ミ「10」Tarjeta Roja

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El amor es una ruleta de emociones qué tiene distintos lados, positivos, negativos y los que puedes dañar a la persona que amas, tiene miles de preguntas sobre si realmente es un sentimiento agradable o si es uno doloroso.

Lo que si se sabe con certeza es que cuando estás enamorado, es muy difícil pensar con claridad las cosas y actúas por impulso.

Eso le había pasado a él, actuó por impulso sin pensar en las consecuencias y dañó a la persona que amaba de manera inconsciente.

Pero no tenía la valentía para decirle lo que había hecho, porque sabía dentro suyo que nada sería igual más adelante.

9:30 p.m.
30 minutos antes de la tarjeta roja.

¡Y así fue cómo conocí a mi canelita! — Después del karaoke, mantenían una conversación tranquila de anécdotas de cómo conocieron a otros fuera del fútbol, unas graciosas y otras que parecieran imposibles, la de Neymar por ejemplo.

¡¿QUÉ?!, ¡¿Te enamoraste de Saúl porque te dio un madrazo?! — Chicharito y Diego recuperaban la respiración por reírse tanto, Ochoa en cambio, sonreía casi al borde de soltar una carcajadas, los demás estaban igual.

¿De qué se ríen culeros?, pinche Guardado si tú cuando conociste a Rafa ni disimulaste en la entrevista — Reclamó Lozano también llorando por lo divertido qué habían sido las anécdotas.

Andrés todo pendejo diciendo: "¡estaba guapísimo!", ya casi le decías a la prensa "¡quiero que me coja y me haga su vieja!" — Contó Ochoa para luego soltar esa risa y provocar qué el centrocampista le propinara un par manotazos por la vergüenza qué sentía, Márquez solo miraba divertido todo.

¡Se lo sabroseaba el muy cabrón!, ¡tan tímido qué parecías y ahorita quién te viera! — Gritó Chicha mientras se escondía detrás del portugués y los demás le seguían la corriente.

Entre el entrenamiento del momento, el guardameta argentino permanecía en silencio fingiendo prestar atención, pero en realidad estaba mirando la sonrisa del arquero mexicano a su lado, no podía soportar más esconder ese sentimiento que lo carcomia por dentro, desde el mundial había desarrollado un interés en ese hombre de rizos qué no se daba por vencido.

Hoy debía decirle, antes de que alguien más se le adelantara.

Hey ricitos, ¿podrías venir un momento conmigo?, juro que no tardaremos mucho es solo que necesito decirte algo importante pero en privado

El mexicano volteó a mirarle y asintió, solo sería un momento.

Después todo, nada saldría mal.

Solo sería una conversación de corta duración con un buen final.

¿Verdad?

¿Verdad?

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¿Seguimos hablando de goles? - Harem OchoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora