La cocina era muy habitada, pero por la tarde, no había ninguna razón lógica para que hubiese tanto movimiento en la misma a las ocho de la mañana.
Era verdad que Masky y Hoodie solían desayunar primero por las siete, con Slenderman y Sally, en paz, pero esa cantidad era de dos personas, una criatura y una niña. Si tenemos en cuenta la cantidad de visitantes que la cocina había tenido hasta el momento sumarían un total de... una mujer, tres criaturas, cuatro hombres y una pequeña.
Mientras que la pareja de proxies se había decidido en alejarse de la zona, lejos del desastre, luego, Toby, quién había caído más tarde, se había retirado junto con la niña.
Uno podría considerar raro que ella estuviera esperando a comer algo, como si pudiera, después de todo, era una especie de poltergeist, y su sistema digestivo no funcionaba en este plano como lo haría el de cualquiera de las criaturas presentes, a las cuales sus cuerpos les solían permitir digerir o al menos tener hambre. Pero aún así, a Slender le gustaba incluir a la pequeña, hacerle sentir un poco más humana y menos... bueno, muerta.
Nina: ¿Se puede saber qué hacen todos ustedes aquí, cocinando?
El dedo de Nina apuntó desde Laughing Jack, Eyeless Jack, y Liu, porque Slender era un habitual en la cocina, por no decir, el más habitual.
Laughing Jack: Decidimos comenzar una competencia de cocina -bromeó, aunque serías capaz de darte cuenta de que no era nada lejos a la realidad, era una especie de pequeña competencia.
Todo había comenzado con Slender cocinando más de dos platillos, tres, cosa que no era usual, Masky y Hoodie llevaban comiendo ya un rato, Sally jugando con la máscara del primero, riendo bajito mientras que le pedía a Hoodie que le sacara unas fotos con la careta blanca puesta, hasta ahí, se podría decir que era el inicio de un día normal.
El asunto escaló por Liu visitando la casa (eso era usual, pero no a estas horas de la mañana), primero caminó un poco, viendo quienes estaban despiertos y... que su hermano no aún al parecer. Fue al final que entró a la cocina, miró por unos segundos a los chicos comiendo, a Sally sin ningún plato, y Slender... preparando unos panqueques con tres platos al lado de la sartén.
No dudó ni por un segundo, y metió el dedo en la llaga.
Liu: ¿Estás cocinando para Jeff?
Los tentáculos en la espalda de la criatura parecieron contraerse en sí mismos, giró su cabeza, mirando directo a los ojos verdes del muchacho (o bueno, eso parecía), una mezcla de confusión por la repentina agresión de quién solía ser bastante educado, junto con un poco de vergüenza a qué Hoodie, Masky, y más aún, Sally, oyeran eso.
Slenderman: ¿A qué viene la pregunta?
Liu: El tercer plato
Slenderman: No, ¿Qué te hace pensar, de que este plato es para Jeffrey, y no una de las tantas personas que habitan esta casa?
Se oyó a Hoodie dando un sorbo bastante ruidoso a su café, y el de la mesa rebotando por su compañero dándole una pequeña patada mientras se ponía el dedo sobre los labios en señal de silencio.
No continuaron la conversación, cada uno fue por su lado, aún si hubo un pequeño momento donde se quedaron mirando mutuamente, no duró demasiado.
Luego llegó Toby, quién lo primero que hizo al entrar a la cocina, fue robar uno de los waffles con jarabe del plato de Hoodie, sin verse molesto por el jarabe en sus dedos, bajándose el barbijo para lograr morder la esquina del aperitivo de su compañero (el cual no reaccionó), y colocarse lado a lado con Liu.
Toby: Hmn... Jeff sigue durmiendo, creo, ¿sabes?
Hablaba mientras masticaba, y aún si el habla del proxy no era muy común y corriente hablando de la estructura gramatical, Liu más o menos se había acostumbrado y comprendía a que se quería referir.
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El harem yaoista de Jeff the killer
Fiksi PenggemarHubo un día en mi vida en el cual todo cambió. Y ese día, fue en el que me di cuenta que no todos los ships debían ser estrictamente heterosexuales. Es por ello, que en este/a novela/fanfic/historia, vamos a explorar que creepypasta es la que podría...