Capítulo 9: Mírame

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Era un lugar común, una simple casa de humanos, estaba una mujer cocinando cuando al parecer llego su esposo, estaba embarazada, lo saludo en portugués y él le respondió en ese mismo idioma, ella acaricio su panza, hablaron del bebe, que tenía la bendición del amor.

Agustín se despertó, agradeció hacerlo porque eso era desagradable miró la hora y aún faltaba para despertarse así que se volvió a quedar dormido, no tardo en entrar en estado de sueño nuevamente.

Podía ver a un pequeño niño dibujar, pero no lograba ver que era, algo negro se le aproximaba, luego estaba en otro lugar una mansión sabía donde era, el lugar donde vivió hasta sus 12 años con su tía Nadia, camino por los pasillos y se vio de niño jugando con pequeños cubos de colores, su tía estaba junto a él y le mostraba dibujos así podía memorizar que significaban.

- Las pirámides son... - le dijo su tía esperando que complete la frase

- El ojo que lo ve todo - responde el niño de 6 años con entusiasmo

- Muy bien, mi guerrerito, aquí va otro, el castillo abandonado tiene...

- Almas en pena

- Muy bien hoy estamos genial, una más, la carne de animales...

- No es para consumo humano - responde

- Excelente, mi guerrerito, en nuestro mundo oscuro no comemos nada que venga de animales, solo verduras y hortalizas, los animales son exclusivos para conexiones con nuestros demonios

- Amo los animales yo quiero ser un animal - dice el pequeño niño

- ¿Y cuál quieres ser? - pregunta curiosa la tía

- Un lobo de pelaje gris - responde emocionado

Agustín entiende que desde pequeño se obsesionó con el lobo gris, en sus sueños, en sus dibujos, siempre lo sintió cerca, luego la imagen se hizo lejana y despertó miro la hora y se había levantado un minuto antes de que sonara la alarma, siempre lo hacía.

Salió de su habitación y vio justo en frente de él una puerta verde nunca había estado ahí, decía prohibido entrar en un idioma demoníaco antiguo, así que hizo lo que todo brujo haría.

Entrar.

Cuando se encontró adentro noto que las paredes eran rocosas, tenían varios diseños demoniacos esculpidos, obviamente los reconoció a todos, eran perfectos para las alabanzas al Señor de las Sombras, sintió a alguien detrás de él, quien la jalo del brazo haciendo que chocara contra la pared.

- Agustín - dijo el Gran Mago sosteniendo sus dos brazos contra la estructura de concreto, evitando que él pudiera moverse

- Marcos - dice él joven Brujo mientras su corazón se acelera, debe concentrarse no puede pasar de nuevo eso de perder el control por su estúpida presencia

- No te enseñaron a no entrar en lugares prohibidos - le habla acercando su boca lentamente hacía él

- Lo que me enseñaron es que si algo es prohibido debo hacerlo - le dijo viendo su rostro tan de cerca, el es realmente atractivo tanto que pareciera ser el acto ilícito más deseable de cometer

A Marcos le entretiene mucho ver como es tan seguro en sus palabras como mantiene su firmeza y su resistencia aún cuando su cuerpo tiembla, su corazón se acelera haciendo que sus pómulos se ruborizen, sabe bien que provoca algo en él. Que su cuerpo lo delata que puede oler el caliente anhelo de cortar el agotador espacio.

Agustín se siente dividido entre dos opciones, la primera es la de salir corriendo del lugar, esconderse en una cueva y no volver a verlo en su vida, y la segunda es la que quiere con todo el deseo de su piel que el lo bese, pero no quiere lanzarse y arruinarlo todo.

Noche de Deseos ~ Margus.. Agustín Guardis/ Marcos GinocchioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora