- Mamá, papá, me tengo que ir – avisé.
- ¿Ahora?
Sí, ahora. El tal Kim HongJoong de ATEEZ, me había contestado al email respuesta mío, para quedar aquella misma mañana y así poder enseñarle en persona mi trabajo.
Cogí mi portátil y me fui de casa.
Mientras iba hacia el paradero, una cafetería cerca de una empresa de entretenimiento, efectivamente lo había buscado antes de salir de casa, le iba contando todo a José por mensajes de audio. Seguramente se levantaría tarde, ya que solía aprovechar el privilegio masculino con el que naciera y salir de fiesta, aunque fuera solo.
Cuando hube llegado a la cafetería, me encontré con el chico del otro día, vestido de forma más discreta, o por lo menos aquella fue mi percepción. Él estaba sentado en una de las mesas pegadas a la ventana, quizá para verme cuándo llegase, o quizá porque le gustaba mirar hacia la calle. Se me antojó más guapo que el otro día y acto seguido me avergoncé de pensar así. Estaba ahí por asuntos puramente profesionales.
- Hola – saludé – Un placer que me contactaras. Traigo aquí todo el trabajo que he estado haciendo estos días...
Pero me percaté de que él me estaba mirando fijamente un tanto confuso.
- Siéntate, por favor. Te he llamado para hablar sobre las fotografías, pero por favor toma asiento. ¿Quieres tomar algo?
¿No me había sentado? No me había dado cuenta. Había practicado tanto en mi mente qué decir y cómo hacerlo que ni cuenta me diera... cosas que a veces me pasaban.
- Esto... un descafeinado pediré, por favor – dije avergonzada.
- A estas alturas, supongo que ya sabrás quién soy... - dijo él con timidez – Al principio, el otro día, nos pareció muy extraño lo que hiciste, sin embargo, no parecías una amenaza y tus fotos fueron impecables.
- Gracias.
- ¿Realmente no sabías quiénes éramos?
- No, me lo dijo un amigo mío al que le suelo enseñar las fotografías que suelo hacer – comenté – Él es fan y me comentó que vosotros erais famosos... y bastante.
El chico sonrió.
- ¿Quieres ver las fotografías? – inquirí.
- Sí, claro.
Abrí el portátil y le empecé a enseñar el antes y el después de la edición de cada fotografía. También le explicaba qué se podría hacer en cada fotografía, dándole un enfoque cómo artista digital.
La verdad es que se lo veía impresionado, incluso entusiasmado. Yo por mi parte, ya me había relajado por completo y se me había olvidado que estaba hablando con un famosos a escala internacional. Aunque ¿no era mejor así?
- ¡Es una pasada lo que has hecho! – dijo el chico de ATEEZ.
- Bueno... sólo hice lo que mejor se me da hacer – dije con modestia.
- No hace falta que seas modesta, por lo menos aquí conmigo – sonrió – Eres muy buena en tu trabajo.
Sonreí abiertamente. No todos los días un artista internacional alaga tu trabajo de aquella forma.
Estuvimos un rato más en la cafetería hablando de cosas sobre fotografía y moda. Por lo visto a él le gustaba mucho la moda, quizá tanto como a mí los girasoles o el resto de flores, quién sabe. Yo estaba emocionada de poder hablar con alguien sobre fotografía y poder enseñar mi trabajo a alguien que sentía que sí lo valoraba. Además, que tenía fotografías de flores entre mi trabajo y enseñarlas me hizo un poquito más feliz de lo que ya estaba.
- Un placer haber hablado contigo, Selene – dijo HongJoong a la hora de despedirse – Voy a ver si puedo hablar con los de arriba, porque sinceramente tu trabajo merece ser visto.
Sonreí. Aquello sonaba un poco extraño de creer, pero igualmente sonreí y se lo agradecí. Nos despedimos respectivamente el uno del otro y seguimos caminos separados.
De camino otra vez a casa, me acordé de que tenía el teléfono en silencio y cuando lo revisé vi mil mensajes y llamadas perdidas de José. No me sorprendía. Le había soltado un bombazo y había desaparecido durante unas pocas horas y ahora seguramente fuera a estar esperándome en mi casa, esperando a que le contase todo.
Efectivamente: cuando llegué a casa ahí estaba José esperándome en la sala.
- ¡Selene, cuéntamelo todo! – dijo él nada más verme entrar.
- ¿Cómo es eso que tuviste una cita? – inquirió mi padre – No sabía que te gustaba nadie.
Miré para José inquisitoriamente.
- No fue una cita, papá – expliqué – Fueron temas de fotografía. Nada más. Nada de citas. ¿Qué cita se supone que voy a tener si ni siquiera hablo correctamente coreano? – reí.
- Venga, veniros todos a comer y ahora nos cuentas – dijo mi padre.
No me esperaba tanta expectación para contar lo que había pasado con HongJoong de los famosos ATEEZ, que yo seguía sin saber qué cantaban. Mis padres y José, esperaban con ansias saber qué había pasado con ese chico y por qué había tardado tanto en volver a casa, si supuestamente era sólo un tema de trabajo.
- No fue ninguna cita – repetí cansada – Lo que sí, le gustó mucho mi trabajo.
José estaba convencido que había habido feeling. Pero ¿qué feeling va a haber en unas conversaciones como las que tuvimos? Además, que yo no buscaba nada con nadie en aquellos momentos. Y aunque lo buscase y quisiera algo con él, incluso en aquel hipotético caso, ¿un chico como él no había de tener pareja? Suspiré. Iba a tener a José con aquella historia para el resto de mi vida.
Lo que sí, es que también le había contado lo sucedido a mis mejores amigas de España, porque, como mínimo era increíble lo sucedido. No como para montar una historia de amor al más puro estilo de José, pero sí, era algo digno de contar.
Ya llegó el 2º Capítulo. ¿Qué os está pareciendo? Espero que por el momento os esté gustando ^^
Pero... ATINY, ¿QUE DIABLOS SIGNIFICA ESTE VIDEO? QUE ALGUIEN ME LO EXPLIQUE SOCORRITO ♥♥
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Quédate conmigo [ATEEZ]
FanfictionCuando Selene, decide hacerles unas fotografías a unos desconocidos en las calles de Seúl, no sabía que su vida daría un giro de 180º.