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Mile y Apo reanudaron la marcha al día siguiente, aunque varias veces tuvieron que detenerse y saciar la necesidad de sus activos celos.

Durante las horas del día lo hicieron en el coche y donde les pillara y cuando llegó la noche, rentaron otra habitación y entre copula y copula, repusieron fuerzas y descansaron.

Inmensamente felices tras sus encuentros sexuales, estos se subieron al coche y continuaron con su cruzada hasta la frontera pues ya les faltaban pocos kilómetros y estaban muy seguros de poder conseguirlo.

En el siguiente día, estos creyeron que sus padres ya no los buscarían pues al ser mayores de edad, entenderían que se amaban y que querían estar juntos, por lo que no dudaron en pararse a admirar el paisaje e incluso pasear por una playa y disfrutar un poco de la arena, el agua y el sol.

-Te amo

-Y yo te amo a ti

Tras pasarse un tiempo en el lugar, estos decidieron nuevamente volver al coche y proseguir en su viaje, antes del anochecer pero cuando estaban regresandoe al coche, vieron una camioneta de la policía.

...-Oh mierda, debemos escondemos... vamos- Habló el joven alfa tirando de Apo.

-¿Tú cre-crees que nos buscan a nosotros?-Preguntó el omega asustándose.

Mile asintió.

-Me temo que si, cariño...son de la misma brigada a la que pertenecía mi padre...joder, no creí que mi madre los llamaría.

-Mi padre va ha matarme-se lamentó el omega.

-Tranquilo cariño, eres mi omega y llevas mi marca. Nadie podrá separarnos ya.

La pareja intentó esconderse pero el olor a miedo que desprendía el omega era tan fuerte, que pronto los agentes dieron con ellos.

-Vamos muchachos, el viaje se ha terminado- Dijo uno de ellos-....Subid a la camioneta, vamos.

-Pero mi coche-dijo entonces el joven alfa.

-Dale las llaves a mi compañero, él lo llevará de regreso a tu casa.

Resignados se metieron en el coche policial y el agente puso rumbo hacia sus casa.

-Tengo mucho miedo. No quiero irme a América con mi tía-gimoteó el omega en los brazos Mile-... quiero quedarme contigo.

-Tranquilo cariño, no dejaré que tu padre nos separe. Ahora eres mío y tendrá que aceptarlo.

Mientras en su casa, Jab estaba muy preocupado porque las horas pasaban y nada se sabía, muy molesto decidió ir a la casa de su vecina.

-Que bien que has venido-le dijo la alfa al abrirle la puerta-... ahora iba a avisarte.

-¿Qué ocurre?, ¿Le ha ocurrido algo a mi hijo?

Lukkade negó con la cabeza, entonces se apartó y le dejó pasar.

-No ..ya los han encontrado, están de camino.

El alfa suspiró aliviado.

-Oh gracias, menos mal creí morirme de la angustia.

Ambos se sentaron en el sofá de la sala de Lukkade y en un incómodo silencio, permanecieron durante unos minutos.

-Espero que mi pequeño hijo este en buenas condiciones o tu hijo se las verá conmigo-dijo Jab bastante molesto.

La alfa rió.

-Mi hijo es muy responsable y si ha hecho algo ten por seguro que lo asumirá no necesitas hacerte el duro.

-¿Qué estás insinuando?

-Que eres un blandengue y por eso te dejé al igual que tu mujer lo hizo, pobre omega.

Jab resopló con molestia.

-Mi mujer se fue porque nunca me amó. Solo le interesaba el dinero y cuando empezó a escasear, se largó...y bueno tú...tú eres una libertina y te daba igual uno que otro.

-¡Eres un jodido estúpido!-le gritó esta muy molesta-... ¡espero que en cuanto los chicos regresen te vayas de mi vista!, ¡No te soporto!.

-¡Por supuesto!, ¡No querría pasar ni un minuto más aquí!

De repente se escuchó el timbre de la puerta y la doncella le dio paso al agente que traía a Mile y Apo, el cual comenzó a lloriquear al sentir las numerosas feromonas de ambos alfas.

-Aquí te los traigo Lukkade, sanos y salvos.

La alfa se levantó del sofá y se acercó a este.

-Muchas gracias, querido, sabía que lo cumplirías.

Tras despedir a este, ambos padres y sus hijos se sentaron frente a frente.

-¿Estás contento?, has conseguido molestarme mucho más...mañana sin falta te ir...

-Él no se irá a ninguna parte, señor...él es mi omega y ya no puede estar lejos de mi-dijo Mile mostrando la marca en el cuello del asustado omega.

Jab miró a su hijo con evidente decepción.

-Está bien, por lo visto yo ya no tengo ninguna autoridad. Te quedarás con él aquí, ya no hay sitio para ti en mi casa...él ahora es tu alfa y su deber es cuidar de ti... espero que lo cumpla- sentenció éste muy rotundo.

-Pe-Pero pa-papá...

Sin dejarle más opción a su hijo de explicarse, el alfa se levantó y acto seguido se fue.

-Bien hijo pues está claro-habló Lukkade algo molesta también-... Creo que has cometido un error de juventud y confieso que estoy disgustada porque yo quería que disfrutes más de la vida pero tú lo has elegido así, ahora debes afrontar las consecuencias de haberlo marcado.

-Lo sé, mamá.

-Bueno pues si está claro, entonces podéis ir a la habitación y acomodaros... yo debo regresar a la empresa.

-Gracias, mamá. ¿Crees que papá..

-Tú padre no dirá nada, ya sabes cómo es.

-Ok mamá, gracias.

Ya en la habitación, el omega seguía muy triste y cabizbajo.

-Hey cariño, tranquilo...tu padre lo acabará aceptando.

-Creí que insistiría en mandarme lejos...no me esperaba que renegase de mi.

-Anda ven, cariño-dijo el joven alfa cogiéndole de la mano-...tumbémonos en mi cama y descansemos. Tranquilo, todo se arreglará.

-Te amo, Mile. Ahora ya solo te tengo a ti.

-Y yo te amo a ti, precioso.

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6. JeffBarcode: Matrimonio forzado  -Omegaverse Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora