Inefable

Capítulo-14| La declaración.

Denis

Esa sonrisa logró que me hirviera la sangre, siempre al pelear había que estar sereno pero con él nunca podía estarlo, sabía muy bien como molestarme y lo lograba con mucha facilidad. Tal fue mi desconcentración que la campana sonó.

–No piensas moverte–dijo a escasos centímetros de mi oído.

Rápidamente me volteé lanzando un golpe que esquivo demasiado fácil.

–Igual de lento que siempre.

Me tomo del brazo y me lanzo al suelo. Muchos recuerdos del pasado que trataba de bloquear vinieron a mi mente.

–Tienes que ser más veloz–decía una voz muy familiar.

Golpes y más golpes.

–Demasiado lento, tienes que ser como una sombra.

Patadas y malos recuerdos entre estos recordaba a alguien, una luz en mis tiempos de oscuridad.

–Levántate, tú puedes no te rindas–decía tendiéndome la mano.

Me despertaba, notaba una sonrisa calidad,unos puños grueso y ásperos.

–Yo te enseñaré que no necesitas ser una sombra la luz es más veloz y puedes hacer desaparecer a la sombra– me tendía la mano nuevamente.

Otro golpe más me izo reaccionar.

–Esto es la poca diversión que puedes darme–decía mi hermano próximo a mi rostro.

Ese golpe trajo recuerdos que había perdido, recuerdos de mi abuelo.

–Ahora es que comienza el juego hermanito–dije poniéndome de pie de un salto.

El estado ovacionó, los gritos provenían de cada una de las personas aquí presente.

–Crees poder ganarme.

–No lo creo–dije limpiando la mejilla–Se que lo haré, tengo una razón muy importante por la cual hacerlo.

Lance una mirada hacia ella, permanecía inmóvil, atenta a cada movimiento nuestras miradas se cruzaron por escasos segundos antes de percatarme de que se había lanzado sobre mi.

–Te dije, te derrotaré– hablé luego de esquivarlo.

Eso pareció sorprenderlo.

–Parece que si has mejorado desde la última ves–me hablo poniéndose de pie.

Esto se pondría interesante.

–Ven comencemos a jugar–dijo.

Comenzó a lanzar un golpe tras de otro, lograba esquivarlos por pocos segundos, yo contraatacaba y él hacía lo mismo. La pelea estaba muy reñida.

Los dos nos conocíamos cada movimiento del otro, era razonable habíamos entrenado juntos. Nos detuvimos, nuestras respiraciones estaban aceleradas.

–Creo que me has costado más trabajo del que pensé–admitió.

–Estos años no los e pasado en vano–asegure.

Recordé una maniobra que había aprendido en las peleas callejeras, la usaban muy frecuentemente, con intentarlo no perdería nada si era básica pero muy eficaz, si se logra te puedes dejar inconsciente.

–Planeó terminar esta pelea–indique posicionando mi cuerpo.

Iba a utilizar el estilo krav maga, un estilo muy peligroso. No hubo reacción por su parte entonces no lo reconocía.