Abigail Anderson
La navidad se respira en el centro de Madrid.
Aunque falta una semana para diciembre todo ya esta muy navideño.
Maisie me traía de un lado a otro con sus bolsas.
Mañana era la semifinal.
Italia contra Francia
Lo tenso se respiraba.
Realmente me daba mucha nostalgia que se acabará esta temporada y no solo hablo de fútbol.
Se acaba la Eurocopa.
Mi residencia también.
Mi contrato con la selección también.
Mis días en Madrid.
Suspiró.
—Abbey, mira esta lindo para ti.
Maisie me enseña un vestido rojo escotado.
Asiento.
—Me gusta, Mai.
Ella lo pone sobre su brazo.
Tenemos todo el dia de compras.
Bueno de hecho ella tiene todo el dia.
Por la mañana Mark estuvo con ella comprando.
Yo estaba en el hospital.
El se fue al entrenamiento y la dejo sola. Cuando acabo llegue yo y tenemos facil tres horas aquí.
Me duelen los pies y la cabeza.
—Maisie, creo que me ire.
Ella me mira.
—Ay, como te quejas, Abbey.
Ruedo los ojos.
—Vete, necesito comprar tu regalo de navidad.
Asiento.
—Pasaré a dejarle tus compras a Mark al departamento.
Ella asiente nos despedimos y salgo de ahí.
Claro que no hemos pasado desapercibidas el dia de hoy.
La gente murmura a nuestro alrededor y toman fotos.
La prensa esta mucho mas calmada desde que hicimos pública la relacion, sin embargo algunos fans todavía no me aceptan.
Meto todas la compras de Maise y una bolsa mia al auto.
Manejo hasta el departamento de Maisie y Mark.
Donde dejo las bolsas de compras y recojo a Gabriel.
Toco la puerta del departamento.
Rizzo me abre la puerta.
—Mira, tú. ¡Benedetti, llegaron por ti!
Me azota el olor a alcohol.
—¿Puedo pasar, Dante?
El asiente.
—Pase usted, Anderson.
Entro y veo a Mark en la barra sirviendo bebidas que supongo tienen alcohol.
Daniel Smith esta sentado frente a el.
Charles Ricci pone la música en la sala.
Gabriel corre hacia mi.
Se detiene y me mira serio.
Estan ebrios.
Muy.
Cierro la puerta.
Ignoró a todos y meto las compras de Maisie a su habitación le envió un mensaje a Maisie, Lucía y otro a Siria diciendo que nuestros novios esta borrachos.
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Volveré...
RomantikConoces a la persona de tu vida sin saber que lo sería, seis meses que podrían unirlos o separarlos. Una cuidad. Madrid. La distancia. Las profesiones. Al final, ¿termina bien? Porque la monotonía no es necesariamente mala si se vive con la persona...
