Let's play together ¡!

Especial 1

Un cansado coreano caminaba por las calles cerca de su hogar, era un complicado miércoles por la tarde.

El reloj en su celular mostraba que era un poco más de las dos treinta, por lo que supo que al llegar a casa se encontraría con su novio.

Sí, Jake,su bonito y travieso novio desde hace un mes y unas cuantas semanas.

Sus piernas cansadas se paseaban por la carretera, sintiéndose más aliviado al ver que el pequeño y cómodo hogar que compartía con su pareja estaba a tan solo cinco casas.

Y a pesar del dolor en las plantas de sus pies corrió hasta llegar a la puerta de su hogar, metiendo la llave y girando la perilla, entrando por fin al lugar.

Se sintió cálido al ingresar, mientras el silencio y la tranquilidad lo abrazaba.

—¡Yunnie, llegué!— anunció mientras cerraba la puerta detrás suyo.

En pocos segundos escuchó unos pasos bajando por las escaleras de madera, hasta topar con la presencia del menor.

—¡Hyung!— como un infante lo abrazó mientras daba unos cuantos brincos.

Bien, era un poco extraño que Jake lo recibiera de esa forma.

La última vez que Jake lo había recibido con un abrazo, era porque buscaba su consuelo.
Porque ese día un feo accidente había sucedido cerca de la Universidad del mayor y Jake había llorado mientras pensaba que Heeseung había salido herido, especialmente porque no le respondía sus llamadas.

—Hey, ¿sucede algo?

—¡Sí! ¡Muchas cosas!— se separó del mayor para mirarlo con aquella sonrisa que remarcaba sus grandes hoyuelos.—Gracias a ti pude aprobar mis exámenes... ¿Puedes creerlo, hyung? ¡El maestro de anatomía me felicitó! Pensé que le caía mal a ese viejo malhumorado.

Oh, cierto, Heeseung había ayudado a Jake a estudiar unas semanas atrás, brindándole de sus grandes enseñanzas como todo un profesional.

—¡Aprobé anatomía! Yo me veía en las vacaciones de verano recursando la materia.— mordió su labio cambiando su expresión al instante.—Aunque... hubiera preferido que me enseñaras anatomía de otra forma... Ya sabes, seguramente hubiera sido la mejor calificación.— inquirió coqueto.

—Tsk, seguro.— besó la frente del menor.—¿No fuiste el mejor?

Jake negó con un puchero.—Fui el segundo... no me gusta ser el segundo.— refunfuñó.

—Está bien, cariño, a veces no es malo obtener el segundo lugar.— abrazó la cintura del menor.—Además yo estoy orgulloso de ti.

—Estarías más orgulloso si hubiera sido el primer lugar.

Depositó un lento beso, saboreando los labios del más bajo.—Siempre estoy orgulloso de ti.— lo besó una vez más, aprisionando su cintura con la mano izquierda, mientras su diestra acariciaba los poco formados rizos del menor.

—Hyung...— recibió un sonido de garganta que le permitió seguir hablando.—¿Merezco una recompensa?

Heeseung rió tan rápido como su cuestión fue preguntada.
Jake se cruzó de brazos mientras hacía un puchero indignado.

—La mereces, pero lamentablemente estoy muy cansado y tengo que ir al hospital en dos horas.— suspiró casi queriendo abstenerse a ir al hospital, pero en realidad aquello era una total ayuda para sus estudios, gracias a ello estaba más avanzado que sus otros compañeros.—¿Dormirás conmigo?

Olvidándose de su indignación, Jake se dirigió hacia la habitación rápidamente.—¡Apúrate o ocuparé un gran espacio!

Como una colegiala quinceañera que vivía su primer amor, Heeseung suspiró enamorado, negando mientras se dirigía a la habitación a un paso relajado.

Definitivamente amaba a ese chico.