Hajime estaba con sus manos protegiéndose el rostro y sus ojos cerrados, pero cuando escuchó crujidos, abrió lentamente los ojos.
Miró a su alrededor con total asombro, lo primero que sus ojos captaron fue un enorme mural. Medía 10 metros de altura, y había una persona en el mural con rasgos andróginos que tenía una aureola detrás, un largo y suelto pelo rubio con una leve sonrisa. Una llanura cubierta de hierbas, un lago, y las montañas estaban dibujaras en el fondo, y la persona tenía sus brazos extendidos. Es un hermoso mural. Es un gran mural. Sin embargo, Hajime sintió que sus ojos eran algo fríos.
Cuando miró a su alrededor, se dio cuenta de que estaban en una enorme sala. Se preguntó si toda la sala estaba hecha de mármol. Todo el edificio tenía un liso brillo blanco, con enormes pilares tallados bellamente que lo aguantaban, y el techo con forma de cúpula. Todo el lugar parecía una catedral y la sala tenía un ambiente muy solemne.
Parecía que Hajime y el resto estaban en la parte superior de un pedestal que se encuentra en la zona más interior del edificio. Estaban en una posición más alta que sus alrededores. Sus compañeros de clase también observaron atónitos ante lo que estaban viendo. Al parecer, todos los estudiantes presentes en la clase fueron envueltos en la situación.
Hajime miró atrás, vio a Kaori mirando a sus alrededores confundida, al ver que no parecía herida, se sintió aliviado.
Tal vez, las personas que rodeaban el pedestal serían capaces de explicar la situación. Hajime y sus compañeros no eran los únicos aquí, había al menos unas 30 personas arrodilladas y orando con ambas manos en su pecho. Todos ellos vestían una túnica blanca bordada con oro, y con un bastón a su lado. La punta de las varas se extendía en forma de abanico, y varios discos colgaban a su alrededor formando un círculo.
Uno de los sacerdotes en particular, parecía tener unos 70 años, lo que hizo que destacase fue su muy formal sombrero de 30 cm de altura, y se acercó a ellos. Aún con su avanzada edad, vestía una llamativa túnica. Él podría haber pasado como alguien en sus 50 años, de no ser por las arrugas marcadas en su rostro.
El viejo sacerdote les habló con una voz clara y calmante, que se adecuaba a su apariencia, y con el bastón en mano.
"Bienvenidos a Tortus, nuestro Héroe y sus compatriotas. Les damos a todos la bienvenida. Me llamo Ishtar Lombard y soy el Papa de la Iglesia de los Santos. Llevémonos bien por favor."
Después de presentarse a sí mismo, revelo una sonrisa, generalmente asociada a las buenas personas de avanzada edad.
* * *
Actualmente, Hajime y el resto se estaban moviendo, pasaron a un enorme salón y vieron varias mesas de 10 metros alineadas en frente de ellos. Sin duda, la sala se había hecho con magníficos detalles. Desde la perspectiva de un laico, todas las obras en la sala se hicieron con técnicas magistrales. Probablemente este era el lugar donde iban a comer. El grupo de Kouki de 4 y la profesora Aiko se sentaron en los primeros asientos. Hajime se sentó en el último lugar.
Nadie hizo ningún ruido mientras eran guiados y sentados, sus cabezas estaban tratando de averiguar que les había pasado. Esperaban que Ishtar les explicase la situación, incluso Kouki con su EX carisma estaba en silencio pensando. Aiko-sensei, con los ojos llorosos, reunió a todos los estudiantes como un profesor debería hacer.
Cuando todos estaban sentados, con una asombrosa sincronización, entraron las sirvientas empujando carritos. ¡Oh sí, sirvientas de verdad! No como las viejas y gordas sirvientas que plagan la tierra. Estas son reales y verdaderamente hermosas, su belleza encarna los sueños de los hombres.
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ARIFURETA: Del Más Débil Al Más Fuerte Del Mundo
FantasyEntre la clase que fue transportada a otro mundo, Nagumo Hajime es un estudiante masculino ordinario sin ninguna ambición o aspiración en la vida, llamado «incompetente» por sus compañeros de clase. La clase es invocada a otro mundo para volverse hé...