𝙲𝚊𝚙 10: 𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐣𝐚𝐫𝐞́

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—Con cuidado.- susurró Jay ayudando a Sunghoon a caminar hacia su cama.

—No estoy borracho.- aseguró el peliblanco.

Apesar de arrastrar un poco las palabras y tropezar constantemente, si, en realidad no estaba borracho, solo algo... relajado.

Lo dejó sentado en el borde de la cama y sin pensarlo dos veces el pálido se dejó caer quedando acostado de las rodillas hacia arriba.

—Creo que deberías cambiarte.- miró unas prendas en la silla frente al escritorio de Sunghoon y por lo que podía ver parecía una pijama, así que no dudó en tomarlas.

Volvió con el chico y luego de pedirle que se levantase, le ayudó a retirarse la chamarra y la puso a un lado.

Apenas se dirigía al borde de la camiseta que tenía el peliblanco, cuando este tomó una de sus manos.

Creyó que el chico no quería que le ayudase o se sentía incómodo, pero cuando subió su vista al rostro de este miró cómo observaba con atención su mano, con el ceño fruncido.

Al darse cuánta de que era visto por el peliazul, sonrió un poco.

—Jay, me gustan.- dijo confundiendo al más alto.

—¿Mis manos?

—Ajá- entrelazó sus dedos con los de Park —¿Recuerdas cuando me pediste mi número? Ese día tomaste mi mano y ví la diferencia, mis manos parecen débiles, pero las tuyas se ven tan fuertes, son grandes, pero aún así no me tomas con brusquedad, siempre eres muy cuidadoso, ¿Sabes? no me romperé.

—A mi también me gustan tus manos y no es que sienta que eres débil, solo quiero cuidarte ¿Okay?, Todo tú eres tan...lindo...que no quiero que nada malo te pase.- Jay, con la poca luz que entraba por la ventana y era unida a el tenue foco de una lámpara, pudo ver un sonrojo extenderse en las mejillas de Lee y seguramente, él también tenía uno.

—No me mires así.- desvío la mirada, siendo incapaz de resistir así un segundo más.

—¿Cómo?- dejó una pequeña risa.

—Como si...solo me miraras a mí para siempre.

Jay realmente quería contestar a eso, diciendo que eso era algo que él estaba dispuesto a hacer, quería admirar cada detalle de la belleza de Sunghoon por toda su vida, pero si lo decía en voz alta tenía miedo de no poder ocultar más lo que sentía.

Solo negó un poco con la cabeza mientras sonreía, para luego continuar ayudando al otro a cambiar su ropa; mientras trataba de tocar lo menos posible el cuerpo de el más pálido, así como de no mirarlo mucho.

—Listo- sonrió Jay mirando lo lindo que se veía el chico con la pijama.

En un impulso su mano se levantó hasta llegar a la altura del rostro contrario y suavemente, posarse sobre su mejilla, pálida y algo fría por el viento de la madrugada, cambió al instante a ser todo lo contrario, se sentía tibia y con un tono rosado creciendo.

—Suave- Jay sonrió como un tonto mirando a los ojos de Sunghoon —Tu piel es muy suave.

Su mano bajó un poco llegando a su barbilla, ahí su pulgar acarició está, tocando un poco el labio inferior de el peliblanco.

—Me pregunto...si estos también lo son- pasó su dedo barriendo los labios contrarios intentando sentir su textura, a la par que los observaba con tal deseo que Sunghoon se sentía derretir ahí mismo.

Luego de unos segundos mirándose mutuamente e intercalando de ojos a boca, una sonrisa se escabulló en Lee.

—¿Quieres probar si lo son?

HERMANO PROTECTOR [jayhoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora