ARIFURETA: Del Más Débil Al Más Fuerte Del Mundo

CAP 110: COTILLEOS, LOS EVENTOS DE UN SOLO DIA III

Ocaso.

El cielo rojo se extendía, las sombras de las personas estaban volviéndose más finas mientras se estiraban, la sombra de una persona se detuvo delante de un enorme monumento de piedra, hecho de las piedras procedentes de la cordillera al noroeste del palacio real.

“Lo siento…”

Cierto, la sombra de la persona que murmuraba era de Aiko.

El elevado monumento delante de ella, era uno dedicado a los fieles que murieron en batalla (Una torre que simbolizaba los agradecimientos a las almas que murieron mientras eran leales a su país). Fue creado por las personas que murieron en acción, y las víctimas que realizaron sus deberes en lealtad al Reino, sus nombres fueron grabados aquí sin excepción. Incluso ahora, hay un montón de ofrendas de flores y recuerdos delante del monumento dejados por las personas para aquellos que han muerto.

En este momento, aunque está sin confirmar cómo se tallaron los nombres de tantas personas en la piedra, sin embargo, el nombre de Meld también se añadió aquí.

Aiko cuidadosamente colocó las armas entre los recuerdos dejados. Eran una espada y lanza occidental, estaban dañadas. Eran los artefactos de los estudiantes de Aiko, que fallecieron——Daisuke Hiyama y Reiichi Kondo.

Aiko expresó su confesión mientras estaba sola, sólo con qué debería estar en conflicto. No fui capaz de llevar a Hiyama y a los demás de vuelta a Japón, o, porque uno de mis estudiantes causó que muchas personas mueran, o, con todo, incluyendo lo que he hecho……

Mientras Aiko estaba cabizbaja con una abatida atmósfera, ella permanecía de pie, como si estuviera soportando algo, ~Za zaa~, resonaban unos pasos. Los violentos sonidos que hacían eco, eran probablemente para informar intencionadamente a los demás de que su presencia se acercaba. Normalmente, él no haría este tipo de ruidos.

Aiko se sorprendió y levantó la cara por el sonido.

“Nagumo-kun……”

“Qué casualidad, Sensei.”

Lo antes estaba haciendo ese ruido fue Hajime. Sus ojos se iluminaron por el brillo del sol naranja que se ponía, y miró directamente a Aiko. Él tenía flores en la mano. Es obvio ver que estaba allí para ofrecer las flores como tributos. Aiko mostró una expresión ligeramente imprevista hacia sus acciones.

Hajime se dio cuenta de la expresión de Aiko y supuso que ella probablemente se preguntaba lo que él estaba planeando hacer, y con una forzada sonrisa, él colocó las flores sobre la plataforma de ofrendas florales.

“Incluso yo me siento un poco de luto por los muertos, ¿Sensei?”

“¿Eh? Ah, no, quiero, decir, yo particularmente no……”

Hajime de repente habló a Aiko con una voz inesperadamente deplorable, lo que causó que ella se agite y trate de engañarlo al agitar sus manos hacia adelante y atrás a toda prisa. Entonces, Hajime se encogió de hombros, como si fuera una broma, y se quedó de pie, en silencio, al lado de Aiko.

Mientras Aiko con frecuencia le echaba miradas, parecía que Hajime estaba mirando al enorme monumento de piedra, y particularmente la ignoraba, tampoco parecía tener ninguna señal de hablar. De alguna manera, el silencio de repente cubrió la zona y Aiko decidió iniciar una conversación con desgana.