XII

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—¿Quién es?

—¿Para que mierdas preguntas si de todas formas vas abrir?

—¿Que diablos hice mal para merecer una visita tuya?

—Créeme que tampoco es agradable verte, Todoroki.

—¿Y bien? ¿Que quieres, Bakugou?

—Venía por petición de t/n, dijo que debía darme una lista de cosas que no se que de Haruko.

—La lista de sus alergias ¿y así te dices ser su padre?

—¿Que mierdas quieres decir con eso?

—Sabes que quiero decir, pero eso no es lo importante toma, esta es la lista donde vienen sus alergias y—

—¡Déjate de mierdas! ¡No tienes ningún derecho de decir eso!

—Mira no estoy de humor para tus tonterías, así que si no tienes algo mejor que hacer, vete.

—¿Donde esta t/n? quiero hablar con ella— reprocho con su tono molesto de siempre.

—No sé donde está, así que vete.

—Solo me haces perder el tiempo, pero yo que tú estaría más al pendiente de donde esta t/n, ya sabes que los malos hábitos nunca se pierden.

—¿Qué quieres decir con eso?— pregunté comenzando a enojarme por sus estúpidos comentarios.

—Sabes que quiero decir— repitió mis palabras con una estúpida sonrisa arrogante.

Guardé silencio unos segundos, tratando con todas mis fuerzas de no decir ninguna de las tantas estupideces que podría decir para callarle la boca.  Lo vi tomar la hoja con tanta indiferencia como si fuera algo sin importancia, tan tranquilo que ni siquiera preguntó cómo era que sabíamos que tenía alergias, ni qué sucedía si comía algo de eso; lo odie, odie su comportamiento tanto de antes como ahora, tanto fue mi enojo que no me di cuenta hasta que bakugo se detuvo de golpe de lo que había dicho.

—¿Qué?

—Que si tengo derecho a juzgar tu intento de padre, porque si no te has dado cuenta yo sé más acerca de tu hija que tú.

—¿Y piensas culparme por eso? ¡Yo nisiquiera sabia que existia! ¿Y sabes porque no sabía? ¡Porque la puta de mi novia decidió engañarme conti—

No pensé solo actúe, cuando menos me dí cuenta mi puño ya estaba en su cara, no quería que las cosas escalaran hasta este punto, pero el hecho de que siguiera llamando a t/n de esa maldita forma era odioso ¿quien le dio el derecho de insultarla? Era obvio que bakugo no dejaría las cosas así y en menos de un segundo los golpes y forcejeos entre ambos se hizo presentes, era una pelea absurda e incluso infantil, pero llevábamos tanto tiempo posponiendo esta pelea que ninguno fue capaz de evitarlo.

Nunca logré deshacerme del coraje que me hizo pasar el día que corrió a t/n de su casa y llegó a la mía hecha un mar de lágrimas, ella no merecía eso. Jamás le devolvi el golpe que me dio por haberme acostado con su novia, tampoco le rompi la boca por hablar pestes de ella y nunca le insulte tanto como él lo hizo con t/n. ¡Él nunca pagó por lo que hizo! 

En un descuido bakugou logró colocarse arriba de mi.

—¡Así como se acosto contigo estando conmigo se acuesta con otros hombre estando contigo! ¡Porque ella es una maldita puta que no sabe lo que es amar!

Sus palabras llenas de odio y veneno logro enfurecerme más de lo que alguna vez odie a mi padre, fue demasiado fácil cambiar lugares con él y comenzar a golpear su cara con fuerza que no era capaz de medir, por un segundo olvide la promesa que le hice y solo me concentre en hacerle ver a ese idiota lo equivocado que estaba.

Antes del atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora