Dos semanas después...
Francisco y yo empezamos a sentarnos juntos en el aula, a hace todos los trabajos juntos y el venía todos los días a mi casa o yo iba a la suya. Era prácticamente mi todo. Estábamos todo el día juntos. Jamas me dejaba sola.
En ese momento nos encontrábamos en mi casa cuando empecé a hablar.
-Perdón. -dije y me lancé a sus brazos y comencé a llorar-. El hombre que envió la carta es un completo psicópata según mi papá, el tiene miedo y quiere que nos mudemos a Francia. Él mató a mi mama y quiere dinero que no tenemos.
Empecé a llorar mas y mas, yo no me quería ir, no podía, no podía dejarlo.
Francisco no reaccionaba, estaba completamente en shock sin saber que decir.
-¿Cuándo se van? -dijo sin expresión alguna.
Me separé de su abrazo y le contesté con lágrimas en los ojos que en dos semanas. El tiempo se agotaba a cada minuto.
-Voy con vos. No te voy a dejar.
Lo miré. No sabia que decir, no sabia si quiera si lo que estaba pasando era real.
-No podes, tus hermanos y tu vida y...
-Si puedo, para mis hermanos soy un simple estorbo, y yo pienso que tu papá tiene el dinero suficiente como para que vayamos los dos. No te voy a dejar nunca.
En en ese momento lo abrace, y susurré a su oído un te amo, en respuesta recibí un abrazo mas fuerte.Le planteé la situación a mi papá al día siguiente y contestó que estaba bien, que si me hacia feliz a mi estaba bien. Y que Natalia iba a ir con nosotros. Y estaba bien por mi.
Hicimos todo el papeleo para que Francisco pudiera viajar con nosotros y todo salió a la perfección, algo que me sorprendió. Horas después estábamos arriba del avión.
Francisco y yo nos sentamos juntos en una fila de a dos y mi papá y Natalia adelante. Íbamos camino a España.
-¿Por qué yo? ¿Que viste en mi? ¿Como confías en que una persona que no se quiere te ame?
-Es que yo no lo elijo, yo simplemente soy yo y te vi. Así como eras, con tu pelo despeinado siempre, con tus ojos cafés, tu nariz chiquita, tu piel extremadamente blanca y todos tus demonios, los amé desde el principio. Todas esas cicatrices me parecieron perfectas, llenas de dolor, me dolian a mi. Yo simplemente te vi y me enamoré. Y desearía que la persona que mas amo, por la cual estoy viajando a España sea mi novia.
-Te amo ¿sabias?
Se acercó y me dio un delicado beso en los labios.
-Y yo a vos, y a todos tus demonios, a tu infierno inclusive.
-Vos sos parte de el -los mire a los ojos, apenas verdes y me recoste sobre su pecho-. pero tengo miedo.
-¿De qué?
-De la soledad, de nunca poder superarlo y siempre depender de una cuchilla, cansa saber que a nadie le importas, que estas solo en la vida y que todos te van a dejar, me da miedo vivir. Me da miedo el sufrimiento.
-Morir no es la solución, y no voy a dejar que lo sea, voy a ayudarte, tu vida no depende de una cuchilla, tu vida depende de personas y ahí esta el problema, cuando esas personas te defraudan, te dejan, esncuando uno busca la cuchilla.
Cerré los ojos y me quedé pensando en esas palabras; tan correctas y en el momento indicado, el parecía un chico de película, no podía entender como siendo como es me había elegido a mi sin nada en especial.
-Tus demonios te hacen distinta al resto de las personas, te hacen única.
Me quede en la posición que estaba y el me abrazó y así nos dormimos. Nos despertamos al aterrizar en españa.Llegamos al hotel y dejamos todas las cosas, mi papa se fue a acostar y Francisco y yo salimos a caminar y a conocer un poco.
Salimos a fuera y el extendió su mano
-Entonces, ¿tomarías mi mano y caminarías junto a mi?
Mi única respuesta fue tomar su mano y sonreirle, cuanto lo amaba.
Dimos vueltas por la ciudad y visitamos algunos museos, hasta que llegamos a un parque.
-Mira esto.
Y sacó un cuchillo de su bolsillo y escribió en un árbol
"siempre. M y F"
-Novia?
-Novio.
Y nos dimos un largo beso.