XVIII

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— Creí que te arrepentirías —comentó la chica levantándose del sillón de aquella lujosa recamara—. Un gusto volver a verte, Todoroki.

— ¿Arrepentirme? ¿De verte?— preguntó juguetón el bicolor entregando un ramo a la chica— Eso nunca.

— ¿Flores? ¿Es enserio?

— Creí que te gustarían, que yo recordara amabas el significado de las flores.

— ¿Y qué significan las rosas azules?

— Te lo explico después, ahora lo importante es saber si mi mejor amiga sigue molesta conmigo.

— ¿Ahora si soy tu mejor amiga? Creí que era solamente la chica que te gustaba.

— Lo eres, también mi mejor amiga y en realidad lo eres todo para mí, por eso no puedo soportar esta distancia entre los dos.

— ¿Lo soy todo? ¿Entonces porque me mentiste todo este tiempo? Todoroki, te extrañe pero sigo muy molesta contigo.

— Lo sé, yo nunca quise mentirte, eso te lo puedo jurar.

— ¿Entonces porque lo hiciste?

— Porque intente de todo para olvidarte, para poder ser ese amigo que tu deseabas, compartir tus momentos felices y poder aceptar que nunca me mirarías como lo ves a él, pero no lo logre.

El cuarto quedó en silencio, mientras que t/n esperaba por más, el mayor buscaba las palabras correctas, intentaba con desesperación decir lo que sentía sin volver a cagarla como la última vez. Tomó asiento en aquel sillón donde antes estaba ella, ladeando su cabeza en señal de invitación y espero hasta que estuvo a su lado para continuar.

— Perdona por lo de la última vez, te grite sin razón, fue la primera vez que te contaba todo lo que en verdad sentía y se me fue de las manos, no era verdad.

— ¿El qué?

— Todas las idioteces que te dije, sí, me dolía verte con él pero nunca desee que terminaran, te veías muy feliz.

— Soy muy feliz con él, pero me haces mucha falta, volvamos a ser amigos por favor.

— Oh mi buen amor, ¿después de todo, quieres que sea tu amigo? —Preguntó con los ojos llenos de lágrimas, toma la mano de su mejor amiga y la beso— Pues, amiga, dime ¿cómo borro esto que siento?

La distancia entre ambos desapareció, Todoroki no soporto el dolor en su pecho y se permitió liberar todo ese dolor que cargo durante los años de esa amistad; la chica no perdió tiempo y se abalanzo hacia el chico cubriendo su cuerpo con un cálido abrazo.

— Perdón, perdóname yo no quería esto, yo solo quería estar a tu lado, perdón.

El mayor se disculpaba entre sollozos por todo el problema que causaba, en ningún momento se permitió alejarse de los cálidos abrazos que intentaban consolarlo.

— No es tu culpa, no somos capaces de controlar lo que sentimos.

Ambos se permitieron estar así un momento más, cada uno en su mundo intentando resolver sus problemas mentales que le provocaron toda esta situación. Mientras que el menor de los Todorokis buscaba la mejor manera de olvidar sus sentimientos en lo más profundo de su ser para poder seguir a su lado, pero ahora que los había liberado no encontraba manera de volver a encerrarlos.

Por otro lado la chica había logrado encontrar lo que sería lo mejor para los dos, aunque para eso necesitaba el consentimiento del chico.

— ¿Me amas? —preguntó separando al chico, necesitaba verlo a los ojos.

Antes del atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora