No quería dejarte ir.

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Razones por la que no queremos irnos.

No quería que te fueras porque eras mi lugar seguro.

No quería que te fueras porque pensé que siempre nos amaríamos con la misma intensidad.

No quería que te fueras porque me gustaba el futuro que veía estando a tu lado.

No quería que te fueras porque pensé que nunca volvería a sentir lo que sentía estando contigo.

No quería que te fueras porque pensaba que, aunque me habías dejado de amar lo volverías a hacer.

No quería que te fueras porque pasa el tiempo y aun sigo queriendo volver a ti.

Todo pasa por una razón...

Las personas cambian constantemente y aunque a veces eso nos lastima es una manera en la que podemos aprender a dejar ir.

Las cosas salen mal o nos salen mal y de esta manera aprendemos a apreciar cuando están bien.

Una cosa que aprendí es que debes centrarte en el presente, las personas no son para siempre.

Aunque esta sea una afirmación difícil de aceptar, poniendo como ejemplo las relaciones de pareja, nadie es eterno y aunque no debemos centrarnos en el hecho de que en algún momento se van a ir es algo de lo que debemos de estar conscientes.

Disfruta tu presente porque el futuro es incierto, no olvides por completo el pasado porque debemos de aprender de el, pero no permitas que te frene, no podremos recuperar el tiempo perdido y mucho menos a las personas perdidas.

En algunas ocasiones las cosas buenas se derrumban, pero este es el paso a que mejores cosas puedan llegar.

En el momento en que aceptas que ya no vas a volver a ser la misma, que eres un ser vulnerable y sobre todo que no somos seres perfectos llega a ti la confirmación de que el hecho de tocar fondo hace que seas diferente, tienes que ser diferente, crecer más allá de lo que creías posible.

Tu valor solo lo defines tu.

Llegará el día en que te des cuenta de que en realidad no perdiste nada, las cosas pasan de esa manera porque así entendemos que no debemos retener nada y debemos dejar que las cosas fluyan como deben hacerlo.

Así como algunas cosas se van otras van a llegar para mejor.

El problema es que muchas veces no es que no podamos dejar ir a la otra persona o superarlo, el problema es que no queremos.

Sabemos que la otra persona es el problema creas en tu mente soluciones a una cosa que no puede ser resuelta.

Entiende que no podemos sanar en el mismo lugar donde fuimos rotos.

El problema no está en el poder, está en el querer.

Dejar ir a veces significa admitir que lo que querías que pasara no va a pasar, la parte fácil es soltar lo que nos dolía, lo que no soltamos son los planes que creamos, la esperanza del futuro que creaste para ustedes, el sentimiento que tenías cuando comenzó la relación, ya no lo tienes, pero no lo sueltas.

¿Por qué?

Mantenemos la esperanza de que cambie de opinión, que nos busquen, escriban, tan solo que nos piensen solo nos aferramos a expectativas de lo que queremos que sea.

Crees que se va a dar cuenta de tu valor y todo lo que hiciste por él o ella.

Pero no, no te dañes de esa manera, la otra persona ya siguió con su vida y a el único que dañas es a ti mismo.

La otra persona no va a volver a hacer todo lo que no hizo el tiempo que estuvo contigo, no te va a valorar de la forma en que te mereces y si logras que vuelva.

¿Cuál es la razón de querer estar con una persona que no conoce tu valor?

Nos negamos a invalidar lo que sentimos y lo que queremos, se espera que lo superemos inmediatamente, pero es una decisión, tu decisión, no querer soltarlo.

Damos paso a la tristeza y sufrimiento para mantener esa parte de la otra persona con nosotros, puedes superarlo, pero ¿quieres?

Podemos llegar hasta años peleándonos con la idea de que alguien que ya no forma parte de nuestra vida ocupe espacio en nosotros, nos centramos en el "no sentir nada", en el momento en que dejemos ir a esa persona es cuando vamos a hacer las paces con nosotros mismos y con el hecho de que estuvo presente en tu vida, fue parte de ti y construyeron cosas, crearon cosas que son parte de tu pasado, en definitiva no influye en tu futuro pero es parte de nosotros y quien somos, todo lo que aprendes estando con esa persona, las memorias, los recuerdos, el amor, lo bueno y lo malo así como las cosas que no queremos volver a repetir el pasado sigue en su lugar.

Mientras más te resistas y te niegues a sentir o recordar más espacio ocupan en nosotros, siente, aprende de eso y deja ir.

Entre el cielo y el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora