HERMANO PROTECTOR [jayhoon]

𝐂𝚊𝚙 12: 𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐌𝐢𝐧𝐡𝐨 𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠.

—Hyung, voy a casa de Jay.– dijo su hermano menor bajando las escaleras.

Minho y Han se miraron entre sí y antes de que Sunghoon si quiera tocara la puerta, el Lee mayor se levantó en un segundo, provocando un puchero en el chico de mejillas regordetas cuyas piernas fueron de estar sobre los muslos de el pelinegro a estarlo en el, no tan cómodo, sillón.

—¿Cómo que a casa de Jay?– se acercó y de inmediato notó ese aroma a perfume que últimamente inundaba el aura de su hermanito.

—Si, nos vamos a ver todos ahí– ante la sería mirada de su mayor un poco de nervios aparecieron en él —Ya sabes, todos, Jake y Sunoo también...yo...puedo ir ¿No?

Minho estaba a punto de decir un gran "no" pero recordó esa noche hace unos días dónde ambos se enojaron y él se sintió muy culpable, recordó su plática con Han y al verle a este sonriendo y asintiendo supo que decir.

—¿Porque no mejor vienen todos aquí? Hace mucho que no los veo.

Parece que a Minho le tocaría dar cierta plática que intentaba evitar, pero era necesario, solo esperaba que no fuera tan incómoda como lo fue cuando sus padres se la dieron a él; por el momento, vigilar un poco la convivencia de los chicos era más que suficiente.

—Agh hyung~– Sunghoon parecía hacer un pequeño berrinche —Tú y jisung hyung siempre están de empalagosos, no quiero ahogarme en su miel.– miró al chico sentado en el sillón —Sin ofender.

—Ya ya, hablales, les compraré pizza.

En esa casa la palabra mágica nunca había sido "por favor" sino "pizza".

El peliblanco abrió sus ojitos y asintió, subió corriendo las escaleras e hizo una videollamada grupal con sus amigos.

—Vamos a vernos en mi casa hoy, hyung dijo que comprará pizza.– dijo tan pronto todos contestaron.

Y unos minutos después llegaron uno a uno los chicos siendo recibidos en la casa de los Lee.

—Hyung, hace mucho no lo veía.– Jake se acercó chocando las manos con Minho.

Jay esperaba que el mayor lanzará una de esas miradas que le daba a él cuando si quiera lo miraba; pero contrario a ello, el mayor respondió el saludo y sonrió para el recién llegado.

—Si, ¿Acaso Seungmin te tiene encerrado?– ambos rieron y el estadounidense sintió un poco de envidia.

—Claro que no, solo que no salgo mucho, prometo venir más seguido.

—Claro, aquí siempre son bienvenidos.

—Oh hyung, me alegra escuchar eso.– Sunoo quien había llegado minutos antes que el australiano, se levantó de el sillón y se acercó a Minho cuya cara era digna para un sticker de WhatsApp. —Hace mucho que queremos hacer una pijamada pero ya sabe, en mi casa no podemos porque mis padres son algo estrictos, con Jake, Seungmin hyung siempre está estudiando, Jay tiene una casa que da miedo y pues creo que usted es el más amable para dejarnos hacer una pijamada aquí.

Sunghoon iba a interferir, ellos nunca mencionaron hacer eso, pero al ver las señas silenciosas que Sunoo le daba indicando que obtendría el permiso, decidió callar y ver qué decía su hermano.

—A-ah si, está bie-

—¡Perfecto! Le avisaré a mis padres.– apenas el pelinegro abría la boca para decir algo, Sunoo se abalanzó a abrazarlo e hizo señas rápidas a sus amigos para que también lo hicieran.

Con un gran abrazo de cuatro niños y un unisono "gracias, hyung", Lee Minho no pudo decir más.

El timbre sonó y cuando fue a atender un repartidor le extendió las pizzas que había ordenado, luego de pagar volvió adentro y la imagen que se encontró le lleno de ternura.