9. Piratas au. 3/3

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—Ni se te ocurra—se interpuso Todoroki, quien también tenía una pistola en mano, posicionándose frente a su capitán

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—Ni se te ocurra—se interpuso Todoroki, quien también tenía una pistola en mano, posicionándose frente a su capitán.

La situación en aquella oscura cueva estaba tensa. Los demás piratas, por puro reflejo, también sacaron sus pistolas y sus espadas, dispuestos a actuar ante cualquier orden.

—¡Bajemos las pistolas y espadas!—habló por fin el de ojos verdes—No queremos ningún herido, por favor. Evitemos el conflicto y formemos un acuerdo—propuso.

El pirata Bakugou, aun con su arma en mano, lo consideró. Volteó a ver a su fiel compañero de dientes puntiagudos y este asintió en modo de respuesta.

—Bajen las armas, mierdas—ordenó—Habla.

—Bien—suspiró el capitán contrario—Propongo buscar el tesoro juntos. Es una riqueza gigante y está comprobado. Todos aquí queremos lo mismo, por lo que podríamos dividirnos las ganancias ya que, de todas formas sobraría el oro. Seríamos los piratas más ricos de toda la isla sin necesidad de pelear. Además, en la leyenda nunca se ha dicho algo sobre compartir el tesoro, podríamos ser los primeros en hacerlo y de igual forma saldríamos ganando. La fama y el dinero llegaría a ambas partes por igual, a tal punto que...

—Capi, ya entendimos el punto—comentó Tsuyu.

—¡L-lo siento! ¿Qué piensan?

Los demás parecieron pensarlo y se miraban entre ellos con duda.

—Yo estoy de acuerdo—habló Kaminari—Es más, no me gustaría ensuciar mis manos con sangre ahora mismo.

—Si lo vemos así...—continuó Sero—...no le veo lo malo. Acepto.

—¡Mientras tenga dinero!—concluyó divertida Mina.

El rubio gruñón le dio una última mirada a Kirishima y este sonrió para dar a entender que estaba de acuerdo con la petición. Bakugou no quería aceptar, pero viendo que todos estaban de acuerdo no podía negarse a nada.

—Bien.

Ya estando todos satisfechos, por fin dieron a marchar la búsqueda. Cavaron y recorrieron toda la cueva, horas y horas hasta que el sol comenzó a descender.

—¿Qué es esto?—murmuraba Midoriya mientras miraba por un orificio al lado de una gigante roca. Parecía ser que detrás de ella estaba lo que tanto buscaban—¡Ayúdenme a mover esta roca!¡Creo que lo encontramos!

Y así fue una vez apartaron la gigantesca piedra, detrás de ella había oro, cofres, diamantes y todo con lo que un pirata podría soñar.

—¡Waa!¡Somos ricos!—canturreaban ambas tripulaciones y se adentraban más al lugar.

—¿Qué sucede, capitán?—preguntó preocupado Todoroki, pues, su capitán parecía desconcertado.

—Aquí no están las 7 gemas, solo hemos encontrado una—confesó.

—¿Conclusión?

—¡Pienso que este es solo uno de los siete lugares por recorrer!—el bicolor lo miró confundido—Esta montaña es una de las más reconocidas por todos los pueblos e islas, pero no es la única. Creo que..

—...Que hay otros seis tesoros más en otras seis islas—interrumpió Bakugou, quien estaba escuchando atentamente la conversación ajena.

—¡Y eso quiere decir que las demás gemas están ahí!

—¡Waa!¡¿Más aventuras?!—hablaron al unísono Uraraka y Kaminari, con montón de monedas de oro en sus brazos.

—¡Más lugares por explorar!—se miraron Mina y Sero.

—Eso sería increíble, ¡puede que hayan nuevos mapas por crear!—se unió Iida.

Ambos capitanes notaron la emoción y la buena relación que tenían ambos bandos. Se miraron y asintieron.

Tal vez no sea tan malo compartir nuevas aventuras juntos.

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𝘼𝙈𝙄𝙀𝙉𝙀𝙈𝙄𝙂𝙊𝙎 | Izuku-KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora