Legado | Monteen

Los límites

De camino a la biblioteca, Minhyuk se preguntaba porqué su amigo había decidido ir a ese lugar apenas había concluído su viaje. Joshua no era el tipo de persona a la que le gustara encerrarse a leer, mucho menos después de haber estado tantos días lejos de casa. De hecho, le sorprendía que no lo hubiera buscado a él antes de dirigirse a cualquier otro lado.

Lamentablemente, la respuesta a su pregunta llegó tan pronto como ingresó al edificio donde se guardaban una infinidad de libros. Su mejor amigo abrazaba al hijo de Maléfica con tanta familiaridad que Minhyuk casi vomita. Y eso no era lo peor de la imagen, sino que para completar el cuadro, su prometido se encontraba a un costado sonriendo ante la escena.

Minhyuk sintió como su sangre hervía a causa de los celos.

—¡Hola! —exclamó llamando la atención de las tres personas frente a él y haciendo un enorme esfuerzo por sonreír—. Josh, vine a buscarte, tu madre me comentó que estabas acá —dijo para luego abrazar a su amigo, que lo recibió con tanto cariño como siempre—. Hola, mi amor —agregó dirigiéndose hacía Hyungwon, que parecía por demás de incómodo.

Minhyuk llevaba entre tres y cuatro días sin ver a su novio. Y aunque su instinto le decía que Hyungwon lo estaba evitando, se había logrado convencer de que aquella idea no era mas que su imaginación tratando de molestarlo. Pero cuando se acercó a él y el príncipe depositó un beso en su frente en lugar de en sus labios, se permitió volver a sospechar.

—Hola —saludó Jeonghan, cuya sonrisa se había borrado.

—Hola —contestó Minhyuk de manera seca. La incomodidad entre esos dos era tan evidente que hasta se podía saborear.

—No sabía que ibas a ir a buscarme, te hubiera esperado —dijo Joshua, tratando de cortar con la tensión—. Vine porque tengo que retomar mi trabajo como tutor.

—Te dije que no era necesario que vinieras hoy —intervino Hyungwon—. Deberías descansar y volver mañana.

—Aun así estoy muy contento de que volvieras —dijo Jeonghan colocando su brazo sobre el hombro de Joshua—. El príncipe es un buen tutor, pero te estaba extrañando.

A Minhyuk no se le escapó la sonrisa coqueta que su mejor amigo le dedicó al hijo de Maléfica. Así como tampoco pudo ignorar la tensión en Hyungwon tras ese comentario. ¿Qué ocurría entre Jeonghan y Joshua? Y mas importante: ¿por qué a Hyungwon le molestaba?

—Lo bueno de que Josh haya regresado —comenzó Minhyuk— es que podemos pasar el día juntos, Won. Hace mucho que no salimos.

—¿Eso es lo único bueno? —bromeó Joshua con un fingido tono ofendido—. Pensé que me habías extrañado.

—Si te extrañé —aclaró Minhyuk con una sonrisa, esta vez sincera—. Pero evidentemente hoy tenés trabajo que hacer, así que yo voy a dejarte hacerlo mientras me llevo a mi prometido, todos ganamos —el joven príncipe notó lo incómodo que se había puesto Jeonghan ante ese comentario. Pero lo que mas le sorprendió fue que el propio Hyungwon parecía estar incómodo.

"Hyungwon, ¿qué me estás ocultando?" Pensó.

—Min —llamó el príncipe— no creo que eso sea buena idea. Lo mejor es que Joshua descanse y yo me quedé acá. En otro momento podemos salir.

—Hyungwon —dijo Jeonghan—, no es necesario que te quedes, tampoco es necesario que Joshua lo haga. Puedo estudiar solo hoy y mañana retomar las clases. No se preocupen.

La dulzura con la que ese chico le hablaba a su novio le provocó arcadas a Minhyuk. ¿Desde cuándo había tanta confianza?

—Pero...