Capítulo 07

457 39 2
                                    

Se había hecho la noche ya, los búhos ululaban, se oían a las ranas junto con grillos a lo lejos, más cerca de la laguna del bosque, lobos, zorros y perros aullaban, todo esto mientras que dos figuras salían de la gran, si no enorme casa del bosque, y caminaban como si no tramaran nada ilegal ni sospechoso por el medio de la naturaleza hacia la ruta que daría con la civilización.

No parecería haber nadie más con el mismo plan que ellos, que pudieran ver, debido a que era muy probable que alguno de sus compañeros pensara salir más tarde, o habría llegado antes que ellos y ya estuviera causando estragos por la ciudad o pueblo más cercano.

Jeff: Recuérdame por qué no vamos en moto...

Eyeless Jack: Para no dejar marcas de la llanta, no hacer ruido ni llamar la atención.

Caminar tanto era inmensamente cansador, y aún si era cierto que podrían ir en bicicleta... la idea era ridícula. Ir en bici con sus canastas llevando algún cadáver... bueno, sonaba bastante gracioso a decir verdad, pero preferían que no, le dejarían la bicicleta a Sally.

Sally tenía una bicicleta adorable, a la que le habían sacado las rueditas entrenadoras hace poco, sus tubos estaban todos estampados de rosa, blanco y amarillo, con flores y conejitos que había pintado Helen en su tiempo libre, Slender había cambiado las dos ruedas grandes por unas blancas con llanta rosa, tanto Hoodie como Masky se habían encargado de conseguir un canasto que combinara con el color de la bicicleta, el aporte de Ben fue atar unos hilos con glitter en las manillas. En resumen, era una bicicleta preciosa que había servido como regalo de navidad hace unos años.

Se podría pensar que la malcriaban mucho, y aun si eso no estaba para nada lejos de lo cierto, la pequeña no se aprovechaba de su don de enternecer, y agradecía cada regalo con todo su corazón.

La mayoría de seres y personas en la casa tenían sus poderes de teletransportación, algún auto por ahí, moto o bicicleta... pero Jeff no tenía nada de eso. El joven era un peligro, y era muy seguro que si le dieran siquiera un skate, terminaría llevando a las autoridades sin querer de una forma u otra a la casa principal.

Como Jack era un poco más listo que Jeffrey (cosa que no era muy difícil), tenía una Kawasaki Versys 1000 del 2015, originalmente naranja, ahora mismo pintada de azul gracias a una vez más, Helen, quién era la persona con más conocimiento artístico de la casa, y como Jack no tenía idea de qué zonas eran pintables de una moto y cuales no, había acudido a su ayuda.

El punto, era una motocicleta preciosa, con la cual solía callejear, y alguna que otra vez Jeff habría sido llevado en la parte de atrás en sus paseos sin motivos asesinos a la ciudad. Pero hoy, como no iban a pasear, a pie iría a ser.

Eyeless Jack: Y recuerda que si no vas a usar tu forma humana, al menos cúbrete el rostro -con aquello dicho, le levantó la capucha blanca a Jeffrey, haciendo que su rostro cortado se viera un poco menos.

Jeff: Extraño Halloween... no tenía que ponerme tanto encima y podía ir como siempre... -suspiró, bajándose la capucha con rebeldía, dudaba que le fueran a ver bien la cara con sus cabellos negros poniéndose en frente de la misma, aunque su palidez no sería fácil de ocultar- ¿no tendrías que quitarte la máscara para llamar menos la atención, tu también?

Eyeless Jack: Soy más sigiloso que tú, no requiero de esas medidas

Recibió un codazo por decir eso, y se rio, porque en parte era cierto, y en parte quería molestar un poco a su mejor amigo.

Jeff: Vale, señor sigilo, ¿tienes un plan para esta noche?

Eyeless Jack: Llevarte a un lugar elegante... tomar unas copas... -esa respuesta recibió una patada detrás de la rodilla de inmediato, sacando otra pequeña risa de la criatura sin ojos.

El harem yaoista de Jeff the killerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora