Ojos de Bruja

CAPÍTULO 4:ENCUENTRO DESTINADO

El alba iba iluminando la ciudad de poco en poco, pero ni siquiera la luz del Sol se atrevía a enfrentarse a las tinieblas de los callejones del barrio de Tártaros, donde se encontraba la calle Crimson. Puede parecer que moverse por los callejones de un sitio como Tártaros es una mala idea, pero hay cierto dicho sobre estos callejones: "En las tinieblas del reino de los muertos es donde yacen las criaturas de la oscuridad". En realidad es bastante directo en su mensaje, al fin y al cabo hay un motivo por el que el Troia Hippos se encuentra oculto entre las callejuelas, y es que aquí es donde los seres sobrenaturales nos movemos, por eso la gente normal no se mete por aquí; lo que irónicamente las convierte en una de las zonas más seguras de Tártaros.

De cualquier modo, me muevo a través de los callejones hasta que consigo salir de Tártaros. Ahora me encuentro en la calle Turqouise. Camino durante un rato y me detengo frente a una tienda de música llamada "Bohemian Rapsody". Es una tienda que se especializa en música de hace treinta o cuarenta años; incluso yo, que no sé nada de música, entiendo lo impresionante que es la gran colección de vinilos que tienen expuestos. Cojo aire, y procedo a entrar en la tienda.

Paredes pintadas de azul oscuro, una colección de diversos tipos de tocadiscos en la zona izquierda de la tienda, camisetas y otros tipos de mercancía de distintas bandas expuestas a la derecha y, en la zona central, la colección de vinilos más grande que he visto en mi vida, perfectamente ordenados por estilo, dentro de estilo por banda y dentro de banda, por año. Cerca de la entrada hay un catálogo de objetos que no tienen expuestos en la tienda. Ahora mismo solo hay tres clientes: un señor enorme, barbudo y con tatuajes, un chico joven de piel morena y yo misma.

—Vale...—Me susurro a mi misma—. Al señor Iceman le gusta mucho la música rock, así que...

Me dirijo a la sección de rock y reviso en busca de la banda favorita del Sr. Iceman. El Sr. Iceman fue el inspector que llevó el caso de la muerte de nuestros padres y, a pesar de que dedujo la verdad acerca del caso, nos ayudó a mi hermano y a mí a ocultarnos de la prensa y la policía. Nos hizo desaparecer, se podría decir. "Wyvern Utopia" y "Valkyrie Utopia" no existen. También ayudó que un tal inspector Hinsp destruyese los archivos del caso, pero no estoy segura de que pasó allí. Fue gracias a él que descubrimos el Troia Hippos. Hemos mantenido el contacto con él y ha sido como un padre para nosotros. Es por eso que el día de su cumpleaños guardamos algo de dinero entre todos y le compramos un regalo...

—¡Hey!¡Hola!

Una voz detrás mío me sobresalta repentinamente, así que pego un grito y me doy la vuelta. El chico moreno me está hablando. Parece tener unos veinte años y mide aproximadamente 1,75. Usa unos pantalones deportivos negros, deportivas del mismo color y una sudadera blanca. Lleva las manos en los bolsillos de la misma. Tiene pelo castaño y ojos grises. Puedo notar como su cuerpo es ciertamente atlético, seguramente haga mucho deporte. Está sonriéndome. Puedo notar como mi ritmo cardíaco de dispara, mis manos empiezan a sudar y mis piernas flojean.

—¿Te gusta Lips?—Me señala la sección que estaba mirando—¡Tienes buen gusto!Están muy infravalorados.
—Eh... Mmm...—Mi cerebro se ha quedado en blanco. Puedo notar como mi cara se está poniendo completamente roja y como estoy empezando a entrar un poco en pánico—. No... O sea, sí; me gustan sus canciones, pero... Pero... No es para mí... Es para un... Un... Conocido...

El volumen de mi voz se va apagando a medida que hablo, pero él parece no darse cuenta o, al menos, lo ignora.

—¿Oh?Que curioso. Un conocido mío, el inspector Iceman también es muy fan suy...
—¡¿También conoces al inspector Iceman?!—El chico me mira con sorpresa —. ¡Uy!Mmmm... L-Lo siento...
—¿Tú también?Eso SÍ que es curioso...—El chico sonríe aún más—. En ese caso, déjame recomendarte este disco de aquí. Él todavía no lo tiene.
—Emmm... G-Gracias...—Cojo el disco que me señala y trato de irme lo más rápido posible—. H-Hasta luego...

El chico se despide de mí con la mano y yo pago el disco rápidamente, con lo que procedo a salir casi corriendo. Me alejo de la tienda lo más posible y me siento en un banco. Me quedo allí sentada hasta que mi corazón y respiracion se normalizan. Me siento como si se me hubiese gastado la batería.

—Uf...Uf...¿Por qué tengo que ser así?—Me pregunto a mí misma—. ¿No puedo tener una conversación normal sin parecer una rarita...?Ójala fuese más como Diana...

Suspiro. Seguro que el chico se ha sentido incómodo toda la conversación... Menudo desastre. Ahora que lo pienso con calma, el chico era bastante guapo. Su apariencia atlética, su piel ligeramente morena, el modo en el que sonreía; casi seductoramente, su voz suave y tranquila...

—¡Pero en qué estoy pensando!—Sacudo la cabeza. No es momento de pensar en tonterías, y seguro que a él no le apetece en lo más mínimo tener otra experiencia con alguien como yo, así que que importa.

Me repito esto mientras procedo a volver a casa. Pero, aún así, no puedo evitar preguntarme si podría volver a verle si vuelvo por aquí...

«Agh... Me estoy volviendo a poner roja...», pienso.