HERMANO PROTECTOR [jayhoon]

𝙲𝚊𝚙 9: 𝐥𝐢𝐧𝐝𝐨 𝐛𝐨𝐫𝐫𝐚𝐜𝐡𝐨.

Los chicos llegaron al lugar, eran las 10:00 pm pasadas y parecía que todas las personas invitadas habían llegado ya.

Las puertas estaban abiertas, así que entraron directamente a la casa y empezaron a buscar al cumpleañero y a Jay.

Recargado en una mesa, se encontraba el anfitrión con un vaso rojo (al parecer refresco) en su mano, mirando todo a su alrededor con una gran sonrisa.

—¡Hey! ¡Jake!– le llamó Sunghoon muy fuerte para que el chico lo escuchará mientras ambos caminaban hacia él.

—¡Hey! Llegaron, empezaba a creer que tu plan fallaría.

—Eso jamás, yo venía si o si– dijo totalmente feliz de haberse salido con la suya —¿Dónde está Jay? Sunoo dijo que ya estaba aquí.– claro que no tardó en preguntar por el estadounidense.

—Si, está aquí– Jake miró todo su alrededor intentando divisar al chico —Solo que no dónde.

—Lo buscaré.

Luego susurrar un “Debemos estar los tres” a Sunoo se dispuso a recorrer la casa en busca de el peliazul.

Pasó por la sala, el baño, los pasillos y no fue hasta que entró en la cocina, que encontró al objetivo.

Jay tenía su celular en mano mientras fruncía su ceño, parecía molesto, pero eso solo hacia ver más atractivo; un suéter sin mangas dejaba ver la bronceada piel de sus brazos y Sunghoon tuvo que cerrar su boca con la mano antes de llamarlo.

Se acercó un poco y golpeó un par de veces la mesa para que el chico le mirara.

— Oh, ya llegaste– como por arte de magia el ceño fruncido desapareció y en su lugar, una gran sonrisa resplandeció en su rostro provocando una suave calidez en el corazón de el peliblanco.

—Si...

Mutuamente se dieron una mirada, Jay estaba sorprendido de mirar al chico vestido de una manera tan rebelde, si así podía llamarse; la camiseta negra que llevaba bajo esa chaqueta de cuero, mostraba de manera descuidada la piel pálida en las clavículas del chico con algunos lunares. Y bueno, sabemos que Lee estaba casi babeando.

—M-me alegra que si te hayan dado permiso.– dijo el más alto tratando de distraer su atención.

—En realidad...como tal, Minho no me dió permiso.

—¿Te escapaste?– Jay le miró de manera sería.

—Ah... Definamos escapar.

—Sunghoon, ¿sabes lo preocupado que estará tu hermano si no te encuentra en casa?

—No se dará cuenta, estaba enojado así que no irá a mi cuarto hasta mañana para el desayuno.

—No se trata de eso, ¿Qué si te pasa algo y él no sabe?

—Vamos, no pasará nada malo, lo prometo.– sonrió tratando de quitar el enojo de Jay.

—¿Cómo llegaste?

—Sunoo me ayudó y también me ayudará a regresar, no te preocupes Jay.– se acercó y agitó el brazo de el peliazul logrando una pequeña sonrisa en él a la par que negaba.

—Muy rebelde.

—Solo por hoy.– rió y recordó a lo que iba. —Vamos, debemos darle el regalo a Jake, ¿Lo trajiste cierto?

—Claro que si.

(...)

—Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querido Jake, feliz cumpleaños a ti.