Pongo la mano en mi pecho y agarro mi colgante. Más vale que todo ese entrenamiento haya valido la pena. Doy un pisotón y un montón de arena se alza desde el suelo. Sin perder el tiempo, empiezo a girarla, formando una pequeña tormenta de arena y nieve.

-¡¿EHHHHHHH?!¡¿Q-Qué es esto?!¡Se me está pegando en el pelooooo!-chilla la cazadora.
-¡¿...?!-El cazador gruñe y se cubre los ojos con el brazo.
-¡Bien hecho, cha...BLEEEERGH!-El inspector escupe la arena que se le había metido en la boca.

Kay sale corriendo. No necesita ojos para orientarse en mis tormentas. En nada llegará al Troia Hippos sin que los cazadores se den cuenta.

-Tch...¡No es justo!¡Los reportes no decían nada de ningún mago!¡Nuestras armas especiales no sirven para contrarrestar el animismo!
-Ciertamente. Los brujos y los magos se llevan a matar, era imposible saber que un mago y una bruja estarían cooperando, ¿Verdad?-No puedo evitar reírme-Ahora quedate quieta, en un momentito no os acordareis de nada de nosotros...
-Ohhh...Eso es malooo...Peeeerooooo...-Un escalofrío recorre mi espalda.Tengo un mal presentimiento-. ¿De verdad tenéis tiempo para mí?¿No os deberíais preocupar de vuestra amiguita...?
-¿Eh...?-No me da tiempo a procesar lo que ha dicho cuando oigo el grito del inspector.
-¡Mierda, Wyvern!¡Apollo no está!
-¡¿Eeeehhhh?!-Pero es cierto. Ya no puedo sentir la presencia del cazador. Pero no es posible. Estaba aquí hace un segundo y su presencia nunca se alejó, a diferencia de la de Valkyrie.
-Je, je, je...Todo a salido según el plan-Canta la cazadora felizmente.