■~● Capítulo 5 ●~■

69 23 5
                                    

Yibo recordó algo, pero tenía dudas que estuviera en ese lugar. Aunque no perdían nada buscando, cualquier información sera bien recibida. 

-Hay una cabaña en las afueras de la ciudad. Es lo único que se me ocurre. Yi Ling se la pasaba casi todo el tiempo encima mio.

-Bien. Iré con los demás y ustedes se quedan aquí. -dijo Reba a Yubin-. Cuida que no haga nada estúpido.

Xiao Lu estaba inquieta y no podía hacer nada. Estaba atada de manos, se sentía inútil por no ayudar en algo. Solo podía rezar para que nada malo le pasara y esperaba que sus suplicas fueran escuchadas. 

■~●□●~■

-¿Aún no me recuerdas? Y en cambio yo si te recordé todos estos años. -se cruzó de piernas y jugaba con la pistola-. Eres muy cruel Zhan. Nunca pensé que el conejito blanco fuera así. 

-Ya te dije. Te conocí cuando nos presentó tu hermano. 

-Trata de buscar en tu cabecita. -acariciando su rostro con la pistola-. Tenemos mucho tiempo para esto. No tengo afán.

-Estas loca Yi Ling ¿Qué quieres?

-Trata. Trata de recordar. -camino de lado a lado-. Te daré una pista. 

Li Ying se sentó sobre sus piernas, paso sus brazos por sus hombros y empezó a juguetear con su camisa. A Zhan no le gustaba nada de lo que estaba haciendo, era todo muy extraño.

-No recuerdo haberte visto antes. Ya te lo dije. -sus ojos se quedaron fijos cuando le susurro algo al oído-. Mientes. No puedes ser tú.

-¿Ves que si me recordabas? En el fondo de tu ser, siempre me recordó. -sonriendo-. Nunca me interesó mi hermano. -levantándose-. Pero fue la única manera para alejarte de él Zhannie. 

-Tú te me dejaste. Te fuiste y nunca más supe de ti. -su mirada se nubló ante el recuerdo-. Ni siquiera dejaste alguna nota. 

-No fue por decisión propia. Fue mi madre quien causó nuestra separación y por eso fue que sucedió todo. -suspiro con pesar-. Ya sabes lo demás. No vale la pena contarlo. 

-Decías que me amabas, por ese amor que alguna vez me tuviste…

-Por ese amor que te tuve es que no puedo dejarte otra vez. Vendrás conmigo y empezaremos de nuevo. Puedes llevar a tu hija. -sonriendo-. Es muy linda y aunque no me guste es tu hija. Podría llegar a quererla. 

-Yo ya no siento nada por ti. 

-Lo amas, cierto. -su mirada se tornó sombría-. Es por él que no me quieres aceptar. Entonces tendré que matarlo. No me dejas opción. 

-¡NO! ¡Espera! No lo hagas. 

-Entonces ve conmigo y empecemos como una familia. -acariciando su rostro-. Yo nunca deje de amarte. Lo sabes ¿Verdad?

-Si me voy contigo…

-Prometo que no le haré daño. Lo juro. 

■~●□●~■

-¡Los encontramos!

-¿En dónde? 

-Están cerca a un motel. Están saliendo del lugar. Debemos darnos prisa o se nos escaparan. -respondió Reba-. 

-Avisare a Yunxi para que pueda interceptarlos en el camino. -dijo Feiyu-. Ya regreso. 

-Debo avisar a Xiao Lu. 

-¿Yibo?

-¿Qué pasa Reba? Por que tienes esa cara. 

-Hay algo que debes saber. 

-... Habla. 

-Yi Ling y Xiao Zhan tuvieron una relación en el pasado.

-¿Qué estás diciendo? Ellos, eso es imposible. 

-No lo es. Míralo con tus propios ojos. 

 ■~●□●~■

-¿Estás seguro que dejarás a Meiling con ti hermana? Yo no tengo problemas en que viva con nosotros. 

-Es mejor que se quede aquí. Tiene a sus amigos y no quisiera que pasara por un proceso de adaptación. -miraba la ventana de la habitación-. 

-Bien. Es tu decisión. Iré a ver algo que necesitamos para viajar. No tardaré. -cerro la puerta con seguro-. 

-En qué lío estoy. -suspirando-. En que diablos pensé cuando me involucre contigo. -cerró sus ojos y se quedó sentado en el piso-. Quiero que esto acabe. 

De un momento a otro el sueño se apodero de su cuerpo, todo era ajeno para él. Algo que agradeció inmensamente al no tener que lidiar con la masacre que se desataba en el exterior. 

Balas, sangre y heridos era lo que se veía en el pasadizo. Todo parecía una película de acción de las modernas con los vidrios rotos y papeles volando por doquier. 

Yi Ling no les estaba dejando la tarea fácil y a Wang Yibo y le cabreaba no poder siquiera avanzar unos pasos. 

-Ríndete Yibo. No quiero tener que enterrarte como a nuestro padre. 

-La que estará bajo tierra serás tú sino liberas a Zhan. 

-riendo-. Sigue soñando YiYi. Jamás te daré lo que es mío. -apuntando-. Suficiente con todo el dinero que tienes para que compres todos los prostítutos que quieras. Pero a Zhan no lo pienso entregar. 

-Maldita loca. No dejes que te atrape o te mataré ¡No me importa que seas de mi familia! 

-Lo mismo digo. No dejes que te atrape.

EquivocaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora