Madurez. Cap 9.

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La semana antes de mi fiesta de madurez se fue tan rápido antes de que lo pensara.

En el exterior no mostraba nada pero estaba nerviosa.

Las sirvientas me levantaron temprano y prepararon un extravagante baño.

Frotaron mi piel con una especie de esponja para lustrar aún más mi piel de porcelana.

Para cuándo salí pude mirar mi antebrazo.

Estaba más blanco y suave de lo normal.

Y mi piel olía fenomenal.

Seguido empezaron a vestirme.

Desde la ropa interior hasta la última capa del kimono.

Supe que desde este momento mi vestimenta sufriría cambios pero no sabía que mi ropa interior también.

Tragué saliva al ver lo que parecía un tipo de falda sin nada abajo.

Era un falda corta sin nada que poner adentro.

¿Así es como las mujeres de alta cuna se vestían?.

¡Pero si no hay diferencia alguna en no llevar nada!.

¿Eso significa que tengo que saludar a los invitados así?.

¡Que vergüenza!.

Y eso solo era el comienzo ya que la parte superior consistía en una venda enrollada en el busto.

¡Así no se puede vivir!.

No tengo un busto grande pero tampoco uno pequeño. Estoy en el medio y eso que me falta crecer un poco más.

Pero esto asfixia.

Lo siguiente que sucede son las capas y capas y capas de kimono de diferentes colores.

Sino fuera por mi fuerza sobrehumana les aseguro que no podría caminar.

El kimono de mi madre fue el último en ponerse. El más hermoso siempre se pone al final.

Todo por ahora a ido bien pero viene la parte más engorrosa.

El maquillaje.

Una cantidad de capas de polvo blanco me es puesta desde el inicio del cuello hasta la frente.

Me aguanté de no estornudar un montón de veces.

Lo siguiente mi labios y mejillas.

Ya para esa parte me dolía hasta el codo.

Pero todavía no ha terminado.

Una sirvienta empieza a pulir mis uñas mientras que otra saca una caja.

Ahora toca el peinado.

Para eso tres sirvientas me rodean y empiezan a levantar y peinar poco mi largo pelo.

Van colocando cada ornamento mientras  fijan el cabello con cintas.

El efecto final fue hermoso.

Gran parte de mi cabello se dejo como estaba mientras que los demás se fijaron con ornamentos y cintas.

Ya con todo esto concluido tuve que esperar.

Me pregunto cuando traerá algo de comer.

No he probado bocado desde que me levanté y eso fue hace cuatro horas.

Tocan a la puerta y seguido la abre.

Irasue:¿Estás lista?. No, estúpida pregunta. Estás hermosa.--Halagó.--Ven déjame verte.

Inuyasha: La hermana mayor de los Inugami.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora