Veía al lobo, lo miraba, tenía algo particular un ojo de color azul y el otro de color rojo, le daba calma de alguna forma, quería decirle algo, miró su brazo izquierdo salía sangre de el, esta era azul, no le pareció normal, miro el brazo derecho, de el salía sangre roja, era confuso, el aullido del animal fue como un llamado, él cada vez se acercaba más y más, estaba por acariciarlo, pero se despertó.Miro a su al rededor y tenía unos libros sobre su cama, se quedo dormido leyendo, se levantó para ponerlos en su lugar, giro para buscar un llavero que necesitaba para abrir la mesa de luz y debajo de el había una carta, lo observo tenía un sello especial, la estrella de la muerte, era de un nivel superior al que tenía en esta dimensión, la de un simple aprendiz.
La abrió.
" Querido Agustín Guardis esta cordialmente invitado a las celebraciones por El Sangriento Día para ser testigo de los sacrificios humanos por ley de Nuestro Señor de las Sombras ... Marcos Ginocchio ~ Gran Mago"
El Sangriento Día consistía en salvar el alma de niños con enfermedades incurables, los propios niños aceptaban que se extraigan sus corazones para que luego sus almas puedan llegar a la tranquilidad y se pierda el dolor físico, además muchas veces demonios o brujas que estaban del otro lado venían a agradecer, dejar mensajes y guiar a estas almas a un terreno sin recuerdos de la quebrantable vida.
Recordaba sus primeras celebraciones hace unos años cuando tenía 14 para ser preciso, un niño de su misma edad bastante flaco de origen latino, vivía en una pequeña isla llamada Cuba, un hijo ilegitimo del gobernador, fue elegido por un raro defecto que hacían que sus huesos se contraigan y que cada vez podía moverse menos, él vio como le quitaban la vida y extraían su corazón él también lo presencio estaba despierto pero no por mucho, fue increible el recibimiento que tuvo, una bruja fue poseída por un demonio y escribió un mensaje de agradecimiento en la pared con la sangre del niño.
Luego una niña también latina, de Panamá al rededor de unos 12 años, hija de un sacerdote y una mujer de cabaret, elegida por un cáncer en el cerebro que causaba derrames de sangre por su nariz, la pequeña grito de una manera que nunca imagino, fue increible, su corazón latió tan rápido en la mano de la bruja y luego la misma niña fue poseída por un demonio y hablo unas palabras en Idui un antiguo idioma demoniaco, no podía creer la niña resistío bastante sin su corazón, para luego fallecer posteriomente.
Así que se cambio se puso su túnica negra de líneas moradas y fue al encuentro, habían muchas personas, visualizó a Juliana Díaz una compañera, bruja nivel 10, iba a ir hacía donde ella estaba pero alguien le jalo del brazo. Era Marcos.
- Seguidme Agustín- le dijo al oído y se lo llevo por una puerta hasta una habitación donde habían varios trofeos que los seres infernales habían enviado, él nunca la había visto
- ¿Dónde estamos? - preguntó observando el lugar estaba diseñado como un museo, los objetos perfectamente colocados en estantes y vidrieras de lo que parecía ser vidrio pero en realidad no lo era, si no más bien era una energía protectora que los cubría
- El Museo de los Cristales Rotos - mencionó, mientras él se acercaba a observar - Uno de los 666 Museos de objetos demoníacos del mundo
- Nunca había estado en uno, bueno solo en El Museo de Obras Malditas hace un par de años - miro una especie de jarrón dorado con varias imágenes talladas " Ji Young" alcanzo a leer en el grabado de metal
- Ese es el antiguo jarrón que alberga a el demonio Oriental del Fuego, al pasar 5 mil años será liberado, realmente no falta tanto, solo unos cuantos siglos más - dijo realmente muy tranquilo como si el fuese a verlo cuando eso pasara, el joven Brujo solo siguió observando
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Noche de Deseos ~ Margus.. Agustín Guardis/ Marcos Ginocchio
Science FictionAgustín Guardis era parte de un grupo reducido de hombres con habilidades de brujas.. un brujo.. muy poco común entre la sociedad de las artes oscuras. En su extensa mayoría los hombres eran denominados magos, pero un pequeño porcentaje lo ponía a é...