↳ ❝ [Prólogo] ¡! ❞

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Le dio una última calada a su cigarrillo, y suspiró mientras expulsaba el humo por su boca. Estaba cansado, lo único que quería era ir a su casa y dormir toda la noche.

Soobin había pasado toda la semana haciendo publicidad para su banda, sin contar los shows que dieron en los bares locales el fin de semana. El simplemente estaba exhausto.

"-¿De verdad crees que la música te llevará a algún lado? ¡Despierta Soobin! Deja de soñar y pon los pies sobre la tierra-"

Tiró el cigarrillo en el piso, y lo aplastó con fuerza. Las palabras de su padre eran un constante recordatorio de lo mucho que se tenía que esforzar, para demostrarle lo equivocada que estaba. Él deseaba que su padre se retractara de lo que le dijo, e iba a hacer que ocurriera.

Es hora de regresar, pensó mientras se daba la vuelta para entrar por la puerta trasera del bar.

Pero antes de que pudiera abrirla, el maullido de un gato llamó su atención. Era suave, quizás debido a la lluvia.

Con el paraguas sobre su hombro, se dispuso a buscar al animal en el callejón. Siguió el sonido del llanto hasta llegar a un basurero. Del lado izquierdo de este, había una caja de cartón, que dentro tenía una bola de pelos negra y redonda. Era el gatito que había escuchado.

Soobin se agacho para cubrirlo con su sombrilla. El pobre animal estaba tiritando de frío, y su estado físico era lamentable, estaba tan delgado que podías ver sus huesos.

Estiró su mano, y suavemente lo acarició. El gatito levantó su cabeza y comenzó a ronronear. Aquello logró sacarle una sonrisa, y mejorar su humor.

-Hola pequeño, mi nombre es Soobin- Lo saludó mientras que el gato se acurrucaba contra su mano- Debes tener hambre- Susurró, y sin pensarlo mucho más, decidió ir a buscarle comida.

Corrió hasta una veterinaria que había cerca del bar, y compró una bolsa de alimento junto con una manta. Regresó rápidamente al lugar, tapó al pequeño gato y le dejó un puñado de comida dentro de la caja.

El animal se movió cuando olió el alimento, y lentamente se paró, caminó hasta dónde estaba la comida, la olfateó nuevamente y empezó a comer con cuidado. Soobin lo observó en todo momento, sin perder de vista ningún movimiento del gato.

Es muy hermoso, pensó admirando aquel pelaje suave y oscuro combinado con unos brillantes ojos verde esmeralda.

Soobin supo en ese momento, que no podía dejar al gato morir de hambre, así que se prometió a sí mismo que lo cuidaría y alimentaría.

Por supuesto, en aquel momento no se lo llevó a su casa, ya que normalmente no estaba en ella porque vivía ocupado con su trabajo y la banda. Entonces creyó que sería mejor si el gato permaneciera allí, así él lo visitaba de vez en cuando.

Dejó su paraguas en el suelo, de forma que cubriera la caja antes de marcharse. La lluvia lo dejaría completamente empapado, pero al menos el gatito no sufriría de frío ni se mojaría.

-Prometo que cuidaré de ti pequeño, y volveré a visitarte muy pronto- Le aseguro mientras acariciaba su cabeza.

El gato maulló en respuesta y lo miró. Sus pupilas se agrandaron, cubriendo casi todo sus ojos de negro. Soobin no lo comprendió, pero le pareció muy curioso y tierno.

Cuando se dispuso a irse, el gato se quedó observando. Vio su espalda desaparecer bajo la fuerte lluvia, y un sentimiento de tristeza le invadió el corazón.

"Esperaré a que regreses, Soobin"

𝑴𝒊𝒅𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 𝑹𝒂𝒊𝒏 ˢᵒᵒʲᵘⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora