Inefable

Capítulo-2|Jugada del destino.

Mini- serie1/2
Denis

La loca soltó al pajarraco y este comenzó a picarme, Ray solo se reía al igual que la amiga de la loca. Supo que nadie lo ayudaría.

–¡¡¿Se puede saber qué haces?!!–le grité a la loca.

–¿Que pasa, le tienes miedo a un simple lorito?–dijo Ray todavía riéndose.

Para mi sorpresa Kinsi lo llamo silbándole y el pajarraco le hizo caso y regresó a su jaula.

–Te lo merecías por desaparecer–dijo ella con media sonrisa.

–¿Como no hacerlo?, estás completamente loca–dijo Denis, eso la sorprendió.

Es verdad que me gustaba pero no quería complicaciones y menos acabando de llegar, ya tenía bastante con lo qué pasó en Los Ángeles.

–Bueeeeno, podríamos ir calmándonos un poco ¿no creen?–dijo la amiga de Kinsi.

–Si la verdad, están un poco tensos estos dos–comentó Ray a Kinsi. Mirando la evidente tensión que había entre nosotros dos.

–Podría hacerlo solo si él se disculpa por llamarme loca–dijo Kinsi.

–¿Yo disculparme? pero si has sido tú la que me a atacado con ese animal– dije un poco enojado.

–La verdad, no estamos avanzando mucho–dijo Ray con una sonrisa nerviosa.

–Hola un gusto me llamo Isi–dijo la la amiga de Kinsi.

Lo hizo para romper el hielo y funcionó la miró con cara de no importarle mucho.Pero decidió contestar era mejor que hablarle a doña pajarraco.

–Yo me llamo Denis.

Kinsi

–¿Y si nos sentamos? –le dijo Isi.

–No, me marcho, si quieres quedarte puedes hacerlo luego te veré en el hotel.

Le dirigió una última mirada de rencor al creído de Denis y entró al coche junto con Rico. Sin antes notar una mirada un poco de reproche a Isi por la encerrona. A lo cual ella agacho la mirada unos segundos antes de irse

—¿Para donde se dirige?–dijo el conductor, con una gran sonrisa.

–Al hotel Brisas de la Playa–le dije .

Esta vez si podía estar tranquila todo el viaje hacia el hotel, que no era muy largo.  Aunque hubiera sido mejor que si lo fuera, para así no tener ni la mínima oportunidad de verlo de nuevo. Le había atraído mucho al verlo, y algo extraño le había llamado la atención en Denis.

Pero era un petulante, creído , y amargado, no iba a querer a una persona tan grosera nunca en su vida.

De pronto algo interrumpió sus pensamientos.

–Eh visto lo que le has hecho a ese chico con tu mascota–dijo el conductor sonriendo un poco menos que la ves anterior.

–Se lo merecía–masculló ella de mala gana.

–Que te a pasado con él para que le lanzaras a esa fiera–dijo él sonriendo.

–Se llama Rico–le dijo ella, un poco menos inrritada– Nos conocimos en el avión, digamos que no empezamos bien, él desapareció de pronto y me dejó hablando sola.

El la miro y suspiro.

–La verdad, no debí hacerle eso, entiendo porque desapareció, Rico puede asustar mucho–dijo ella, más relajada y sonriéndole al conductor.