18. Solo un cumpleaños

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Gabriel Benedetti

Me siento y lo miro.

El sol de Junio me pega en la cara.

—Deberias estar alla, rey. —Digo señalando la mitad del campo.

Mark me mira y tiene que entrecerrar los ojos por el sol.

—Tu también.

Me encojo de hombros y saco una botella de agua.

El me sigue mirando y me hago el desentendido.

Junio.

Seis meses pasaron.

Estamos a mitad de un entrenamiento fuerte.

Y he decidido venir a sentarme.

—Gabe. ¿Todo bien?

Me encojo de hombros.

—Estoy cansado.

Me mira irónico.

—Sabes de que habló.

Suspiró y miro al frente, el resto de mis compañeros hacen el entrenamiento como de costumbre.

Mark tuvo una lesión hace unos meses y aun le duele a veces.

—¿Como esta ella?

Lo miro y se enocoje de hombros.

—Ella esta bien.

—Ella siempre esta bien, ese es su problema.

El me mira.

—Hoy es su cumpleaños, Mark.

El suspira.

—Lo se.

Miro el cielo.

—La extraño. ¿Y si la llamo...?

El niega.

—Sabes que no esta bien.

El nudo sube a mi garganta y tengo que tragármelo porque ya he llorado suficiente.

—Borre su número pero me lo se de memoria y esta mañana estuve a un número de llamarla.

Me pasa una mano por la espalda.

—Gabriel.

Niego.

—Me siento como la mierda, Mark. Han pasado seis meses, seis jodidos meses y sigo aquí. Hecho mierda.— La voz se me rompe.

—Esta bien no superar, todo a su tiempo, Gabe.

Niego.

—No quiero sentirme así. Dime, Mark, ¿Ella se siente asi?

El suspira.

—Por tu bien, es mejor que no te diga nada.

Niego y quito su mano bruscamente.

—No me cuides. Dímelo, necesito saberlo. Porque la veo en Instagram, veo que hace lo que le gusta y debe de estar a nada de graduarse.

Me mira.

—La vi dar su primera conferencia y veo lo que la prensa graba de ella. Pero sigue siendo, Abbey. Mi Abbey. La que finge estar bien cuando no es así, Mark quiero estar ahí, quiero salvarla de la prensa.

Me mira.

—Esta bien, Maisie dijo que se mudo de departamento y harán un convivio virtual por su cumpleaños.

Suspiró.

—No creo que sea bueno que la felicites. Pero has lo que te parezca correcto a ti, Gabrielito. —Se levanta y trota hasta los demas.

Me levanta e intento seguir el entrenamiento.

Al terminar llego al vacío departamento.

Ya no vivo en el departamento que teniamos. me mudé.

Me ducho y decido ver una película.

No he salido mucho.

Intento seguir siendo el mismo Gabriel de siempre pero ella se llevo una parte de mi.

Y lo peor de todo esque yo la sigo esperando.

Despues de un rato me meto a mis redes sociales.

Veo una foto de ella.

Esta soplando velas.

Sentada en una mesa quiero ponerme a llorar cuando veo los vinilos detras de ella.

Veo cada uno de ellos.

No trae nuestro collar.

Yo también me lo quite.

A diferencia de ella me lo quite hace poco, ella a inicios de año.

La descripción de la foto dice "Hello 21!"

Me perdí su cumpleaños número 21.

Quiero ser alguien hoy.

Veo sus historias.

Gente felicitandola con videos.

Me sorprendo cuando veo una historia de Lucía la novia de Daniel.

Es un video en la fiesta de Hallowen en el que claramente me recortaron.

Yo recuerdo estar viéndola sentado al lado mientras ella bailaba.

Hay una historia de Mark.

La felicita con una foto de ellos dos en lo que supongo es navidad.

Veo historias con sus papás y suspiro.

Recuerdo todas ls veces que habló de ellos y que me dijo que su mama me amaría. En una llamada con ella conoci a su madre y despues ella dijo que su mamá me amaba.

No estoy en su día especial.

Salgo de instagram y entro a mis contactos.

Ya no esta ahi.

Marco su número y solo me falta el 9 al final.

¿Y si la llamo?

Mando todo a la mierda y marco su número.

Suena un par de veces pero me manda al buzón.

Bien, fue un momento de adrenalina, no lo volveré a hacer.

Regreso a instagram y ha subido mas historias.

Subió una agradeciendo por todas las felicitaciones.

Decido responderla con un mensaje.

Feliz cumpleaños, Abigail, felices 21. Espero te la hayas pasado bien :))

Me debato durante casi diez minutos si debería enviarlo y mi corazon da un vuelco cuando lo he enviado.

Le llega rápidamente y salgo de la aplicación mientras apago mi celular.

Lo dejo en el buro.

No contestará tan rápido.

A lo mejor ni si quiera contesta.

Quiero ponerme a llorar por la mezcla de sentimientos que tengo cuando mi teléfono se enciende.

Es ella.

Una notificación de ella.

Las manos me tiemblan.

Me paso la mano por el cabello.

Desbloqueo el teléfono y lo veo.

Muchas gracias, Gabriel ;)

Quiero morir.

Bien. Bien.

Es solo un cumpleaños, ¿no?

Porque si, solo esta bien visto hablarle en su cumpleaños y aunque me hubiera gustado estar ahí o al menos llamarle y escuchar su voz.

Estoy bien con esto.

Y creo que ella también.

Volveré...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora