Ming. Cap 11.

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Al llegar a Ming decidí ir en encubierto.

Ya que una joven chica que viaja sin protección puede ser considerado de mal gusto y no quiero que en el camino me ataquen y tenga que eliminarlos así que...

¡Me vestí de hombre!. ¡Jajaja!.

Recogí mi pelo en una coleta con un adorno que lo sujetaba con un largo ornamento horizontal, me puse un hanfu de color platino con adornos de nubes y amarré mi pecho con una venda.

Me miré en el espejo satisfecha aunque un poco apretada cuando respiraba.

Al llegar decidí comprar una casa, digo, mansión alejada de los humanos, así no se entrometen en mi asuntos.

Tomé un abanico para ocultar mi rostro para salí a dar una vuelta por la ciudad.

Ya en el lugar fui al mercado que parecía muy concurrido a pesar de ser tan temprano en la mañana.

La venta de comida, especias, telas, vestidos , ornamentos, maquillaje, joyas, entre muchas cosas brillaban por doquier y trataban de competir entre sus dueños.

Solo vine a observar y a escuchar.

Y no hay mejor sitio que una casa de té.

Me senté y pedí el mejor té con guarniciones para escuchar a las personas parlotear.

Hombre 1:¿Te enteraste?. El segundo de hijo de la mansión Han se alistó al ejército. Dicen que lo obligaron por ser tan rebelde.--Susurró.--

Hombre 2:Pobre joven, pero yo oí que lo mandaron a la frontera y en esta época hace mucho frío. Tanto que las carreteras están tapadas.--Le siguió el chisme.--

Tch, no necesito esto.

Mujer 1:Dicen que la tercera señorita de la casa Gong huyó con un amante. De seguro que su familia debe estar angustiada.--Dijo en un lamento.--

Mujer 2:Sin duda, pero creo que hace unos días lograron encontrarla. Dicen que su estado fue horrible. Pobrecita, fue engañada.--Susurró.--

Por aquí nada.

Solo chismes sin sentido.

Cojo la copa y tomo un pequeño sorbo que refrescó mi paladar.

Es cuando dos jóvenes se acercan a mí.

Joven 1:Disculpe, joven señor. ¿Podemos sentarnos con usted?. Se acabaron los asientos y estamos cansados.--Pidió.--

Sentsuki:No sé preocupen, pueden sentarse.--Le concedí el asiento.--

Joven 1:Gracias.--Se inclina y se sientan para pedir.--

Yo sigo con lo mío pero el segundo joven me mira detenidamente.

¿Por qué esa mirada?. ¿Acaso se percató de que soy mujer?.

Sentsuki:¿Pasa algo?.--Pregunté.--

Joven 2:N-no.--Baja la vista.--

Que raro es...

Mejor me voy.

Pagué mi parte y salgo de la posada.

Voy por las calles y me percato la diferencia cultural. Era algo interesante.

Es cuando veo a gente agrupada frente a una tienda.

¿Estarán vendiendo algo interesante?.

Me acerco para ver pero fruncí mi seño ligeramente al ver lo que había arriba de la tienda eran partes de monstruos, cabezas, extremidades. ¿Quién en su sano juicio lo pondría dónde incluso los niños pueden verlo?. ¿No tienen escrúpulos?.

Inuyasha: La hermana mayor de los Inugami.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora