💞MI PRIMER AMOR💞

💞CAPÍTULO III💘

Karen abrió los ojos como platos al escuchar la confesión de su hermano—No, nunca me dijiste nada.

— ¿Sabes en dónde está Candy? —El castaño tenía la esperanza en que ella, al ser su mejor amiga, lo supiera.

—No—. Le respondió la chica, y Terence apretó el puente de su nariz decepcionado, soltó una maldición que solo él escuchó, ella continuó hablando—En la mañana solo platicamos de la cita, pero no me dijo el lugar. En la tarde le estuve whatsappeando, pero ni siquiera le entraban mis mensajes. Hace como dos horas la vi en línea, y ya sabes cómo es, que cuando está apresurada solo reacciona a los mensajes, para posteriormente leerlos con detenimiento y responder.

—Llámala otra vez, y si no responde, iré a buscarla por toda la ciudad, hasta encontrarla—. Dijo con determinación—Ahora vuelvo, voy a quitarme la camiseta, porque apesto a sudor.

—Una ducha de dos minutos no te vendría tan mal—. Karen se tapó la nariz embromándolo.

Minutos después, el muchacho regresó con el cabello húmedo y la toalla detrás de su nuca, ya vestía pantalón largo y un jersey.

— ¿Hay noticias? —Cuestionó a su hermana, mientras encendía su iPhone.

—Tengo algo, Patty fue quién la llevó al restaurante.

— ¿O'Brien, la gordita?

—Sí, la gordita—. La castaña rodó los ojos—. Solo estoy esperando a que me pasen su otro número, porque el que tengo me tira a buzón.

—Karen, ¿los doctores White, ya saben algo?

—No. No he tenido cabeza para avisarles, cuando tú viniste yo llevaba minutos de haberme enterado de la verdad.
Además, me da miedo decirles, sabes que ellos adoran a Candy, y siempre la han tratado como a una reina, imagina cuando sepan que se fue en Uber a su primera cita, y que el desgraciado infeliz tiene novia. Pensar en que el doctor White le corte las bolas con sus propias manos, es poco.

—Eso sí no se las corto antes—. Entre dientes, dijo el castaño—Por ahora no digas nada. En cuanto patito feo responda, me das la dirección para irme.

—Gracias "Oppa" —. Su hermanita le guiñó un ojo.

—¡Otra vez con eso! Ya te habías tardado en insultarme.

—Tonto, sabes que no es un insulto.

—Lo sé, pero prefiero que me llames Terry, así Te-rry, ¿ves que fácil es?

—Ush, me caes mal—, Karen bufó y al verlo concentrado con su celular le preguntó. — ¿a quién le escribes?

—A unos cuates, estoy averiguando en qué lugar anda ese zoquete, pero, por lo que veo, él está con Susana, porque ella subió esta foto a su historia hace diez minutos.

— ¡Pero qué hijo de perra!, están con rosas, vino, chocolates y todo. Entonces dejó plantada a Candy.

—No es por nada, pero prefiero mil veces eso, a que hubieran estado juntos y se hubiese aprovechado de la pecosa—. Karen empezó a llorar otra vez.

— ¿Ahora qué te pasa? —Terry le preguntó serio, pues su hermana de por sí tenía la vena dramática, y esperaba que el motivo de su repentino llanto no fuera una estupidez.

—Hermano, me siento tan culpable—. Seguía sollozando— Ella me dijo que le gustaba alguien, pero que ese alguien, tenía novia. Sin embargo, yo le dije que a la novia se le hacía a un lado, y que eso no era impedimento para luchar por el chico que le gustaba.

—Ay Karen, eres una pésima amiga y consejera, deja de ver doramas, y no es una broma, te lo estoy diciendo en serio.

—Lo sé—. La castaña hizo un puchero, su celular le anunció un mensaje, con rapidez lo leyó; era Stair dándole el número que Patty usaba exclusivamente para el Uber.