El instituto Biercanth era uno de los mejores del mundo, clasificado como categoría 6, en el habían estudiado las mejores brujas y los mejores magos del hemisferio oriental, tenía un prestigio del diablo, así que si, era muy bueno.
Por sus pasillos caminaba él, Agustín Guardis, tenía 20 años y se había convertido recientemente en un Gran Brujo, joven para su generación pero con una alma negra lo suficientemente negra como para haber avanzado bastante en las artes oscuras.
Se crió en el Castillo Velka, estuvo toda su vida rodeado de enseñanzas que hicieron que su maldad y lealtad creciera hacia El Señor de las Sombras, estudio con mucho esfuerzo, dedico toda su vida a destacar y sobresalir, hasta había inventado su propio conjuro malvado, lo que logro que fuera reconocido como nivel 8, lo que es un lugar tenebrosamente asombroso para solo haber 13 niveles.
Desde pociones, hasta hechizos mentales, y desde manzanas hasta aguas de fuego, Agustín habría logrado mucho y estaba orgulloso pero saben que el orgullo es peligroso a veces, podrían considerarte soberbio y egocéntrico más si creerte el mejor es una obsesión para ti.
Llego al salón de reuniónes, y la directora observo a sus alumnos, le dio la indicación a su cuervo para que hablara, el curvo es un asistente por así decirlo de alto nivel, que esta destinado y condenado a servir a su amo, habla por su amo solo cuando le índica, además debe seguir sus reglas al pie de la letra, y sufrir unas torturas para probar su lealtad, es todo un honor ser el cuervo de alguien no lo malinterpreten, ambos el amo y el cuervo son de nivel 10 solo que su posición es diferente y conveniente. El hablo.
- Queridas almas oscuras envasadas en cuerpos mortales, hoy daremos un anunció importante, durante el el día de hoy, 6 del mes 6 hora 6 nos visitara El.. - la habitación se lleno de humo - el maestro, el mentor, el desorden del orden, el Gran Mago, Marcos Ginocchio no sabrán quien es, pero lo sabrán, cuando se encuentren en una luz que se apaga - dijo y la directora lo miro con una sonrisa a boca cerrada, le dio indicaciónes y ambos se fueron, la directora, la ama estaba orgullosa era un gran momento para el Instituto, ni siquiera ella sabía quien era el Gran Mago
Agustín continuo su mañana, se dirigió hacía los casilleros que estaban en el lado izquierdo despues de los salones, tenia su séquito detrás de el, jóvenes de cuatro niveles menos, que siempre lo acompañaban para fijarar sus enseñanzas de dominación.
Un joven con una ropa un poco rara se acercó a él y su sequito, tenía la cara un poco manchada y ropa rasgada, se dirigió a Agustín y le pregunto si podía eseñarle el hechizo de la manzana envenenada, él río, lo vio tan patético, ese era uno de los primero que aprendió en el nivel 1, pensó que este chico era un aprendiz, así se le dicen hasta el nivel 2, y por un segundo iba a decirle el hechizo pero prefirió burlarse de el.
- Que gracioso, en serio crees que tú, tan simple, un aprendiz puedes venir y hablarme a mi, uno de los mejores Brujos del instituto, estas muy equivocado
De repente el piso comenzó a temblar, el intituto parecía girar, Agustín sintio que caía al piso, pero no lo hizo, fue peor, cayó a un vacío sin fondo, caía de espaldas y poco a poco veía que la luz se alejaba y la abrazaba las sombras.
Sintió una sombra invisible que lo jalaba para luego tener un dolor fuerte en su espalda había chocado con el piso, se levanto y nada era igual, vio que estaba en el Instituto pero justo en frente de él estaba ese mismo chico pero diferente, tenia un turbante negro hasta los pies, anillos en sus manos, personas vestidas de blanco con una especie de gorra blanca puntiaguda, un porte de realeza, apareció una chica y beso su mano sin verlo a los ojos y se fue, era el..
No había dudas era el.. Marcos Ginocchio, el Gran Mago, y él acababa de tratarlo mal, sabía que no sería bueno lo que iba a pasar, en un momento las personas desaparecieron no supo como, pues no había quitado su vista de el, no solo por parecerle esculpido por el mismísimo Señor de las Sombras si no porque irradiaba un poder intimidante, y al hacerlo noto que en la habitación no había nadie más solo ellos dos.
El lo miro y movió su cabeza levemente, Agustín intento usar sus poderes pero no funcionaron, los había perdido, o mejor dicho el Gran Mago se los había quitado, se dio la vuelta y salio corriendo, corrió por los pasillos pero estos comenzaron a balancearse haciendo que Agustín choque con la pared derecha, y luego fuertemente con la izquierda sintió mucho dolor en su espalda, las paredes eran más duras de lo que recordaba.
Intento seguir caminando, de la forma que pudo logro abrir una puerta y entrar a una habitación, al cerrarla los pisos dejaron de moverse, miro a la puerta y camino hacía atrás, despacio y con calma, pero choco con algo, más bien con alguien, pudo sentir un frío rozarle la espalda, dio dos pasos hacía adelante y penso " a la mierda ya estoy bien jodido" y se dio la vuelta.
El Gran Mago estaba justo en frente de él, este joven Brujo trago saliva y se puso firme, él también era importante, trabajo durante toda su vida para conseguir todo lo que había obtenido, tenía que estar calmado para poder hablar.
- Agustín Guardis - dijo el con una voz gruesa pero equilibrada, con un leve acento español, que lleno la silenciosa habitación
- Marcos Ginocchio - dijo el joven Brujo mirándolo desafiante, pero con un cierto temor en su mirada, que gritaba internamente
- Yo no te he dado permiso de que me habléis por mi nombre, para vuesta persona soy el Gran Mago - parecía enojado capaz de matarlo pero tan relajado y pacífico, como si tubiera la balanza en sus manos y de hecho la tenía
- Si Gran Mago - Agustín debía ser inteligente, todo pendía de un hilo, seguir ordenes no le gustaba pero en realidad las había seguido toda la vida, solo que ahora estaba frente a una persona de muy alto nivel
- Me elegra que entendáis tan rápido, aprendiz - estas palabras fueron como un cuchillo para él
- ¿Que? ¡No! yo no soy ningún aprendiz yo estoy en el nivel 8 soy un Gran Brujo - no se pudo contener, no iba a dejar que le dijera eso, sabía que no debía pero tenía mucho valor al hacerlo
- Eso era en el otro universo, ahora estamos en mi universo, aquí solo eres un aprendiz - él intento usar su magia demostrarle lo que sabía pero no funcionó
- No es posible, tengo todos los conocimientos en mi mente, no he olvidado nada, sigo siendo yo - afirmó recordando la tenacidad e independencia de la Gran Bruja Alice Kyteler un ejemplo a seguir para él
- No perdiste los recuerdos, pero aún así en este universo no tienes nada, insolente niño solo debías hacer un simple hechizo pero juzgazte mal a una persona que acudió a ti por consejo y eso es imperdonable, ahora tenéis que enfrentar tu castigo - sus palabras fueron claras, él había cometido un error y ahora debía pagarlo
- Pero yo... - dijo sin pensarlo y se calló
- ¿Quieres desafiarme Agustín? - preguntó Marcos mirándo su cara de arrepentimiento la cual disimulaba muy bien
Levanto levemente su mano, comenzo a moverla entre unos colores naranjas y amarillos, él comenzó a sentir algo fuerte en el vientre como un fuego que lo quemaba, comenzó a quejarse y este fuego creció hasta ir a su pecho, ardía en él, lo incendiaba por dentro, sintió mucho dolor, cayó al piso, sostuvo su ropa presionando de donde provenía el dolor.
- No lo he desafiado Gran Mago - dijo sin pensarlo mucho y el dolor ceso de repente, se esfumó
- Que inteligente de tu parte Agustín, ve a tu habitación es la última del pasillo 20, yo te buscaré - y en una sombra desapareció
Él se levantó y salio de la habitación fue hasta donde él Gran Mago Marcos Ginocchio le dijo, abrió la puerta, era una habitación diferente a la de él, pero no estaba tan mal, apenas toco la cama se durmió en un profundo sueño.
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Noche de Deseos ~ Margus.. Agustín Guardis/ Marcos Ginocchio
Bilim KurguAgustín Guardis era parte de un grupo reducido de hombres con habilidades de brujas.. un brujo.. muy poco común entre la sociedad de las artes oscuras. En su extensa mayoría los hombres eran denominados magos, pero un pequeño porcentaje lo ponía a é...