fisioterapeuta; lionel scaloni | Qatar 2022

13: La llamada

Irina se dejó caer en el sillón, luchando por no derramar vino sobre los almohadones claros del hotel. A su lado, Rodrigo se apuntaba a si mismo con su celular, transmitiendo un vivo de instagram.

-¿Que pasó perro? ¿Se prende el cumple del capi o qué?- Preguntó a nadie y todos a la vez, claramente con el efecto de varias cervezas encima.

Se encontraban en la terraza del hotel que Lionel recientemente habia comprado en Ibiza, reencontrándose luego de varias semanas de vacaciones en el festejo de cumpleaños del capitán. A varios metros de ella, Antonela y Cielo charlaban alegremente con otras personas que Irina no conocía, o al menos no a esa altura de la noche y con un par de botellas de vino caro en la sangre.

Habían sido semanas tranquilas lejos del seleccionado y de sus colegas del cuerpo técnico, tanto que el silencio comenzaba a ser ensordecedor en su casa de Italia, así que no dudó en armar sus valijas y arrastrar a Cielo hasta el reencuentro con sus jugadores. Sin embargo, aun había ausencias que brillaban más que la noche estrellada sobre ellos. La del director técnico, por ejemplo.

-Nos reunimos antes de venir- le había dicho Lionel de forma casual, sin que Irina le preguntara por el DT -, dijo que iba a llevar a sus nenes a Disney.

-Sí, estaba con la señora- Anto se unió a la conversación -. Yo pensé que se habian separado, por lo que me habia contado Leo, pero parece que no.

Irina no pudo ignorar la mirada apenada del capitán, como si se disculpara en silencio por la intromisión de su esposa. La fisioterapeuta quiso fingir que no había nada por lo que lamentarse, pero no lo logró.

Luego de eso, las copas del exquisito vino que Lionel ofrecía a sus invitados comenzaron a pasar como agua por su garganta, y la Irina que todos conocían se escurrió entre sus dedos como la arena brillante de la playa bajo sus pies, dejándose invadir por una mezcla de enojo y decepción.

-Mira Gio, acá preguntan quien es la chica que está con nosotros- Rodrigo leyó uno de los miles de comentarios que aparecían en su pantalla y Gio volteó a verla, enredando su brazo sobre los hombros de Irina.

-¿La Tana? La Tana es lo más loco.- Gio prácticamente gritó a la cámara y acto seguido besó la sien de Irina.

-Tana es nuestra hermana mayor, no se hagan los vivos, que yo los conozco a ustedes.

Irina se rió, lo suficientemente ebria como para dejarlos decir lo que quieran.

-Mira Tani, acá preguntan si estas de novia. Uy, hay un montón de pretendientes, ojo que se enoja uno que yo conozco.

-Ay Gio, ya estás diciendo boludeces. Yo no ando con futbolistas.

Rodrigo se burló -Le acabas de romper el corazón a más de uno en el chat, Tana.

El jugador le mostró el celular para que saludara a la cámara y, sólo porque el destino parece empeñado en joderle la noche, el aviso de que el usuario de su jefe se unió al vivo apareció en la parte inferior de la pantalla.

-Mira quien llegó, el gladiador.- Giovani continuaba riéndose con su brazo alrededor de Irina. Desde el otro lado de la terraza, su novia se mostraba divertida con la situación.

-¿Quién? ¿Scaló está en el vivo?- Rodrigo se apresuró a recuperar su celular -¿Cómo va Lio? ¿Ya nos extrañas?

Gio se burló -El jefe ni debe saber como se usa esto, no debe entender nada.

Irina también se rió, alejándose de Giovani para salir del alcance de la cámara. Se puso se pie luego de acabar la copa de vino y caminó hasta Cielo, avisándole que volvería a su habitación.