•𝑂𝑗𝑜𝑠 𝐴𝑚𝑎𝑡𝑖𝑠𝑡𝑎•

C I N C O

Pero.. Afuera, cuando salieron se encontraron con una sorpresa de mal gusto.

─ ¿¡QUE DEMONIOS!? ─

Dijo nahoya mientras su hermano solo veía paralizado.

...

Nahoya miraba la motocicleta de su hermano hecha mierda, alguien la había dañado, y los causantes estaban presentes.

─ ¡hijos de perra! ─

El peli melocotón se dirigió hacia el grupo de chicos que habían ocasionado los daños. A nahoya no le importó que los chicos le doblaran el tamaño y la edad al parecer, empezó a golpearlos, el llevaba la de perder hasta entonces.

Todos los del supermercado salieron al ver la pelea, incluyendo a los haitani.

─ ¡mueran, hijos de puta!─

Decía nahoya mientras reía y golpeaba a dos de los chicos.

Souya estaba paralizado por la irá, hasta que vió como uno iba a jugar sucio, tenía una navaja en la mano e iba a por su querido hermano. Souya corrió y quedó de espaldas a su hermano y empezó a golpear junto a él, el se ocupó de 3 y nahoya de dos, ahora ellos iban ganando.

_Narran los haitanis_

Salieron ambos del supermercado cuando vieron una pelea, a lo primero se les hizo gracioso y por eso decidieron salir a ver.

─ oye rindou, mira hacía afuera ─

Habló el de trenzas.

─ ¿uh? ─

Rindou miró hacía afuera y sonrió divertido.

─ vamos a ver quienes son los "boxeadores" ─

Ambos hermanos salieron y miraron las cabelleras celeste y melocotón de sus seres amados, su sonrisa cambio abruptamente a una cara completamente seria.

_narran los kawata, nuevamente._

Ellos golpeaban sin parar a los chicos, solo quedaban dos, uno para cada uno.

─ ¡Nos vemos en el infierno, perra! ─

Nahoya los maldecia constantemente mientras souya solo golpeaba en silencio.

La gente los miraba y grababa mientras murmuraban pero a ellos les importaba una mierda

Nahoya ya había terminado, Souya también, pero estaba tan enojado que seguía golpeando el último chico sin parar, repetidamente.

La gente dejó de graban y les decían a el peli celeste que se detuviera, pero el chico estaba lleno de ira por su motocicleta, así que los ignoró.

─ sou, ya para ─

Nahoya se acercó y intentó separarlo del chico pero recibió un codazo en la mandíbula que lo hizo alejarse.

Su hermano no sabía lo que hacía, estaba en un trance.

_Narran los haitani._

El de lentes vió como el mejor golpeaba al chico sin parar, esto hizo que le gustara aún más, pero si no se detenía podía matarlo. Siendo sincero no creo que le importara que el chico muriera, le importaba que su algodoncito lo acusen y vaya a la cárcel. Así que se acercó.

─ oye algodoncito, ya para. ─

Dijo rindou con un tono serio seguido de apartarlo cuidando no recibir un golpe. El de lentes lo apartó con éxito pero el menor solo respiraba agitadamente y no decía nada.