Fua, estás re en una (1/2)

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A las 500 estrellitas en este cap y la parte siguiente actualizo 🖤.

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–Que sé yo Juli, yo creo que deberías encara'lo– los amigos iban caminando hacia una plaza que quedaba relativamente cerca.

–Vos decís?– preguntó Álvarez con tono ilusionado, aunque sabiendo que solo era porque estaba hablando con Licha, porque ni a palo encaraba él a Enzo.

–Si si, onda me 'tás diciendo que hablan bastante y que te mira to' el tiempo– el chico movió sus manos mientras argumentaba lo que había dicho anteriormente –y no me diji'te que también te compró las gomita' esas que te gustan a vo' el otro día?– el más bajito asintió –para mi tienen onda entonce'– el de mechas rubias estaba totalmente convencido de lo que decía.

–Na Licha, yo nomás te estoy siguiendo la conversación, si vos esperas que lo encare posta conseguite un banquito, porque tenés para rato– Juli mostró su sonrisa divertida ante las palabras de su amigo, mirá que para que le diga que tiene onda con el turrito hay que tener perdidos varios tornillos.

–Da amigo, so' re cagón– suspiró el mayor, desesperado por la ctitud de su amigo –igual e' verdad que tendrías que espera' un toque a ver si e' hetero o no– razonó, queriendo convencerse de que en algún momento su amigo iba a encarar.

–A lo mejor tengo suerte y es igual de hetero que vos– Álvarez le levantó las cejas porque no, no lo iba a soltar chicos, aceptenlo de una vez.

–Bue, cállate que yo me comí al que quería– rodó los ojos Lisa –vos no podés darle una mínima señal a tu 'crosh'– hizo comillas al decir -o al menos intentar- aquella palabra.

–Va, vos te lo comiste pero ni cabida ahora– si, Licha abrió la boca, claramente muy ofendido por el comentario -lamentablemente verdadero- del otro –yo con mí turrito hablo todos los días por Whatsapp– le guiñó el ojo.

–Hablan? o solo te contesta? Eh?– se cruzó de brazos mientras lo miraba por unos segundos, sintiéndose el mejor contestador del mundo.

–Callate vos, envidioso– lo empujó despacito, pero por sorpresa, haciendo que saliera de la vereda.

–Bancá Araña, mirá viene un coche y me lleva pue'to– dijo volviendo a subirse a la vereda levemente asustado –me llega a pasar algo y mi vieja me mata– suspiró con miedo.

–Y bueno, si te gusta el durazno bancate la pelusa–  le sacó al otro la lengua de forma burlona.

–Uhh, el durazno de tu vieja me gusta, pelotudo– y enseguida después de decir eso arrancó a correr, como poseído por el espíritu de flash.

Álvarez obviamente lo siguió corriendo igual de rápido, ya con las bolas llenas por las jodas de Licha con "tu mamá", para todo usaba ese chiste el hijo de puta, parecía que no se cansaba más. A los cinco minutos de correr el castaño alcanzó al otro y lo tiró al pasto de la plaza en la que estaban, poniéndose entre sus piernas mientras le inmovilizaba las manos y Lisa forcejeaba.

La escena era bastante cuestionable y comprometedora, pero poco le importaba a los dos, siempre jodían así. Pero ninguno de lo dos contó con que justo ese día -domingo- chicos conocidos por ellos también habían salido a disfrutar el día.

El primer chico en presenciar la imagen fue uno de piel morocha, que estaba a lo lejos con un grupo de amigos, pero aún en la distancia logró distinguir la cabellera teñida de rubio, la estatura, la piel. El Cuti estaba perdidamente enamorado de ese pibe hace años, pero con los heteros no se juega, se decía a sí mismo, hasta que después de animarse a hablarle y pasado un tiempo se dió cuenta que las etiquetas se pueden caer, y bueno, arrancar.

Es por eso que ver al chico que le gusta, al cual ÉL le enseñó el mundo de la homosexualidad, le enseñó lo que es besar a otro hombre, que unas manos grandes y robustas te toquen y demás, con el castaño que los había descubierto chapando, en esa situación con su reclamado Licha, fue lo que hizo que le hierva un poco la sangre, "poco".

Mientras, a un par de metros, se encontraba Enzo. Hoy había salido con un par de amigos de la escuela, más que nada para despejarse un toque sobre un tema que lo tenía medio abrumado últimamente.

En una que estaba mirando los alrededores vió una silueta que con el tiempo se volvió inconfundible para él, pasar cuatro horas en el colegio hablando todos los días por un mes y pico hacía que pueda reconocer a su compañero de banco hasta viéndolo de espaldas -ponele-.

Una sensación desagradable se removió en el estómago del morocho.

–Vamos acá a dos cuadras a comprar una birrita– dijo Ota, los demás le dijeron que si de una, va, Enzo no.

–Vayan u'tede' wacho, yo lo' espero acá– los demás aceptaron y se fueron, dejándolo solo.

Esperó un toque hasta que vió a los pibes doblar en la esquina, ahí nomás salió disparado hacía los chicos que todavía estaban tirados en el piso.

Julián intentaba darle un beso a Licha -en broma, obvio- mientras que el mayor por poco lo ahorcaba en un intento medio inútil de alejarlo por lo menos un metro, tenía fuerza el pendejo de Álvarez che.

–Ju– Enzo alargó la última vocal y se paró al lado de ellos, con el sol pegando en sus perfectos dientes, haciendo que reflejen la luz.

–Enzo?– frunció las cejas por el sol que le pegó en los ojos al intentar confirmar que aquel chico era su interés amoroso, pero ni bien vió su carita supo que era él.

Y fua, les aseguro que los resortes en ese momento se convirtieron en un poroto al lado de Julián, los desempleó de por vida. Se levantó rápidamente como pudo de entre las piernas de Licha, dejando al otro en el piso totalmente confundido por la situación y el poco tiempo que había tenido su cerebro para procesar los echos.

–Cómo 'tas wachín?– se acercó al castaño, importandole muy poco que casi le pisa la pierna a Lisandro en el proceso, llevó una de sus manos al cuello del más bajito y le dió un beso en el cachete a forma de un saludo más formal.

–Todo bien, salí a pasear un poco nomás– se separaron, el menor sacó su mano, pero no se alejó más que lo estrictamente necesario –vos?– le sonrió de forma genuina, lo traía mal el pibe.

–Igual, vine con uno' amigo' 'e la e'cuela– y la sonrisa de Julián flaqueó levemente.

–Che chico', no quiero interrumpi' pero también 'toy acá– el rubio se levantó, sacudiendose un poco el pasto y saludó al turrito rápido con un beso en el cachete y corto "hola".

Haber sacado a Juli de su burbuja iba a ser lo mejor de su semana -si, un forro-, va, lo segundo mejor, porque lo que pasó después se coronó en primer lugar.

–Qué onda wachine'– apareció el Cuti frente a los tres, saludó a todos con un beso y después se quedó mirando a Enzo y a Juli –soy ami'o 'e Licha– les sonrió y seguido dirigió su vista al mencionado –aprovecho, podemo' habla' de algo?– Lisa miró a su amigo, buscando apoyo moral, pero al parecer Álvarez estaba ocupado mirando a Enzo, así que nomás asintió y le dijo que si –joya, lo robo un segundo nomá' muchacho'– agarró su mano y se lo fue llevando.

–Ese no era con el que se 'taba comiendo la otra ve'?– extrañado cuestionó el pelinegro, miró al otro y se encontró con que él ya estaba viéndolo.

–E-Eh?– sintió sus orejas calentarse un poco –Si si, el Cuti– apretó sus labios y asintió, poniendo todo de sí para volver a la tierra después de haber visto el perfil de Enzo así de cerca, re lindo.

–Mmh– y ahí está Fernández, mostrándole de nuevo las perlas que tenía de dentadura, él de pelo cañazo le miró los labios, dónde más vas a ver unos así de gruecitos y rosas, más encina estando al natural? En ningún lado. La cara y personalidad de Enzo son el combo que lo hace el ser más atractivo y lindo a ojos de Julián.

Para él, su gatito | Julián X EnzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora