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El emperador omega, Lee DongHae había despertado en la oscuridad de su habitación, solo siendo iluminada la luna llena. Su esposo Lee HyukJae, él emperador alfa, no estaba a su lado en la cama, preguntándose en dónde se había metido. Aunque está actitud era común cuando él estaba en celo, no entendía porque HyukJae cuando llegaba a su celo, no quería pasarlo con su esposo.
DongHae es feliz en este segundo matrimonio, después de su divorcio debido a que su ex pareja, el rey, le fue infiel con una cortesana y luego que terminó por desposarla, creyó nadie volvería a amarlo por ser un divorciado, al menos la marca de su ex había desaparecido hacía ya bastante tiempo. Por suerte llegó un emperador de un territorio diferente que recién había tomado su puesto, quien con tiempo y dedicación logró capturar el corazón del rey, cuidándolo y amándolo como se lo merece.
Cuando se casaron, DongHae se tuvo que mudar con HyukJae ya que aún vivía con su ex, aguantandolo, no soportando la rara actitud de esté y que nueva esposa fuera una doble cara.
DongHae es feliz, pero tenía un único inconveniente. HyukJae si pasaba los celos del rey o de vez en cuando lo hacían, pero jamás permitió que DongHae pasara los celos del emperador y no entendía el porqué. Se sentía herido, indeseable, poco atractivo.
Un año casados y ni siquiera lo había marcado. Eso dolía mucho más.
Harto de la situación, sale de la cama y se coloca una bata para verse más decente. Al salir de la habitación sentía el aroma de su esposo en el aire, ahora sabía que seguía en casa. Uno de los guardias quiso acompañarlo, pero DongHae no se lo permitió, avisando que iría a buscar al emperador.
⸻No puedo dejar que vaya. ⸻El guardián le vuelve a detener. DongHae frunce el ceño.