17 | Ni siquiera la distancia

123 25 4
                                    

Stella

—Quédate —me atrae hacía él y hunde su cabeza en mi cuello.

Sabía que, si accedía a dormir con él, salir de la cama iba a ser un reto.

—Tengo clases, Erick.

—No pasa nada si te pierdes unas cuantas.

—Hablo en serio —puedo sentir como sonríe sobre mi cuello.

—¿Y qué te hace pensar que yo no?

—Erick.

—De acuerdo —se apartó para mirarme—. Pero seguiremos mi plan y no quiero quejas.

No mintió, me prestó su sudadera, unos lentes y me sacó del dormitorio sin que nadie notara que soy una chica, igual creo que los chicos no prestan mucha atención a quién sale de los dormitorios. Salir fue sencillo, lo complicado fue lidiar con los reclamos de Fernanda cuando entré a la habitación.

«¿Por qué no llegaste?»

«¿Te has puesto a pensar en lo asustada que estaba?»

«Tenía algo muy importante que decirte y tú decides desaparecer»

Ni siquiera preguntó en dónde pasé la noche o si estaba bien, después de un par de reclamos supongo que se cansó de hablar, solo tomó sus cosas y se fue, igual era algo a lo que no quería prestar mucha atención.

Seguí con mis clases de manera habitual y fue extraño no ver a Javi, por más que intentaba convencerme de que no estaba porque se había tomado el día o seguía dormido, en el fondo sabía la verdad: ya no lo vería.

Intenté centrarme en las clases tanto como pude, tenía un promedio que mantener, exámenes que resolver y proyectos pendientes, sería mejor enfocarnos en eso por ahora.

—Stella, ¿puedes esperar un momento? —me detiene la maestra antes de salir y recibo un par de miradas por parte de los chicos que van saliendo.

—Claro —espera a que todos estén fuera—. ¿Estoy en problemas?

—Todo lo contrario, ¿recuerdas el último proyecto que hiciste en colaboración con los chicos de actuación?

—Sí —que vergonzoso recordarlo—, el video deprimente.

—Es un vídeo muy bueno, estuviste encargada de dirigirlo y creaste algo increíble, necesito que me lo envíes, tengo que publicarlo.

—¿Cómo dice?

—Me lo ha pedido el director, es para la página de la escuela, se están exponiendo algunos trabajos.

—No creo que sea mi mejor trabajo, si le soy sincera.

—Tonterías, es bueno, lo necesito ahora debes tenerlo en el teléfono, ¿no?

Es mi maestra, mucho no puedo discutir.

—Sí, se lo enviaré.

—Una cosa más —hace una mueca—. El director te está esperando en su oficina.

Puede estar relacionado con mi incidente, las drogas, que Javi se vaya, que descubrió que pasé la noche en el edificio de chicos, hay muchas cosas.

—¿Alguna idea de qué quiere decirme?

—No. —Se encoje de hombros—. Solo me pidió que te avisara.

—Bien, gracias.

Mientras voy de camino a la oficina le envío el vídeo a la maestra, si van a poner mi nombre seguido de la palabra «dirigido por» me gustaría que fuera en un mejor trabajo, pero qué se le hace. Llamo a la puerta del director una vez que llego y escucho un «pase» bastante seco.

Escapando del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora