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(Narrador Omnisciente)

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(Narrador Omnisciente)

Yoongi entro a Min Fashion House con un estilo impecable y con su ya conocido vaso de café negro entre su mano derecha mientras la otra iba dentro de su bolsillo delantero del pantalón.

Sus gafas de sol no dejaban ver los hermosos ojos gatunos a los empleados quienes deseaban conocer un poco más al hijo de Madame Min. Sin embargo, nadie sabía que bajo aquellas gafas de sol se ocultaban muy bien unas ojeras que adornaban sus ojos.

El azabache entró al elevador y presionó el piso 15 que era donde de encuentra la oficina. Bebió un sorbo de su café amargo y suspiró aliviado por el exquisito sabor. Al llegar al piso, salió de este y en un instante ya tenía a Jungkook al lado.

Solo tenía dos semanas de estar trabajando con aquel chico y a veces deseaba cerrarle la boca por hablar demasiado. Y no es porque odie al chico o lo desprecie, simplemente es que en mucha ocasiones lo abrumaba con tanta información difícil de procesar para él.

- Buen día señor Min - Saludo el de mechas azules.

- No se que tendrán de buenas - Bufó fastidiado.

- Veo que amaneció de malas. ¿Desea algún otro café para levantar sus ánimos? - Ofreció. Jungkook había tomado un gusto peculiar por hacer fastidiar a su jefe temporal.

Yoongi detuvo sus pasos, bajo levemente sus gafas y fulminó con la mirada a Jungkook, quien mantenía su rostro sereno.

- ¿Tienes algún deseo de muerte esta mañana? - Pregunto demasiado serio para el gusto del de mechas azules.

- No. - Negó - Por cierto, su agenda de este día - Anuncio para evitar la mirada asesina de su jefe - Tiene una junta con los accionistas de Min Fashion House que no puede retrasar más. Luego tiene una reunión privada con el señor Jung. Ah sí, debe ir a revisar los avances finales de la línea de ropa de invierno para el próximo desfile, un almuerzo con el fotógrafo principal de la sesión de fotos y...

- Ya. Detente - Pidió el mayor, entrando a la oficina - ¿Quieres matarme de un estrés? - Indago.

- No. Solo le estoy haciendo ver su agenda de este día - Sonrió inocente el chico.

- Borra esa sonrisita y ve a verificar si la sala de juntas ya está preparada - Ordenó.

- La sala está pulcramente preparada señor Min - Jungkook gozaba de ver el rostro serio y también fastidiado de su jefe.

- Bien. Entonces hazme un favor - Pidió.

- Diga.

- Llama a la guardería en donde metí a Holly y pregunta si ya está allí por favor. Esta mañana estuvo llorando mucho porque lo obligue a subir al maldito autobús perruno - Suspiró rendido.

- ¿Y... Por qué lo obligó? - Jungkook había aprendido a tomar como algo normal que un perro este en una guardería perruna.

- Por qué prefiero que esté en esa maldita guardería donde le darán sus comidas a la hora, lo cuidarán y jugará con más perritos. En casa estaría solo todo el día aguantando hambre.

💫 INDELEBLE 💫 ~ Yoonmin ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora