El tamaño si importa | 𝗝𝗟

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Jennie iba a negarse pero... Sólo era bailar, ¿Qué podría salir mal?

Asintió y siguió moviéndose al ritmo de la música con una alegre Lisa detrás de ella, hasta que la música paró y decidió alejarse, pero Lisa la había tomado de un brazo impidiendo su huida.

— Jen bailemos otra canción más — pidió la menor.

"Diablos" pensó Jennie, Lisa era demasiado guapa para su propio bien.

— ¿Por qué? — preguntó.

— bailas bien y realmente me gustaría pasar tiempo contigo.

— ¿Por qué? — volvió a preguntar.

— ¿Por qué?, no hay porqué.

— Eres extraña, no me conoces — dijo esperando a que Lisa la dejara.

— Te conozco — respondió la chica para sorpresa de Lisa — Te llamas Kim Jennie, estás en el club de baile, en tercer semestre, odias las alturas, tu mejor amiga es Miyoui Mina que es novia de Chaeyoung, también eres amiga de Park Roseanne o Chaeyoung, sueles comer sopa instantánea en los recesos, también sueles hacer ejercicio en tus horas libres de los días martes, entre otras cosas.

— OH — Jennie no supo que decir — eres una acosadora — afirmó intentando soltarse.

— ¡No para nada! — respondió la pelinegra temiendo haber asustado a la mayor — es porque...me gustas Jennie.

— Genial — respondió muy sacada de onda. — ¿Podrías soltarme? En verdad tengo que irme.

— ¿Realmente estas rechazándome?, podríamos ser una bonita pareja — insistió.

— No te conozco.

— Podrías llegar a conocerme.

— No quiero conocerte —  le dijo de forma cortante, Lisa hizo un puchero infantil.

— ¿Por qué no?, ¿No te gusto?

Jennie la miró de arriba a abajo deteniéndose justo en la entrepierna lo que provocó que su rostro se pusiera rojo como un tomate.

Lisa sonrío socarronamente.

— Seguramente haz escuchado los rumores — le dijo — ¿Entonces ya estas más interesada?

— Todo lo contrario — respondió Jennie dándole la espalda y alejándose caminando a su asiento.

— ¿Qué? — Lisa estaba que no se lo podía creer, siguió a la mayor y se sentó a su lado, el ambiente era muy ruidoso y ya no estaban tan cerca como hacia unos momentos mientras bailaban

— ¡En verdad me gustas! — le gritó al odio.

— ¡No estoy sorda! — le gritó Jennie de vuelta.

— ¡Yo tampoco!

— ¡¿Y por qué estamos gritando?!

— ¡No lo sé! — Jennie suspiró. Lisa no se había dado cuenta de que la mayor había esquivado la conversación inicial.

— ¿Qué esta mal en mi?, ¿Por qué no me das una oportunidad? — le preguntó.

Jennie no lo pensó mucho antes de responder, la respuesta le era muy clara

—veintiséis centímetros.

— ¿ventiseis centime...?, oh — Lisa frunció el entrecejo.

— ¿Es muy poco para tí? — preguntó sorprendida.

Jennie quiso golpear su cabeza contra la pared, negó.

— Es demasiado — dijo finalmente con algo de pena.

— Uff — Lisa suspiró — No mido 26 centímetros, soy asiática — aclaró sin aguantarse la risa.

Jennie se sintió una idiota por primera vez en muchos años.