CAP 10: FABRICACION DE ARMAS

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Las piedras luz iluminan las zonas circundantes.

La luz proyectó algunas sombras. Una de ellas tenía la silueta de alguien agachado en frente de una bestia mientras se podía escucharle masticar.

"Augh, Guu, esto es una mierda."

Hajime engulló la carne del lobo mientras se quejaba. La carne era muy dura, y la sangre salpicaba con cada mordisco, mientras la engullía. Esta fue su primera comida desde hace varias semanas. Su estomagó se sorprendió por recibir de repente la carne, y el dolor apareció en su tripa como signó de protesta. Hajime sabía que recibiría esta respuesta, la ignoró y siguió comiendo.

Su apariencia se veía muy salvaje. Si algún humano civilizado viese que estaba haciendo, le daría aversión. El desagradable olor y sabor causaría que perdiesen su apetito. Pero a Hajime no le importaba, porque estaba contento de poder comer, y continuó tragando sin temor.

Tras comer tanta carne, que su vientre se había hinchado, y beber el agua sagrada, que envidiaría la Iglesia de los Santos, un fenómeno anormal afectó a su cuerpo.

"¿Ah?... ¿¡Augh!?"

De repente un intenso dolor destrozó su cuerpo. La palabra erosión describiría a la perfección la horrible sensación que sentía. El dolor se intensificaba con el paso del tiempo.

"¡Guaa! Q-qué... ¡Guu!"

El agudísimo dolor corroía su cuerpo. Hajime golpeó el suelo debido a su dolor, que también le hizo olvidar sus dolores neuropáticos.

Con su temblorosa mano, Hajime la metió en su bolsillo para sacar un tubo de ensayo hecho de piedra, mordió el borde del tubo y se bebió su contenido. El agua sagrada comenzó a funcionar y el dolor se calmó, pero tras un corto tiempo la agonía continuaba.

"¡Higugaa! Pero qué... ¿no ha servido? ¡Augh!"

Su cuerpo comenzó a convulsionar por el dolor. Thump, Thump, su cuerpo palpitaba. Incluso se podían escuchar esos sonidos provenientes de su cuerpo.

Sin embargo, en el siguiente momento, las propiedades sanadoras del agua sagrada empezaron a regenerar su cuerpo. Cuando su cuerpo se curaba, el dolor volvía, y tendría que ser regenerado de nuevo.

Incluso el agua sagrada no podía mitigar los efectos, la tremenda habilidad curativa estaba sufriendo.

Hajime gritaba mientras agonizaba en el suelo. Golpeó repetidamente su cabeza contra el muro ante el interminable infierno. Aunque quisiese morir, nadie le concedería su deseo, y por eso tendría que soportar su tortura.

El cuerpo de Hajime comenzó a cambiar. Primero perdió el color del pelo, posiblemente porque el dolor haya sobrepasado su umbral del dolor, o por otra causa, ya que su negro pelo japonés se había vuelto completamente blanco. Siguiente, sus músculos y huesos comenzaron a fortalecerse, y líneas carmesí aparecieron por todo su cuerpo.

Este es el fenómeno de sobrecompensación muscular. Un proceso por el cual pasa el cuerpo cuando se entrenan sus músculos. Estos se rompen por su intensivo uso, y en orden de compensar y adaptarse al esfuerzo, se crean más músculos y más fuertes cuando el cuerpo se recupere. El mismo proceso ocurre con el esqueleto. El cuerpo de Hajime estaba pasando por este fenómeno.

 El cuerpo de Hajime estaba pasando por este fenómeno

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ARIFURETA: Del Más Débil Al Más Fuerte Del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora