Fav Shipp: Shin soukoku.

Pelea

Esto contiene spoilers del manga.

Atsushi estaba molesto. No, más bien estaba furioso, no podía creer lo que había hecho Akutagawa, la forma en la que se fue sin preguntarle su opinión o recibir un poco de su ayuda, era una estupidez lo que había hecho.

Atsushi jamás se había enojado tanto, es más ahora le estaba gritando a Akutagawa, — ¡Eres egoísta!, ¡No puedes tomar todas las decisiones de esta relación! — era lo que le decía, pero Akutagawa no le contestaba, — ¿¡Por qué jamás me pides la opinión en cosas como estás!? ¡No leo la mente para saber que estás pensando! — agrego a su regaño, al mismo tiempo que su vista se estaba nublado por las lágrimas que se unían en sus ojos, — ¿¡Por qué me haces esto!? — le pregunto, pero seguía sin recibir respuesta, en ese momento su voz se empezó a quebrar, ya no tenía fuerzas para mantenerse fuerza, es más su garganta le dolía, por tanto, gritar y por intentar contener los sollozos, — Akutagawa... — llamó a su amado otra vez, esperando que dijera algo, pero no recibió ninguna respuesta.
— Por favor... — en ese momento las piernas de Atsushi le fallaron y termino por ponerse de rodillas, — Te lo ruego... — comenzó a rogar, pero Akutagawa no respondió, — Vuelve... No te vayas... Quédate conmigo — pidió Atsushi, ya le era cada vez más difícil poder hablar, sentía como si algo se estuviera rompiendo dentro suyo, — Te amo... No me dejes... — le pidió, pero ya era demasiado tarde Akutagawa no podía cambiar nada, tenía que irse, — ¡Por favor! — grito una vez más, era la última fuerza que tenía reunida, pero siguió sin respuesta.

Aunque en defensa de Ryunosuke, los muertos no hablan.

Atsushi le estaba gritando a una tumba, estaba peleando con su amado que había muerto en la pelea contra Fukuchi.
“Tú me juraste que estaríamos siempre juntos” pensó Atsushi, no había nadie con quien pelear, a quien discutir todo lo que pasó en esa batalla, en como Akutagawa prefirió salvar a su pareja que su propia vida, para algunos, algo noble, pero para Atsushi eso fue horrible, sentía como si una parte de él hubiera sido arrancada. Estaba sangrando, cada día era un martirio, no podía parar de llorar, la comida sabía seca, el sol se había vuelto molesto, su propia respiración le causaba dolor, la única forma de calmar su dolor era con la gabardina de Akutagawa, se abrigaba en ella, solo para el final terminar gritando igual que un animal a punto de la muerte, pero seguía vivo, cada mañana tenía que despertar, encontrarse con las cosas de su amado, con el hogar que compartían, ver su taza de té, las fotografías puestas en los muros, la cama matrimonial que se sentía igual que un ataúd cada noche en dónde lo mejor era dormirse en el sofá, bueno si dormir es lo mismo que desmayarse de dolor, ya que así se sentía, llorar hasta sentir que cada parte de él agonizaba.

Y aun de esta forma eso no era lo peor, sino que discutía con el recuerdo de su amado, a veces deseaba tirar todo a la basura, no quería recordar a Akutagawa, pero al mismo tiempo lo amaba, extrañaba tanto su presencia, discutir con él, gritarle, pelear, besarlo, reír juntos y perdonarse, pero ahora ¿Con quién hacía eso? Tenía un espejismo, jamás podría librarse de Akutagawa, pero nunca podría recuperarlo, era una discusión eterna en dónde deseaba perdonarlo, pero al mismo tiempo no lo quería.

Lo odiaba tanto que deseaba tenerlo enfrente para golpearlo por lo que le hizo.

Pero lo amaba tanto que lo único que deseaba verlo, besarlo y jamás separarse.

Era como una de sus clásicos peleas, en dónde quería estar con él para decirle cómo lo hizo sentir, pero también deseaba estar en sus brazos, olvidar la discusión e irse a dormir juntos.

Quería hacer eso, dormir y a la mañana siguiente verlo, pero no podía, lo único que hacía era gritarle a un recuerdo, Akutagawa jamás volvería y Atsushi estaba actuando como un loco, era consiste de eso, pero aun así quería verlo, aunque fuera nada más para pelear.

Si ya saben cómo soy, para que me invitan