˚✩ Capítulo 5 ✩˚

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Todos los que presenciaron aquello se sorprendieron de lo que había sucedido, y no era para menos, pues este suceso confirmaba lo que la reina Sunmi ya sabía. Yongbok era el humano elegido por la profecía, pues solo quien tuviera posesión del cristal mágico podría usar su poder en su máximo esplendor y a su voluntad, siempre y cuando fuera puro de corazón y sus decisiones estuvieran libres de malicia.

Jinyoung temió.

—Vete Jinyoung, ahora no tienes nada que hacer aquí— exclamó con enojo la reina.

Jinyoung solo atino a mirarla con ira. Era consciente que en esos momentos realmente no podía hacer nada contra la reina y mucho menos contra Yongbok a quien el diamante mágico protegía.

—¡Esto no se quedará así! Este es mi bosque y me desharé de quien tenga que hacerlo— repuso el hechicero. Regresando a su forma hibrida, Jinyoung extendió sus alas y emprendió su huida— ¡Minju, vámonos!

—¡¿Qué sucede?! ¡Yo quiero mi almohada de plumas, papá!

—Si que tiene una voz irritante— dijo Seungmin con fastidio mientras a lo lejos aun se escuchaban los parloteos de Minju— ¡¿Viste su rostro?! ¡¿Lo viste?! ¡Ganaste Yongbok! — Seungmin daba brinquitos de felicidad.

Yongbok es esos momentos sentía de todo menos felicidad. Vamos ¡Era un cisne!

—Bueno, no lo creo. Más bien él me gano a mí— aseguró Felix tristemente, mientras agachaba su largo cuello de para apreciar el resto de su cuerpo de ave.

Seungmin se dio cuenta que su estado de ánimo no era el correcto para la situación en la que se encontraban.

—¿Qué haré? ¿Puedes regresarme a la normalidad? — Yongbok se dirigía a la reina con apresuro. Y ella solamente le regresó una mirada llena de pena.

—Ojalá pudiera hacer algo...— suspiro con derrota. Miró a las criaturas que se encontraban a su alrededor— Con el tiempo solo unos cuantos duendes y hadas afortunados han logrado escapar del palacio de Jinyoung...

­—¡Casi no la contamos! — Changbin interrumpió a la reina— Pero gracias al hermoso Hyunjin ¡lo logramos!

—Ay Bin, no fue nada— respondió con modestia Hyunjin. Y es que se sentía muy orgulloso de haber sido quien salvo a sus amigos— Solo le dije a los guardias "Ustedes, acérquense. Tengo algo para ustedes...se acercaron y...” ¡aja! — el zorrillo se tomó muy enserio su recreación de los hechos que soltó su "ataque" frente a Changbin, quien no tardo en caer noqueado por el fuerte olor que desprendió.

—¡Oh! ¿No es magnífico? — dijo Changbin antes de dejarse llevar totalmente por la inconciencia.

Las risas de todos estallaron al presenciar tal escena. Hyunjin y Changbin sin duda despejaron la tensión con sus ocurrencias. Yongbok internamente agradeció por ello, ya que sentía que pronto le daría un ataque de nervios.

Sunmi también rio ante lo dicho por estos dos, pero sabía que no debía distraerse del verdadero problema y aunque no quisiera retomo el tema— Aun así, hayan logrado escapar, mis poderes no consiguieron romper por completo el hechizo de Jinyoung. Lo más que pude hacer fue volverlos a la normalidad, pero solo al momento del ocaso hasta el amanecer.

—¿Y ahora? Antes no tenía el cristal mágico ¡Inténtelo por favor! — Yongbok no se rendiría. Él tenía que volver a ser humano fuese como fuese— No quiero ser un cisne el resto de mi vida ¿Qué pasará con mi papá? ¿Mi hermano? ¡No! No quiero esto. Tiene que a ver una forma...

Por más que la reina quisiera, no le podía dar falsas esperanzas. Sabía que no podría romper el hechizo. Al ver que ya caía el ocaso, alzo su varita en dirección a Yongbok y le aplico el mismo hechizo a medias que había hecho a sus duendes y hadas regresar su forma normal por un corto período.

El sol por fin se había ocultado y con ello, los animalitos dejaron de serlo, convirtiéndose en esos seres mágicos que tanto anhelaban volver a ser. Por su parte, Yongbok cerro sus ojos con fuerza esperando que con él sucediera los mismo.

Sintió un cosquilleo por todo su cuerpo— Codos, dedos, piernas...— enlistó las partes de su cuerpo de manera alegre una vez se había atrevido a abrir nuevamente sus ojos— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

—Recuerda que cuando salga el sol mañana...

—Seré un cisne otra vez- toco la tiara que aún permanecía sobre su cabeza como recordatorio que nada estaba resuelto. Toda la felicidad que estaba sintiendo hace unos momentos se esfumaba rápidamente— No puedo ir a casa así. Tengo que encontrar un modo de romper completamente el hechizo— Yongbok dijo lleno de determinación.

—¡Así se habla! — exclamó Seungmin.

—¡Todos te agradecemos por ayudarnos desde el corazón de nuestros fondos!

—El fondo de nuestros corazones, Changbin— corrigió Hyunjin.

—Así, eso...

—Tiene que haber algún secreto para derrotar al Jinyoung— dijo un decidido Yongbok.

—Y lo hay, en el libro de las leyendas del bosque, pero ese libro solo puede leerlo quien porte el cristal mágico— contestó la reina.

—¿Dónde puedo hallar ese libro? — Yongbok preguntó emocionado ante el deje de esperanza que estaba apareciendo.

La reina sonrió igual de emocionada— ¿Quién llevará a Yongbok a ver el libro de las leyendas del bosque? — pregunto la reina a los presentes.

—Ese lugar es aterrador...

—Nadie ha estado ahí en años...

—Y esta vigilado por un horrible duende de pies enormes...

—Mal aliento....

—Una bestia maligna...

—Changbin ve tú...

—No, ve tu mejor Hyunjin...

—Nosotros no iremos. No, no y no— dijeron temerosos Changbin y Hyunjin al mismo tiempo.

—¿Peligro? ¿Duende? No hay problema. Iré yo— habló Seungmin con confianza.

La reina asintió. Con su varita hizo aparecer una hoja con un símbolo tallado en el medio— El libro esta vigilado por un duende llamado Dwaekki. Usen esto para abrir la puerta de la bóveda­— le tendió la hoja a Yongbok.

Una vez guardo la hoja, Yongbok y Seungmin emprendieron su viaje en búsqueda de las respuestas que contenía el libro de las leyendas del bosque. Todos se despidieron de ellos. La reina le dió una ultima mirada llena de esperanza. Ella sabía que ese joven y bonito humano era por quien habían estado esperando y quien los salvaría a todos y cada uno de ellos.

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Felix y el lago de los cisnes ✲ᴍɪɴʟɪxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora