30 | Tratando de sacarte de mi mente

87 14 4
                                    

Stella

—Te prometo que escucharte es mi parte favorita del día, Stella.

—Es que siento que estoy usando palabras extrañas, de verdad no quiero aburrirte, Alan.

—No creo que puedas llegar a aburrirme.

Habíamos estado hablando durante esta semana, me sentía menos estresada hablando con él, cada quien seguía haciendo sus cosas, pero nos manteníamos comunicados. Me decía tantas cosas lindas y mostraba un interés autentico en mí.

Había dos cosas que no podía ocultarme a mí misma. La primera es que me gustaba hablar con Alan y pasar tiempo con él, me sentía bien a su lado.

Lo segundo es que, por mucho que lo intentara había algo que no me dejaba disfrutar del todo lo que teníamos, o lo que estamos construyendo. Mi felicidad era genuina, no tenía que pretender ser alguien que no soy con él, pero seguía sintiéndome vacía de alguna manera.

—¿Cómo van las ventas de la tienda?

—Han mejorado bastante, te sorprendería ver cuántas personas se acercan para comprar vinilos.

—Déjame adivinar —intento contener la risa—. ¿Solo personas de la tercera edad?

—No te burles, he tenido uno que otro cliente joven, el domingo pasado entraron dos chicos y se veían muy interesados en comprar algo, querían regresar al siguiente día, pero les dije que tenía una salida y hablando de eso, ¿lista para la cena de hoy? Seguro que Zach ya te extraña —bromea.

Alan y yo no habíamos coincidido mucho esta semana en horarios, así que recién hoy se nos presentó la oportunidad de volver a salir. A lo largo de esta semana estuve yendo al bar con Danna, conocimos un poco más a Zach y puede que un poco de la amplia variedad de bebidas que tenía.

Danna se volvió una fan de sus hamburguesas y yo de las presentaciones en vivo, descubrimos que, hasta hace poco, Adam estaba tocando en ese mismo bar, ahora se está ganando mucha fama con la banda que formó: Hidden.

—O tal vez ya se hartó de nosotras.

—No creo que alguien pueda hartarse de sus clientes frecuentes, representas dinero para él.

—Y seguro que solo por eso nos tolera —añado entre risas.

—Estoy seguro que las aprecia a ambas —escucho ruidos afuera.

—Lo siento es Danna, tengo que colgar, te veo en la noche.

—Claro.

Dejo el móvil en la cama y pongo la laptop en mis piernas, Danna entra irradiando felicidad.

—Hola, amiga, ¿hablabas con alguien?

—Con nadie —entrecierra los ojos—. Conmigo misma, de hecho. Estaba terminando de planificar unas cosas ya que mañana es viernes y tengo que reunirme con Cory.

—Ah, perfecto —llega hasta la cama para acostarse y no deja de sonreír.

—Seguro que estuviste con Hugo, ¿ahora sí es oficial?

—Es oficial, estamos juntos —habla en un tono mucho más agudo.

—¡Por fin! Yo sabía que Hugo tenía un poco de cerebro, no iba a perder a una chica tan maravillosa como tú.

—Aww, Stella, te has vuelto más sentimental desde que llegaste, esta ciudad hace milagros.

—Oye —le aviento un cojín—. Siempre te he dicho lo importante que eres y no solo para mí.

Esta vez asiente y se levanta para sentarse a mi lado, me toma por sorpresa que me abrace, en serio está emocionada por algo.

—Quiero decirte que eres mi mejor amiga, Stella. Nunca creí encontrar una amistad tan sincera como la tuya.

Escapando del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora